02. Stealing Harper. Molly McAdams, Taking Chances

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Traducción no oficial, sin intención de infringir los derechos de copyright y sin fines de lucro. Propiedad intelectual de Molly McAdams

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Staff Traductores Huilen Cipriano Rodrigo Vega Aurora Marce Montoya ♪ Abru♪ ★ Katherine Pizarro★

Mariana Ruiz Bety GZ

Correctores Anna♥ Nat♥ ★ Katherine Pizarro★

Diseñadora Anna♥

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Índice Dedicatoria Sinopsis Capítulo 1 Capítulo 2 Capítulo 3 Capítulo 4 Capítulo 5 Capítulo 6 Capítulo 7 Capítulo 8 Capítulo 9 Capítulo 10 Capítulo 11 Capítulo 12 Capítulo 13 Capítulo 14

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Para mis fans. Sin ustedes, la historia de Chase nunca hubiera sido Oída. Las amo niñas!

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Sinopsis: Chase Grayson nunca ha estado interesado en tener una relación que dure más de lo que se toma en vestirse de nuevo. Pero luego se tropieza con una chica de ojos grises cuya inocencia se derrama fuera de ella, y todo cambia. Desde el momento en que Harper abre la boca para hacerle saber lo mucho que le tiene asco, está enganchado. Pero una princesa merece un príncipe azul que puede hacer que sus sueños se hagan realidad. Pero él es tipo que puede convertir su vida en una pesadilla. Todas sus buenas intenciones se van por la ventana cuando Harper comienza a enamorarse de la persona que Chase, ha llegado a considerar como a un hermano. Quería protegerla alejarla lejos, pero él no puede soportar verla con nadie más, y hará cualquier cosa para hacerla suya. Pero cuando todo se reduce a que Harper tenga que elegir entre los dos, ¿tendrá la fuerza para dar un paso atrás de la chica que se ha convertido en todo su mundo si eso significa que es feliz? Se cruzaron las líneas. Las amistades se ponen a prueba. Y los corazones se rompen.

Nota: no leer si no has leído antes TAKING CHANCES

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Capítulo 1 Traducido por: ★HUILEN GILL★ Corregido por Anna♥

— ¿E

so es todo?— Le pregunté a uno de mis compañeros,

Derek, mientras cruzábamos el pasillo. —Sí, esta es la última caja. Estoy listo para cuando Brandon este aquí y todo. Pero ¡Dios! Estoy agradecido de que no esté aquí hasta la semana que viene, porque, si una persona más se muda aquí hoy, voy a morir. Me reí y estire mis brazos antes de secarme el sudor de la cara y el cuello. —Eso es lo que ganas por ser el primero en venir aquí. —Sí, sí. Lo que sea. Dio la vuelta a la esquina, sosteniendo una muñeca inflable aplastada. —Mi auto está vacío; ¿Necesitas algo más? —No gracias.— Mis ojos rodearon el departamento mientras Derek empezaba a inflar la muñeca. —¿Dónde diablos has ido? Levantó la muñeca antes de volver a soplar aire dentro de ella. —Bien. Estoy agradecido de que esa sea tu prioridad. —Por lo menos, se dio cuenta de que una muñeca es la única manera que conseguir algo,— dijo Brad, otro compañero, mientras golpeaba a Drew en la cabeza. —Entonces Drew—Miré hacia mi grueso reloj de cuero en mi muñeca— Puedes ir y recoger los barriles esta noche. —Pero…— Empezó. —Deberías ir pronto, las personas estarán aquí en un par de horas.

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—Bastardos,— Drew murmuro en voz baja cuando todos nos fuimos a distintas partes de la casa. —Deja de quejarte. Tú eres el último en regresar, y ni siquiera puedes mover tu propia mierda. Incluso después de nueve horas ayudando en la mudanza, no podía quitar la sonrisa de mi rostro. Las primeras y las últimas fiestas del año eran siempre las mejores; y las primeras siempre significan muchas mujeres y lleno de gente.

—Dios—, gimió, y no pude evitar que mi mano formara un puño en su

cabello, incitándola a continuar. Yo estaba tan cerca. Ella gimió alrededor de mí, y mis ojos seguían cerrados hasta que perdí el control sobre ella. Por la forma en que se sacudió, sabía que no lo había estado esperando. Probablemente debería haber tenido cuidado, pero eso era lo último que había estado pensando en ese momento. Tan pronto como todo terminó, la dejé alejarse y me puse de nuevo mis pantalones, miró a su alrededor para ver si alguien había entrado a este lado de la casa. —Gracias, Chase. Me quedé inmóvil un momento y luego resoplé una carcajada y la miré cuando dio un paso atrás. ¿Ella me está dando las gracias? Por lo general, tenía que hacer algo por ellas primero antes de que me den las gracias, pero yo no era quién para juzgar. —Oh, sí. ¿Lista para volver? Ella asintió con entusiasmo y tomó mi mano, así que rápidamente cubrí su hombro con mi brazo y nos llevé a través del patio de mi casa. —Oh, Chase, ¿Podemos bailar? ¡Me encanta esta canción! ¿Qué sea lindo, por favor? ¿Qué sea lindo, por favor? ¿Qué, tenemos cinco años? Traté de no gemir y forcé una sonrisa en mi cara. Caminamos hacia el centro de la masa de gente que baila en la sala de mi casa, y puse mis manos en las caderas de… Como se llame mientras movía su trasero contra mí. Su espalda se arqueó, y yo tenía una mejor vista de sus pechos expuestos.

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—Estoy tan contenta de que podamos comenzar a salir antes de que empiecen las clases, me moría de ganas de salir contigo todo el año pasado—, susurró. ¿Salir? Diablos, no. Traté de quitar mis manos de sus caderas mientras me empujaba más hacia ella, y alguien nos golpeó. Mis ojos ya entrecerrados miraron hacia arriba para ver unos ojos abiertos, aterrados y grises voltearse hacia mí. Literalmente sentí que mi corazón saltó algunos dolorosos latidos antes de que mi pulso comenzara a correr de nuevo. Sus ojos nublosos miraron a la rubia delirante que tenía presionada contra mí y luego volvieron a mis ojos. Se ensancharon y su cabeza se sacudió ligeramente de atrás hacia adelante como si estuviera al borde de entrar en pánico por lo que estaba viendo mientras se tropezaba con sí misma tratando de retroceder. Mala idea, cariño. Yo siempre hice del amor un desafío. Finalmente, me separe y me aleje lo más rápido posible del gentío dirigiéndome a la misma dirección en la que ella se fue. 9

—Chase! Miré obre el gentío y visualiza a Zach rociando sal sobre el pecho de una pelirroja en la isla de la cocina —¿Golpes al cuerpo? Zach movió la cabeza de lado y le puso un vaso de chupito en la boca de la chica, después lo lleno con vodka. —No, ¿Pero quieres hacer los honores? La pelirroja pasó su dedo índice por su cuerpo y cuando me acerque, pasó sus uñas falsas por la parte baja de mi estómago. Lamí su pecho, y curve mus labios alrededor del chupito en su boca, y la saqué dejando que el líquido corriera por mi garganta. Zach servía el siguiente chupito mientras yo lamia el cuello de la pelirroja donde Zach había frotado jugo de limón antes de que yo hiciera la segunda ronda. Yo seguía mordiendo y chupando su cuello mientras ponía más sal en él, luego repetía el proceso por tercera vez. Casi olvide porque venía a la cocina en primer lugar, pero la horrible sensación de estar siendo observado finalmente me distrajo, y mis ojos se dirigieron a esos grandes ojos grises que me miraban otra vez. Drew estaba hablando con ella, pero ella estaba concentrada en mí.

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Sus ojos parecían que estaban a punto de salirse de su cabeza, y su boca estaba ligeramente abierta. Se veía disgustada. Lamí el pecho de la pelirroja y luego le guiñé el ojo a la chica de aspecto tímido antes de tomar el cuarto tiro. Voy a dejarte a un lado, niñita. Me limpié la boca y me incliné hacia el oído de la pelirroja, —Gracias, preciosa.— Dejé que mis dientes rozaran su oreja y sonreí cuando ella se estremeció. Me enderecé y mire hacia adelante, solo para mirar a la chica tímida que se había ido, y a Drew que miraba hacia uno de los pasillos. Inmediatamente me fui en esa dirección y me encontré con Bree. —¡Hola, hermano! ¡Grandiosa primera fiesta! La abrasé y seguí buscando a la chica. ¿Porque tenía que ser tan baja? Ahora nunca la encontraré. —¿A quién buscas?— Me preguntó Bree, y cuando mire hacia abajo, descubrí que estaba mirando alrededor, pero hacia otra dirección. 10

—Una chica, ¿y tú? —Mi compañera de cuarto, salió corriendo. —Ah mierda, Bree, Olvidé preguntarte. ¿Cómo es tu compañera? —Es asombrosa, un poco protegida, pero puedo decirte que le gusto. Ahora solo tengo que encontrarla. ¿Podemos dormir en tu cuarto esta noche? —Claro, encuéntrame cuando te canses, habitación… —Lo sé. Chase, habitación cerrada. Como siempre. ¡Te veo luego, debo encontrar a Harper! Harper... ¿Qué clase de nombre es Harper? Niña protegida llamada Harper, realmente me sentí mal por mi hermana. Reí en voz baja mientras seguí caminando por el pasillo; después de buscar se arriba a abajo sin resultados, volvi a la cocina para buscarla allí. —Hola compañero. Mi ceño se arrugó mientras giraba para mirar a quien acababa de hablar en mi oído pero se relajó cuando la vi. —Natalie. ¿Cómo estuvo tu verano? Ella envolvió lo brazos alrededor de mis hombros y se acercó.

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—Estuvo bien, pase la mayoría del tiempo con mi novio. Asentí y besé debajo de su oreja. —Y… ¿Dónde está? —Aquí no. —Que lastima.— Su cuerpo presionó contra el mío. —¿No lo es? Estoy muy cansado de todo eso, quizás podrías ayudarme a disfrutar la noche.— Mis dedos se arrastraron debajo de su camiseta tocando su piel caliente. — ¿Baño? —¿Qué más?— Ella rió bajo y agarró mi otra mano mientras caminábamos hacia el baño del pasillo, de donde venía. Giramos en la última curva del pasillo cuando una pequeña mancha chocó contra mí y empezamos a caer de espaldas por el impacto. Mis brazos se movieron de forma automática para mantener el equilibrio, y al instante reconocí el cabello castaño y los ojos grises que se encontraron con los míos. —Lo siento, yo…— Su boca se cerró y nuestros ojos se estrecharon. No la pude ayudar, pero le sonreí; me miro como un feroz gatito ceñudo. Sus ojos perdieron la ira, y su cara se tornó roja en cuanto miró mis labios. Dudo que se allá dado cuenta de que había tirado el labio inferior de su boca y lo mordía perfectamente completo. Eché la cabeza a un lado y le sonreí. Conocía esa mirada. Claro que sí. Este iba a ser divertido. Oh, cariño voy a romper tu corazón. —Ahora, ¿quién eres? Ella parpadeó rápidamente, y una mirada determinada asechó su cara mientras trataba de salir de mi alcance. No había forma en el infierno que me permite dejarla ir todavía. —Que, ¿Eres muy buena para decirme? Su expresión cambio, y sus ojos se desplazaron a la izquierda, luego a mi cintura. Mierda, me había olvidado de Natalie. Una de sus cejas estaba arqueada, ella me miró como si yo le disgustara. —Al parecer ¿Perdón? ¿Quién diablos se cree esta chica que es? ¿Ella va a verme y hablarme así en mi fiesta? ¿En mi casa? Ella estaba mirándome como si fuera de la realeza, y como si yo fuera algún plebeyo pasando por su camino.

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La dejé ir y cruzé mis brazos sobre mi pecho. A decir verdad, no sabía si estaba enojado o intrigado. Deje que una chica me golpee ¿Y ni siquiera me dice su nombre? —¿Perdón, Princesa? Esos ojos se convirtieron en nubes de tormenta maldita, mientras se abrió paso por delante de mí. —Tienes razón. Permiso. Me quede allí parado por un minuto antes de que Natalie me empujara al baño otra vez. ¿Qué diablos acaba de pasar? Miro detrás de mí, como si la princesa todavía estuviese parada allí, negué ligeramente con la cabeza, para luego entrar al baño y cerrar la puerta detrás nuestro. —¿Abajo o arriba?—, preguntó ella, mientras se sacaba los shorts. Eso es lo que me gusta de Natalie. No mientes con ella. Sólo sexo. Ella tenía novio, y yo no quería una relación. —Arriba.— Saqué un condón de un cajón y me quité mis pantalones y calzoncillos bóxer antes de rodar en Natalie que ya estaba inclinada sobre el mostrador, y no perdió el tiempo. Los dos gemimos cuando me introduje en ella; mantuve una mano en su cadera y la otra en su hombro, miré el largo cabello que le caía por la espalda y sobre la encimera, y mis ojos se mantenían cerrados mientras las imágenes de un cabello castaño pasaban por mi mente. ¿Qué le pasaba a esa chica? La vi por tres minutos ¿y ya estaba consumiendo mi mente de esa manera? ¿Porque? Ella me estaba disgustando… Eso era más que aparente. Eso debía ser. Yo hacía esto. La rubia de antes, la pelirroja de la cocina y ahora Natalie. No estoy acostumbrado a que las niñas insignificantes se me resistan. Y ella no tenía ni idea de lo malo que era para ella. Me acababa de hacer un desafío mucho peor. La tendría. Y disfrutaría romperle el corazón. Casi sonreí para mí mismo, pero los flashes de su cuerpo, inocente, ojos grises, sus dientes perfectos y blancos mordiendo sus labios, me asaltaron. Pensé en morder ese labio y aceleré mis embestidas, pensaba en ella debajo de mí y en mis brazos, y agarré a Natalie con fuerza mientras la penetraba más rápido y más fuerte de lo que nunca lo había hecho. —Diablos, Chase,— ella dijo con la respiración entrecortada.

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—Lo siento.— Tome una respiración profunda y la solté antes de que lo haga ella. —¿Porque te disculpas?... Eso fue… solo… mierda santa. Quería preguntar que más esperaba. Pero ni siquiera había llegado a los cuatro minutos y ya estaba perdido en los ojos grises de esa princesa que ni siquiera sabía el nombre. —Vístete Natalie Después de vestirnos, volvimos al pasillo. Sin decir otra cosa, me aleje de Natalie y me metí en mi habitación en la otra parte de la casa. Una vez encerrado dentro, puse mis manos en mi cara y solté un graznido. ¿Qué diablos acaba de pasar? ¿Porque tengo imagines de ella en esa forma? Solo sexo, nunca hacer el amor. Esas imágenes eran sobre hacer el amor con ella, ¿Y porque me estaba excitando de solo pensar en eso? ¿Y sobre ella, especialmente? Eso es, eso es oficial… Hay algo mal con mi pene. Ella es un desafío, sí, pero eso es todo. Cerrando mis ojos con fuerza, trate de pensar en otra cosa que no fuera ella y esos malditos hipnotizantes ojos, pero nada ayudaba. Con un gemido de frustración, me tiré en la cama y busqué en mi escritorio mi último cuaderno de dibujo. Me concentre en las piezas que trabajaba para mí mismo, así como mi amigo Brian en la tienda, y traté de sacar a esa chica de mi mente. Y no, el hecho de que yo escondí la palabra —princesa— en el diseño que quería terminar, mi mano derecha no tenía nada que ver con ella o con el hecho de que no podía dejar de pensar en ella. De ninguna manera. Mierda. Cerré mi cuaderno de dibujo y lo metí en mi escritorio. Estire mis brazos antes de dejar mi habitación atrás cerrando con pestillo. Casi había llegado al final del pasillo cuando escuche el fuerte insulto de Drew. —SIIII!!, Bree y carne fresca dormirán juntas esta noche! Imagine que —Carne fresca— era la nueva compañera de cuarto de Bree y me sentí mal por no poder conocerla. Me tenía que asegurar que mi hermana no estaba por compartir la habitación con alguna loca. Cuando entre al living, Bree estaba tomándose fotos con Drew y Zach, y ahí, parada a un lado de la puerta de salida al patio, estaba mi princesa de ojos grises. Esto debe ser un maldito error.

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Poniendo una sonrisa en mi cara, no podía dejar de abrazar las imágenes que ya fueron quemados en mi mente: —Bueno, bueno. Pero si es la princesa. Ella se congelo cuando me escucho, y dio la vuelta para verme y sus ojos se ensancharon. Por su rostro paso la sonrisa más falsa que nunca había visto. En serio, ¿Quién diablos se cree que es? Me incliné y le susurré con dureza al oído: —¿Te gustaría cambiar eso? Yo no estoy hasta el límite de esta noche todavía. La princesa se apartó, y sus ojos se abrieron, —Oh, lo siento, pero no quiero ninguna ETS1, y yo no soy tu tipo. Bree empezó a ahogarse, y yo sabía que tenía que asegurarme de que estaba bien, pero mi mandíbula había caído, y yo no podía dejar de mirar a su chica frustrante. —Chase, es mejor que te mantengas alejado de mi compañera de cuarto. Les dije a los chicos que está fuera de los límites. Me estremecí al oír las palabras de Bree. No es un error. Ella es realmente su compañera de cuarto. —¿Lo conoces?—, Preguntó la princesa, apenas tratando de contener su repugnancia. —Bueno, me gustaría pensar que sí, él es mi hermano. El más hermoso rubor que he visto en mi vida al instante se extendió por sus mejillas, y por un segundo me olvidé por qué no quiero enamorarme de esta chica. —Espera. Harper, ¿Es este el tipo que dijiste que era un idiota? Harper. Así es, su nombre es Harper. Yo no sé por qué no me gustaba antes, no podía pensar en nada más perfecto para ella. Se ajustaba a ella, y yo quería decir yo, pero entonces recordé por qué me estaba molestando y decidí seguir con lo que parecía que la enojar más. Sus ojos se abrieron a la tierra, y mis labios se torcieron en una sonrisa. —¿Dijiste que soy un idiota?— Me reí y me acerqué a mi hermana. —Ella es la que prácticamente sólo me llamó mujeriego. 1

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—No seas grosero con mis amigos, Chase!— Bree golpeó mi brazo, y yo trataba de no rodar mis ojos por lo patético que eran sus golpes. La princesa se volvió rápidamente y salió, y yo trataba de que no se note que la miraba irse. —Simpática compañera de cuarto Bree,— me burlé, y agarré una botella de agua de la nevera. —¡Lo es, pero ella dijo que no fuiste agradable! Así que debes ser bueno. Te lo dije, ella es una bonita protegida. Le di la espalda a Zach y Drew y me apoyé en la isla cerca de Bree. —¿Protegido cómo? —Ella se crió sólo con su padre, y dijo que ha estado en el ejército o la marina o sea para toda la vida— Bree tomó dos chupitos más, y yo negué con la cabeza hacia ella, por lo menos se alojaba aquí. —¡Y mira esto! ¡Ella nunca ha usado maquillaje o estado en un centro comercial! Mi rostro se ensombreció con fingido horror. —¿Nunca había estado en un centro comercial? ¡Oh, no! —¡Ve a ser amable con ella, gran idiota! Besé la frente de Bree y me dirigí afuera. Estaba oscuro, pero no tardé mucho tiempo para encontrarla. Su rostro estaba en sus manos, los codos en las rodillas. ¿Está llorando? Normalmente odiaba cuando las mujeres lloraban, pero tuve que forzarme a no acometer a ella para asegurarme de que estaba bien. Dios, obtener el control. Me hundí en el asiento a su lado y esperé hasta que ella miró hacia mí. No lloraba. Gracias a Dios. —¿Te estas ocultando? —¿Es tan obvio? Miré el patio vacío. —Un poco—. Tomé una respiración profunda y me sentí más cómodo. — Dime, ¿qué hace una princesa como tú en mi fiesta? —No estoy segura de lo que quieres decir,— dijo ella entre dientes, —pero me invitaron. No me podría importar menos si fue invitada o no. no quería que estuviera alrededor mío. No la quiero en mi casa, y yo no quería que cada vez fuera más difícil pensarla en mi cama. Desafío o no, ella ya estaba bajo mi

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maldita piel demasiado profundo para dejarme pensar con claridad. Ella se tenía que ir. Me mordí mi labio y la miré con el disgusto que ella me había estado dando toda la noche. —No tendrían que haberte invitado, por si no te diste cuenta, no te ajustas aquí princesa. Ella lo miró sorprendida y dolida. Bueno. Tal vez ahora ella se quedaría lo más lejos posible. —Si nuestra forma de ser te repugna tanto, no dudes en permanecer en la escuela la próxima vez. Me puse de pie, y odie no poder dejar de mirarla una vez más antes de marcharse. —Chace—. Mis ojos se cerraron, y tomé una respiración profunda. ¿Habría sido extraño pedirle que diga mi nombre otra vez? —Lo siento mucho, yo estaba fuera de lugar. Espera, ¿se estaba disculpando? Me volví y miré, confuso. Oh Dios, era una mala idea dar la vuelta. Si su voz dulce como el infierno no había sido suficientemente malo, la forma en que sus ojos la habían vuelto a una amplia y completamente inocente estaba a punto de volverme loco. —Yo no me crié para dejar atrás a la gente, pero lo que dije fué demasiado. Así que, lo siento. Yo no te conozco, no debí juzgarte. Resoplé, y las comisuras de mi boca se crisparon. Sarcástica y dulce. Mala combinación. Sexy combo—tan condenadamente sexy. Pero malo. Sacudí mi cabeza, y me di cuenta de que quería conocer a esta chica. Ahora es una mala idea. Me volví y tomé el camino largo alrededor de la casa, dándole tiempo a mi erección a bajar. —¿. . . besaste a alguien esta noche? La voz de Bree me llegó cuando entramos por la puerta principal, y cerró en silencio cuando escuché de la princesa murmurar: —No —Yo puedo ayudar con eso Mis manos formaron puños sobre las palabras de Zach, y gruñí. Por encima de mi cadáver. —No, no, no. ¡Les dije, ella está fuera de los límites!

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Caminé los últimos pasos hacia la sala de estar cuando Zach habló de nuevo. —Vamos, Bree, ¿cuál es tu problema? —Porque ella es pura. Completamente. Pura. Me quedé helado. ¿Qué demonios, Bree? Mierda, de la forma en las mejillas de Harper fueron de bomberos rojo, Bree no estaba mintiendo. Ella era pura. Miré la expresión mortificada de Harper, y el impulso de tomarla en mis brazos y llevarla lejos de esto, me abrumó. Yo no sé dónde está el proteccionismo por su vino, pero de alguna manera yo sabía que iba a hacer algo por esta chica inocente, y que mataría a cualquiera que tratara de tomar esa inocencia de ella. El dedo índice de Bree fue a tocar los labios de Harper, Harper y agarró su muñeca, tirando de nuevo —Breanna! —Shh!— Bree se cubrió los labios con el dedo índice en esta ocasión. — Harper, no se lo digas a ellos Harper levantó la mirada, y mantuvo su mandíbula apretada mientras miraba a Brad, Drew, Derek, y Zach que estallaban en carcajadas. Quería golpear a todos y cada uno de ellos. Derek se limpiaba las lágrimas de sus ojos. —Oh, Dios mío! Princesa, es en serio? —Gruñí de nuevo. Ese era mi apodo para ella. Tragó bruscamente y se desenredo a sí misma de Bree antes de dirigirse directamente hacia mí. Mi corazón comenzó a golpear hasta que me di cuenta de que no me había visto aún, y yo estaba de pie en el camino de la puerta principal. Se sacudió un poco hacia atrás cuando se dio cuenta que estaba en su camino, sus ojos se dirigían a cualquier parte pero a mí. —Por favor. Muévete. —¿Y dejarla ir? Por supuesto que no. La agarré por los hombros, me di la vuelta al mismo tiempo que nos dirigía a mi habitación. —¡No me toques! —Sólo confía en mí,— gruñí, y atravesé la sala de estar, donde todo el mundo seguía riendo.

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—¡Parece que Chase va a hacerse cargo de ese problema para ti, princesa!— Gritó Brad, y yo nunca he querido golpear a mi amigo más de lo que hice entonces. Hice una pausa y maldije, pero sabía que prefiero cuidar de ella en ese momento a que todos sepan que me estaba haciendo enojar. Abrí la puerta y la empujé dentro, tan pronto como la luz estaba encendida, ella abrió la boca y comenzó a empujar en mi contra. La abracé, empujando los codos a su lado para que sus golpes no me pudieran alcanzar. —¡No! ¡Suéltame! —¡No hasta que dejes de tratar de golpearme! Al instante, Harper dejó de moverse, pero su cuerpo estaba prácticamente vibrando con la tensión. Esperé casi un minuto antes de liberarla y fingiendo indiferencia. —Cálmate, princesa, no voy a hacer nada. —Realmente me gustaría que dejaras de llamarme así. Puse los ojos. ¿Por qué si no se cree todavía la llamaba así? Abrí uno de mis cajones y saqué un par de pantalones cortos de entrenamiento de malla antes de arrojárselos a ella y caminar hacia la puerta. —Póntelos, ya vuelvo. —¿Por qué? —¿Quieres dormir en esa falda?— Yo rastrillé mis dientes sobre el labio inferior mientras pensaba en ella durmiendo en nada en absoluto. —Te juro que no me importaría, pero me imaginé que sería incómodo, sin embargo. —Breanna dijo que yo iba a estar en una habitación con ella esta noche, y si eso no sucede, prefiero volver a la residencia de estudiantes. —Te puedo asegurar que se quedará dormida en el baño. Te daré un minuto para cambiarte. Ya vuelvo. —No voy a dormir aquí contigo. —Mira, eres ardiente, tanto que sola vas a tenerlos persiguiéndote. Pero fuera de eso, las pocas palabras que has llegado a decir me muestran lo sarcástica y dulce como el demonio eres. Una combinación infernalmente tentadora. Confía en mí cuando te digo que van a querer cambiar lo que acaban de enterarse acerca de ti. Así que si no te importa, prefiero asegurarme de que eso no suceda.

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Cerré la puerta con más fuerza de la necesaria y salí de la sala, —¿Qué diablos está mal con ustedes? —Ella pone mucha resistencia, Chase?— Drew se burló, y puso más botellas de licor. Mis manos se cerraron en puños otra vez, —Todos ustedes son idiotas, y la que pasó vergüenza fué de ella.— Me di la vuelta para mirar a Bree, que parecía que estaba a cinco minutos del desmayo. —Estás sola esta noche, hermana. O pregunta a uno de los otros chicos para que cuiden de ti. —Chase—, dijo Brad con una mirada confusa, —¿en serio? Ella es tu hermana, que — señaló con la cabeza hacia uno de los pasillos,— ella es solo una chica que no se va a poner para ti.— No lo golpees. No lo golpearé. —Ella es tu problema esta noche—, le dije con los dientes apretados y volví a mi habitación. —Eso fue grosero, ella es tu hermana. Ella debería estar aquí, también. — ¿Harper también? ¿Acaso nadie se da cuenta de cuán perra era Bree? —¿Hablas en serio? ¿Vas a defenderla después de que ella sólo derramó eso? —Está borracha. Estoy seguro de que ella no se dio cuenta. —Eso no es una excusa.— Casi me quejé, no va ser dulce como el pecado de nuevo. —Vamos, Harper, entrar La vi arrastrarse en mi cama, y mi corazón comenzó a martillar. Bree solo duerme sola en mi habitación cuando tenemos fiestas, pero aparte de eso, ninguna chica había estado en ninguna de mis habitaciones y definitivamente, no en mi cama. Y yo estaba a punto de meterme con ella. Podría dormir fácilmente en el sofá de Brad, pero la idea de despertar junto a Harper era demasiado tentadora. Cuando estaba bajo las sábanas, apagué las luces y me metí a su lado, ella de inmediato voló en una posición sentada. —¿Qué estás haciendo?—, Dijo entre dientes. —¿Qué?

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—¡No puedes dormir aquí conmigo!— Tan inocente. Me reí en voz baja, pero por dentro estaba aterrorizado de que me pida que me vaya, —es mi cama, estoy seguro de que puedo hacer lo que quiero. Sin decir una palabra, se volcó sobre el suelo, y dejó su lado de la cama vacío. ¿Su lado? No. El lado que estaba en marcha. Ella no tiene un lado. Esto es sólo por esta noche, ¿verdad? —Vuelve a la cama, princesa. Ella se burló, y suspiró. Sarcástica, dulce y terca como una mierda. Dios, yo la quería. Me di la vuelta de la cama y la recogí del suelo. —¡Oh dios! ¡Suéltame! Con mucho gusto, princesa. La dejé en la cama y me arrastré sobre su cuerpo, tratando de ahogar mi gemido cuando sentí su cuerpo preso contra el mío. —Chase! ¡No! —Cálmate, me quedaré en mi lado. Incluso podemos poner una almohada entre nosotros, si eso te hace sentir mejor.— Ya era grave. Con la erección que quería salir de nuevo. Necesitaba un muro entre nosotros. Se escabulló tan lejos de mí como la cama permitiría, y me obligó a no tirar de espaldas a mí. —Te juro que si me tocas, haré lo que hizo Lorena Bobbitt en ti. ¿Lorena Bobbitt? ¿Por qué suena eso—oh, Dios mío, la señora que le cortó el pene a su marido? Rompí a reír y me puse la almohada sobre mi cara. —¡Oh, Dios mío! ¡Princesa! ¡Eres mi nueva favorita! Eso es todo, ese comentario allí, y se selló. Yo haría cualquier cosa por tener a la bella princesa de ojos grises que yacía junto a mí. —Lo que dije no era broma. Me acerqué más y dejar las puntas de mis dedos arrastra por su brazo delgado. ¿Podía oír lo duro que mi corazón comenzó a golpear por sólo ser capaz de tocarla? —Uno de estos días, me rogaras para que te toque. —Lo digo en serio, Chase. Yo no soy como todas esas chicas con que te vi esta noche.

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—Eso es un eufemismo.— Dios, ojalá que no hubiera visto nada de eso, y ni siquiera sabía la mitad de ella. —Duerme un poco, princesa. Te veré en la mañana.

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Capítulo 2 Traducido por: ★ Katherine Pizarro★ Corregido por: Nat ♥

V

agamente registró un sutil aroma a vainilla y un cuerpo caliente

pequeño hecho ovillo en mí. Fue segundo antes de sentir que se disparara desde debajo de mis brazos, y juro que dejé de respirar. ¿Se me olvidó cerrar la puerta? ¿Lo perdí anoche y deje una chica aquí?  Hijo de puta, ¿qué diablos estas… — Oh buen Dios. Harper. ¿Era ella la hermosa de anoche?  ¡Jesús, princesa! Casi me da un ataque al corazón. Pensé que tenía una chica aquí. Me revuelvo sobre la almohada y me paso las manos por la cara. Me gustaría recordar que la había tenido aquí, me he asegurado de que se quedara en mis brazos. Chase?  Hmm?  Siento que no parezcas darte cuenta, pero yo soy una chica. Gracias a Dios por eso, o me habría tenido que cuestionar mi virilidad.  Me di cuenta ayer por la noche, confía en mí. — Ella seguía mirándome con esos ojos grandes, claramente confundidos. Maldición que era linda. — Quiero decir, pensé que dejé una chica pasar la noche conmigo.  ¿Uh. . .?  Alguien con quien había estado, Princesa. Pensé que había tocado a una chica y dejé que se quedara aquí.  Oh. Su rostro se torció, y un indicio de la repugnancia de la noche estaba allí de nuevo.  Lo siento. ¿Eso es demasiado para tus oídos PG?  No, es que no entiendo por qué eso sería una mala cosa. Por supuesto que no, porque eres inocente. . . y perfecta. Suspiré, ella era perfecta. Lo que significaba que no tenía una oportunidad en el infierno

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con ella. Princesa necesita un príncipe encantado, no una pesadilla de hombre.  Las chicas que me jodo no les permito entrar en mi habitación, y mucho menos pasar la noche. Este es el único lugar que es mío, y yo no estoy a punto de compartirlo con ellas.  ¿Así que duermes con la mujer, y luego haces que se vayan? Buena chica, sigue buscándome como si no pudiera soportar estar cerca de mí. Tiene que correr muy lejos, porque si te atrapo, me quedo contigo, y te mereces algo mucho mejor.  No, me revuelco con ellas… y luego hago que se vayan. Ella retrocedió y sacudió la cabeza hacia mí y se volvió hacia la puerta.  Eres un cerdo Me reí en voz baja. Sí… y por primera vez en mi vida, al escuchar que proviene de una chica realmente me molestó. En cuanto se cerró la puerta, mi sonrisa desapareció, y yo seguía mirando donde acababa de estar. Cualquiera que sea la mierda que es esto, no es normal. Nunca caigo por chicas como estas… Sobre todo después de sólo una mirada inocente y un comentario malintencionado. Así que ¿por qué ella está haciéndome esto a mí? ¿Por estaba queriendo acercarla, pero con el impulso ridículo de empujarla tan lejos de mí como sea posible? Y no era para mí—no del todo— Quería mantenerla lejos de mí por ella. Dios, ¿por qué sigo pensando en ella? Me levanté de la cama y me dirigí al cuarto de baño, odiando que me encantara oír su voz mientras cruzaba el pasillo. Ella es sólo una chica, hombre, sólo una chica. Y no es para ti. Apreté los dientes mientras caminaba de vuelta a mi habitación, la resolución que necesitaba era continuar siendo desagradable con ella, en lo que obviamente ya era un profesional y ella había huido gritando lo suficientemente pronto. Abrí la puerta bruscamente, y, para ser honesto, no estoy seguro de si contuve mi gemido o no. Ella se inclinó en ropa interior azul neón, y decidí en ese momento que era mi nuevo color favorito. Harper se sacudió rápidamente, tirando de la pequeña falda con ella. No la ayudé. Yo ya la había visto sin ella. Pero mis labios aún cayeron en un ligero ceño fruncido.  Es realmente una pena que no dejes que nadie vea ese pequeño cuerpo sexy. Y por cualquier persona, yo me refiero a mí. . . de nuevo. Cuando se dio la vuelta, su cara estaba tan roja que parecía como si acabara de correr una maratón. Dios, esta chica se ruborizó mucho. . . pero maldito encanto. Sus ojos se pusieron aún más amplios, al igual que cuando Bree había dicho sobre su virginidad. Mierda, mierda la avergoncé, mi estómago se

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apretó, pero me lo quite de encima, sabiendo que tenía que seguir adelante.  Cálmate, no tienes nada que yo no haya visto antes. No digo que no querría ver lo tuyo. Su rostro seguía siendo rojo, pero sus ojos se estrecharon en pequeñas rendijas. Princesa Viciosa sigue siendo linda.  Muérdeme.  ¿Es eso una invitación? —Por favor, Dios, que sea una.  Ni siquiera de cerca. Ella se dirigió a la puerta y sin que yo siquiera pudiera pensar, mi brazo salió disparado y se envolvió alrededor de su cintura, tirando de ella hacia mí. Su cuerpo se puso rígido, y no pude evitar inclinarme hacia ella, rozando mi nariz a lo largo de su mandíbula y sutilmente respirando su dulce aroma.  Uno de estos días, Princesa, prometo. ¿Acaso no vio lo que estaba haciéndome? Mi cuerpo estaba prácticamente tarareando, tenerla pegada a mí, y mi respiración se puso más áspera. En silencio rogué que se apretara su cintura en mis brazos. Mía.  Nunca estaría lo suficientemente desesperada como para quererte. Yo podría haberle creído si su voz no hubiera sido toda entrecortada, mis labios estirados en una sonrisa, oh sí. . . ella será mía.  Vamos a ver.  ¿Están Bree y Princesa viniendo esta noche? Mis manos se cerraron en puños por quinta maldita vez hoy cuando me di vuelta para mirar Zach.  Probablemente, y deja de llamarla así.  ¿Quién es la princesa? Los chicos en la cocina todos estallaron en vítores cuando me di la vuelta, una amplia sonrisa cruzó el rostro mío y de Brandon.  Bro Me alegro de que por fin estás aquí!  Ni que lo digas, eso es un puto duro camino. Dejó caer una bolsa en el suelo y dio un paso adelante para un abrazo con Derek y conmigo y sacudir el resto de las manos de los chicos. Seguro que recordaba Zach y Drew, sólo porque conocían a Brandon de sus peleas no quiere decir que los conocía.  Apuesto. Todas tus cosas en tu Jeep? Él asintió con la cabeza.  Puede esperar. Sólo quiero descansar un poco. Entonces, ¿qué está pasando? Obviamente, yo soy el último de aquí.  Perdimos un infierno de partido la semana pasada, hombre — Derek dijo mientras se sentaba en la isla. — Pero hay otro esta noche. Brandon bostezó y se frotó las manos por la cara.  ¿Es eso de lo que estaban hablando cuando entré? ¿Con Bree y la princesa? Bree es tu hermana, ¿verdad? — El me miro a mí, y yo asentí con la cabeza — Entonces, ¿quién es la princesa?

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 ¡Dios mío, Brandon, tienes que ver esta chica — comenzó Zach, y mis manos al instante volvió a estar en puños.  ¿Ella es caliente? — preguntó Brandon. Una mezcla de "Claro que sí", "no tienes ni idea", y "espera" hasta que veas "vino de la cocina. Apreté la mandíbula. Cuando yo no he dicho nada, Brandon me miró con curiosidad. – ¿No lo es? Me encogí de hombros.  No es más que otra chica.  Chase esta simplemente cabreado porque no se fue con él. —Dijo Drew. Brandon enarcó una ceja y se echó a reír:  Tenía que haber una primera.  Todos ustedes están actuando como si incluso hubiera tratado eso.  ¡Chase… hombre la tenías en tu cama! — Dijo Brad entre risas. — Otro maldito primero! No puedes actuar como si no lo intentaste.  Exactamente, yo la tuve en mi cama, que muestra que no quería tocarla. Si quiero una chica, me quedo con ella en otro sitio, pero no  Mierda, ¿una chica que se ha resistido a Chase, y ella está caliente?– Brandon preguntó, y soltó una breve carcajada. — ¡Tengo que ver esto! ¿vendrá esta noche? ¿Dijiste que princesa es su nombre?  Chase la llama Princesa. Ya lo creo, Zach. Lo Recuerda. Brandon parecía aún más confundido:  Bueno, ¿cómo se llama? Todos los muchachos se encogieron de hombros. “Princesa".  Bueno, no se ve bien para ti, hermano. ¿La tenías en tu cama, no dormiste con ella, y le diste un apodo?  Porque ella estaba actuando como una perra remilgada, encajaba. Todos, incluyendo a Brandon, se echaron a reír. Tan pronto como pudo recobrar la respiración, sacudió la cabeza con tristeza hacia mí.  Nunca pensé que vería el día que Chase Grayson fuera puesto de rodillas por una chica.  Lo que sea. Suspiré y caminé fuera a empezar a mover sus cosas. ¿Una chica me trae de rodillas? Infierno. No, nunca, y me gustaría probarlo. Si mi princesa ojos grises… no. . . No es mía. Yo no la quiero, debo haber estado sólo perdiendo la mente la semana pasada… si Harper estaba aquí esta noche o no, me gustaría probarle a ella y a mí que ella no tenía ningún tipo de dominio sobre mí.  ¿MA—PA? Estoy aquí.

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Aspiré el pesado olor de tocino, y mi estómago gruñó. Dios, amaba los domingos. Al entrar en la cocina, le di un beso a mamá en la mejilla y arrebate algunas piezas de la creciente pila en la placa cerca de papá y me dio una palmada en la espalda mientras me fui a sentar en el mostrador.  ¡Hola, cariño! Asentí con la cabeza y hable en torno a la comida. ¿Qué está pasando? Oh, ya sabes, simplemente relajarse. Mamá — me reí — solo tienes que dejar de intentarlo. Uno de estos días lo conseguiré, y estarás muy impresionado, voy a ser lo suficiente genial para pasar tiempo contigo. — Solté un bufido.  Estoy aquí, ¿no? ¿Esta Bree aquí?    

Hablando de mi hermana. . . ¿traerá a Princesa?  Todavía no, estaba haciendo algo con su compañera de cuarto, luego venía. — Nope. Maldición.  ¿La has conocido ya?  ¿Harper? Oh, ella es una muñeca, ¡ella durmió durante el fin de semana! Te gustará ella, Chase — Mamá dijo con una sonrisa extraña. — Ella es muy linda. — Sí que lo es. Mamá se quedó sin aliento. — ¡Así que la has conocido! Mierda, ¿lo dije eso en voz alta?  Dime lo que piensas!  Ella es linda. — Me encogí de hombros. — Pero yo sólo la he visto una vez, ella no vino a la fiesta el viernes  ¿Eso es todo? ¿Ella es linda? Puedo o no puedo haber oído que ella durmió en tu habitación contigo la noche de la primera fiesta.  ¡Robert! ¿Cómo sabías esto y yo no? Se supone que tienes que decirme todo, especialmente algo como eso. Papá se rió y tiró un poco más de tocino de la sartén  Dije que puede o no haberlo oído.  Oh, ¡te quedaras en la habitación de invitados esta noche, señor!" Mis cejas se juntaron escuchándolos a ellos, y ¿cómo hizo papá para enterarse de eso?  Bueno, ¿vas a explicar, Chase? O ¿voy a tener que asegurarme de que no hay más tocino? Debido a que es una chica muy dulce, y si le haces daño…

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¿Sin tocino? Eso no es justo.  No fue así, mamá, yo estaba asegurándome que estaba a salvo. —Las cejas de mamá se dispararon bajo su flequillo, y sus labios fruncidos. — Bree pudo haberle dicho a todos los chicos en mi casa que es… básicamente… nunca ha hecho nada con un chico, y me refiero a cualquier cosa. Todos empezaron a burlarse de ella, y ella parecía con tan maldita vergüenza. Y con los chicos—infierno, tal vez incluso Brad— Sé que trataría de cambiar eso, y yo no iba a dejar que nadie la toque, por lo que fue mi manera de mantenerla a salvo.  Mantuviste su virginidad a salvo. . . poniéndola en la cama contigo – papá con cara de palo, y luego asintió. — En realidad, eso tiene sentido.  No, ¡no! Chase…  Mamá, ¡te juro que no la toqué! — Bueno, no es del todo cierto, y no es que no quería hacer mucho más conmovedor de lo que he hecho. — Sólo tenía que asegurarme de que nadie más pusiera sus manos en ella tampoco. Jesús, no es como si ella me hubiera dejado, aunque lo intenté. Me reí y Sacudí la cabeza una vez: — En primer lugar, se enojó de que me metí en la cama con ella, así que se puso en el piso…  ¡no la hiciste dormir en el suelo!  Ma, ¿en serio? No. Yo cogí el culo de vuelta en brazos y la dejé caer en la cama. – Pa se echó a reír, y mamá le dio un manotazo en la espalda. "Y luego conseguí esto, la maldita cosa más linda que he oído, ella más o menos me dice que si la toco, ella va a cortarme el pito. Papá hizo una mueca; mamá cruzó los brazos sobre el pecho y asintió con la cabeza.  Buena chica Me eché a reír.  Me enloqueció. Ella puede ser luchadora como la mierda, pero Dios ella es dulce. Ella solo… ella. . . No lo sé. — Sus grandes ojos grises brillaban a través de mi mente, y esperaba que mi hermana la trajera. Suspiré profundamente y parpadee las imágenes, por último me di cuenta de que mamá y papá se habían vuelto hacia mí. Mi padre estaba sonriendo con picardía, y mamá lagrimeando. Joder. . . ¿no puedo ir a más de unos pocos minutos sin hablar de ella como un idiota? — ¿Qué? Mamá saltaba sobre sus pies  Oh, ¡cariño! Negué con la cabeza y saltó del mostrador para agarrar más tocino.

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 Ella es sólo una chica, Mamá

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Capítulo 3 Traducido por: ★Rodrigo Vega★ Corregido por: Nat♥

A

hí está, mi princesa de ojos grises. La vi caminar a la cafetería, y

dejé de besar el cuello de Natalie. —Tengo que irme, nos vemos. 29

—Adiós, guapo.

Caminé hacia las puertas de la cafetería y traté de seguirla a una distancia segura. Sólo podía ver su espalda, pero era más que suficiente. Estaba usando esos diminutos shorts negros que abrazaban perfectamente su trasero y me daban la mejor vista de sus piernas. Esos shorts posiblemente no pasarían el PG rating, pero yo ciertamente lo aprobaba. Antes de verla agachada en mi habitación, y como estaba en ese momento, habría jurado que las chicas bajas no tenían piernas asesinas. Por Dios, qué equivocado estaba.

Estaba tan concentrado en ella y en la manera en la que mi corazón se había acelerado desde la primera vez que entró a mi campo de visión que me estrellé contra la esquina de una pared y una muchacha de primer grado. Agarré a la niña antes de que se cayera, mencioné lo que seguramente era una especie de disculpa, y miré alrededor rápidamente, solo para darme cuenta de que mi princesa se había ido. Respirando profundamente, troné mi cuello a ambos lados y agarré un tazón de pasta. Necesitaba calmarme. Me estaba volviendo loco y ni siquiera me había visto todavía.

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¡Contrólate! Solamente es otra chica, una chica que ni siquiera quieres, una chica que te molesta más que nada. Escuché las voces de Zach y Drew, y levanté la cabeza. Una sonrisita cruzó mi cara al verla sentada al lado de Bree. No podía volver a enojarme con ellos por llamarla Princesa; se había estado escondiendo de mí por casi dos semanas, y ahora ahí estaba, en toda su gloria sarcástica y dulce.

Tenía los hombros ligeramente encorvados, y me pregunté si los chicos la estarían avergonzando de nuevo, pero no me di mucho tiempo para pensar en eso. Puse mi tazón a lado de su ensalada y planté mis manos a ambos lados de su plato. Me incliné sobre ella, dejando que mi pecho presionara su espalda, y casi gemí cuando olí su suave esencia de vainilla de nuevo. No era simplemente otra chica, ni de chiste. —¿Te has estado escondiendo de mí, PG? —susurré en su oído, y mientras ella se estremecía, se le puso la piel de gallina. Forcé una risita para que no pudiera escuchar mi siguiente gemido. —¿Por qué? —Su voz sonaba entrecortada y juro que mis pantalones se apretaron más—. ¿Me extrañaste? Por Dios, sí. —Claro. Eres mi favorita, ¿recuerdas?

Mientras que mi nariz recorría su cuello e inhalaba en ella una vez más, emitió un suave sonido de placer, y no pude evitar sonreír, pero esa sonrisa rápidamente se convirtió en una mueca cuando se alejó de mí. —Qué triste que no eres mío. Pequeña mentirosa. —¿Estás segura de eso? Le di golpecitos en el brazo, el cual seguía con la piel de gallina, y su cuerpo se puso rígido. —¡Chase! Deja de molestarla y siéntate.

Casi le gruño a mi hermana. ¿No podía ver que estaba ocupado haciendo que mi princesa se volviera loca? Enderezándome, tomé mi pasta y me senté frente a Brandon. Golpeé su mano al sentarme y entrecerré los ojos

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cuando me di cuenta que él seguía embobado con mi Princesa. Demonios, no. Derek y Brad tenían novias, así que por ellos no tenía que preocuparme mucho. Y, admitámoslo, tampoco tenía que preocuparme por Drew; se aseguró de que ninguna chica lo quisiera. Zach… eh…. bueno, eso se podría debatir, pero ¿Brandon? Tenía más chicas detrás de él que yo, y con su personalidad… no había forma de que dejara a Harper cerca de él. Él sonrió, y me forcé a no mirar lo que, estoy casi seguro, era mi Princesa mirándolo. Todo mi cuerpo se tensó, y estaba apretando mi mandíbula cuando él me miró. —Aléjate, hermano. No estoy jugando. Él alzó una ceja. —Así que sí te puso de rodillas.

Sus ojos volvieron a ella y vi que se oscurecieron. Mis manos se cerraron en puños debajo de la mesa. Respiré profundo para calmarme y bufé. —Difícilmente. Sólo es la compañera de habitación de mi hermanita, tenía que asegurarme de que ambas estuvieran seguras. —¿Estás diciendo que yo no haría eso? —su sonrisa se ensanchó, y ambos sabíamos que él tenía razón. Tal vez Brandon tenía a todas las chicas sobre él, pero no hacía nada al respecto. Es un hombre de relaciones, el tipo de hombre que Harper necesita. Pero ni siquiera Brandon es lo suficientemente bueno para ella. Lo amo, es como un hermano y viceversa, pero nadie jamás sería lo suficientemente bueno para Harper. —Jódete.

Brandon se rio y se reclinó en el asiento para estirar sus brazos antes de ponerlos de nuevo en la mesa y volteó su cabeza hacia mi izquierda. Quería tomar a mi Princesa y correr fuera de la cafetería, lejos de él. Era un desastre a punto de ocurrirme. Juro por Dios, pensé, que si le sonreía y le mostraba sus hoyuelos una vez más, le iba a golpear la cara. La podía escuchar hablando con Bree, pero no podía verla, no podía dejar de ver a Brandon intentando quitar sus ojos de ella y fallando. —Así que, Princesa —la voz de Drew interrumpió mi ensimismamiento y la mirada de Brandon—, ¿por qué no te hemos visto últimamente? Ya han pasado como dos semanas y siento que me falta amor. —Oh, lo lamento. ¿Tu novia ya se desinfló?

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Ni siquiera yo pude evitar reírme. Realmente era linda. Y sí, definitivamente no tenía que preocuparme por Drew. Volví a mirar a Brandon, quien la estaba viendo, y pateé su pierna por debajo de la mesa. Se sobresaltó y desvió su mirada hacia mí. —Dímelo en este momento. ¿Tienes algo con ella? Sí o no. Por supuesto que lo tengo, ella es mía. —Ya te lo dije, Harper es sólo otra chica. No significa nada para mí.

Pinché mi pasta con el tenedor y levanté la vista para ver los ojos de Brandon nublarse mientras decía su nombre y la volvía a mirar. Sus ojos regresaron a mí y se inclinó hacia adelante. —En ese caso no hay ningún problema. Sabes que no la voy a lastimar. Uno de nuestros amigos, David, le preguntó algo pero no pude concentrarme en lo que decía. En todo lo que podía pensar era que si Brandon la quería, no había duda de que la tendría. Y no podía dejar que eso sucediera. Sin saber por qué, me di vuelta y me encontré con sus ojos confundidos mirándome. Por una vez, no me veía como si estuviera asqueada, y viéndola mirándome hizo que todo mi cuerpo se relajara por primera vez desde que me senté. Haría lo que fuera por mantener a aquella chica a salvo, y no tenía idea de por qué, pero dentro de mí todavía sabía que el primer paso para mantenerla segura era evitando que ella me mirara como me estaba mirando en ese momento. Le asentí y finalmente comencé a comer.

Zach preguntó si las chicas vendrían a la fiesta de esa noche, y no pude evitar reír cuando mi Princesa comenzó a quejarse y su expresión se volvió aterrada. Al parecer tendría que mantenerla segura de nuevo, y esta vez no permitiría que se escapara de mis brazos a primera hora de la mañana. Tal vez deba evitar que me quiera, pero eso no significa que no pueda disfrutarla mientras lo hago. —Al parecer volveremos a compartir cama, PG.

Brandon dejó de hablarle a David abruptamente y entrecerró sus ojos hacia mí. Yo sólo le levanté una ceja y esperé a ver qué haría.

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—Gracias, pero preferiría compartir la cama con la muñeca inflable de Drew. Ooo, mi chica sarcástica y dulce como el pecado. Sólo tienes que ir y recordarme por qué te quiero tanto. Me volteé para mirarla y la maldije en mi mente por volverme tan jodidamente loco. Nunca había pensado en alguien de esta forma, pero me hacía sentir como si estuviera a punto de volverme demente porque no podía ni siquiera darme cuenta de que quererla tanto y querer protegerla tanto me hacía sentir, literalmente, como si estuviera loco. ¿Cómo es que esta muchachita podía causarme tanta confusión?

Kristen se sentó en mi pierna y sus labios se fueron instantáneamente a mi cuello y barbilla. Mis dedos acariciaron su cintura, pero no podía quitar mis ojos de Harper. Sus ojos entrecerrados se habían ensanchado al ver a Kristen sentarse y pude ver el dolor reflejado en su cara por una fracción de segundo. Mierda, no podía verla así; no quería saber que esto le molestaba de alguna forma o le disgustaba. Ahí se fueron mis personalidades de Dr. Jekyll y Mr. Hyde. De nuevo.

La mitad de mía quería quitarse de encima a Kristen y agarrar a Harper, jalándola a mis brazos; la otra mitad me decía que siguiera, que le hiciera pensar que no significaba nada para mí. —A mí me gustaría compartir la cama contigo, Chase —dijo Kristen como si fuera una maldita niñita segundos antes de que su boca estuviera sobre la mía. Mi princesa me miraba como si alguien la hubiera golpeado, y vi cómo separaba sus ojos de los míos y miraba más allá de mí. Cerré los ojos para no ver cómo miraba a Brandon después de lo que le acababa de hacer. Él tenía razón, no la lastimaría. No quería que él la tuviera, pero Brandon nunca le haría lo que yo le estaba haciendo en ese momento. Mis dedos se encajaron en las caderas de Kristen cuando escuché la suave voz de Harper. Yo había hecho eso: le había quitado el descaro y había hecho que volviera a ser esa tímida e insegura Harper. —Bueno… yo… uh… los veo esta noche, supongo. Adiós a todos. —Harper —Brandon la llamó, y sentí como si alguien me hubiera golpeado en el pecho. Necesitaba eso, que ellos se conocieran, pero no quería que pasara.

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Sostuve la cabeza de Kristen y me volteé para ver los ojos de Harper abrirse y sus mejillas sonrojarse mientras veía a Brandon caminar hacia ella. Él le ofreció la mano y le dijo algo, pero estaban demasiado lejos como para escucharlos. Ella le sonrió alegremente y de nuevo sentí como si alguien me golpeara. No creía haberla visto sonreír hasta ese momento. Y ni siquiera era a mí. Brandon no podía quitar sus ojos de ella mientras caminaban hacia las puertas y salían. Me decidí: no podía dejar que eso sucediera. —Arriba, Kristen. Párate —podría decirse que la empujé para que se quitara y caminé unos pasos hacia Bree, quien estaba hablando con Zach sobre la fiesta de esa noche—. ¿Tú y Harper planean quedarse todo el fin de semana o sólo irán a la fiesta? Me miró como si fuera tonto. —Uh… nos quedamos. Y tendremos tu habitación. —Siempre. Empaquen, en ese caso, nos vamos en una hora y media. Iré por mi princesa. 34

—No seas malo con ella, Chase.

Sacudí mi cabeza mientras atravesaba las puertas. No podía decidir todavía cómo le iba a llegar, pero necesitaba separarla de Brandon. Tan pronto salí, los vi, y no pude evitar que aquel gruñido escapara de mi garganta. Estaban parados, cerca, y sólo mirándose a sí mismos. Iba a parar eso. Ya. Caminé hacia ella y, sin dejar de moverme, le agarré el brazo. Simplemente me la llevé. —Anda, PG, vámonos. —¡Chase! ¡Detente! —jaló su brazo para liberarse y me miró como si quisiera tirárseme encima. Mi princesita fiera—. ¿Cuál es tu problema? —Las voy a llevar a ti y a Bree a la casa, y necesitas empacar para el fin de semana, así que vámonos. Harper evadió mi mano cuando intenté agarrarla de nuevo y me miró, claramente confundida. —¿El fin de semana? ¿Qué? —Te vas a quedar conmigo; ve a empacar.

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—Bueno, espera. —Harper… —Vete, Chase. Iré a tu cuarto en un minute. Ve a buscar a Bree. Sí, ajá, cómo no. Me paré detrás de ella y fijé mi mirada en Brandon. Él la estaba mirando como si fuera su jodido mundo, y me entraron ganas de colocar un estadio de fútbol entre ellos dos. —Lo siento. Aparentemente, tengo que irme. ¿Nos vemos esta noche? Brandon sonrió y su mano acarició el brazo de Harper. Casi le doy un tirón para separarla de él. —Nos vemos esta noche. Me encontré con su mirada cuando sus ojos miraron hacia los míos. Sólo levanté una ceja y él asintió antes de irse. Mi princesa siguió con esa actitud de gatito fiero todo el camino de vuelta al dormitorio que compartía con Bree, quien ya estaba empacando. Incluso mientras empacaban, Harper no se acercó a donde yo estaba. Sonrió de nuevo con esa sonrisa falsa, al parecer las únicas que me daba a mí, y levantó su maleta mientras decía con una voz dulce como el azúcar: —¿Por qué no eres bueno y cargas esto por mí? Mis labios se crisparon. ¿En serio no se daba cuenta de qué tan linda era? Trató de pasar junto a mí, pero yo enrosqué mi brazo en su cintura, jalándola hacia mí para susurrar en su oído. —Cualquier cosa por ti, cielito. Su cuerpo se inclinó hacia el mío y la escuché quedarse sin aliento cuando sus manos se posaron sobre mi pecho. Mi corazón comenzó a palpitar más fuerte y no dudé que ella pudiera sentirlo, si no era escucharlo. Sus enormes ojos miraron hacia los míos y, de repente, se endurecieron al mismo tiempo que empujaba mi pecho para que la dejara ir. —Por Dios, cómo jodes. —¡Whoa, whoa! ¿Acabas de decir “jodes”? No estoy seguro de que lo apruebe tu PG.

Ella me miró sarcásticamente y salió por el pasillo hacia el estacionamiento. Para cuando Bree y yo salimos, ella estaba sentada en la

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banqueta mandándole mensajes a alguien en su celular, pero su cara de enojo no se había ido todavía. Oh, bueno, me gustaba así. Ya que estuvimos de vuelta en mi casa, se rehusó a verme o hablarme aun cuando éramos los únicos en la sala, y ella finalmente se rindió al echarse en uno de nuestros sillones. Observé sus piernas desnudas moverse de atrás hacia adelante mientras miraba… ¿las noticias? ¿Quién diablos ve las noticias? ¡Especialmente una muchacha de dieciocho años! Sacudí mi cabeza y sonreí para mis adentros al mirar de nuevo sus piernas. Antes de que pudiera detenerme a mí mismo, ya estaba cruzando la sala, levantando sus pies y sentándome en el sillón. Puse sus piernas de nuevo sobre mi regazo y tuve que abstenerme de acariciarlas con mis manos. Mi princesa se había puedo rígida momentáneamente, pero no movió sus piernas, y su cuerpo se fue relajando lentamente de vuelta en el sillón. Tuve que morder mi mejilla para no sonreír.

Recorrí lentamente su cuerpo con la mirada y terminé en sus mejillas rojas; sus dientes estaban mordiendo su labio inferior. Me concentré en uno de sus nuevos piercings el cual me había llamado la atención toda la tarde y de repente deseé no haber puesto sus piernas sobre mí. Tendría que agradecerle a Bree por convencerla de hacerse aquella perforación, pero no podía imaginar a Harper dejando que alguien la persuadiera de hacer algo así. —Al parecer, mi Hermana ya está influyendo mal en ti. —¿Quiero saber de lo que estás hablando? —Hablo de esto —toqué la parte que está justo encima de su labio y tuve que guardarme otro gemido cuando ella se estremeció. —¿No te gusta? —Nunca dije esto, te hace lucir tan sensual —“sensual” se quedaba corto—. Pero estoy decepcionado de que dejaras que te llevara a esas cosas. Creí que no te dejabas influenciar tanto por las personas.

Quitó sus piernas de las mías toscamente y le iba a preguntar cuál era su problema cuando vi su expresión, y la pregunta murió en mis labios. —No es que te incumba, pero yo fui la que lo quise. No sabía que ella también quería tener uno, y ciertamente no dejaría que alguien me llevara a hacer algo como eso. Me alegra saber que pienses tan bien de mí.

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Sin otra palabra, saltó del sillón y se fue a uno de los pasillos hacia mi habitación.

¿Pero qué demonios? ¿Por qué hacía cosas como esa? Como con Kristen esa mañana, ¿por qué tenía que lucir como si la estuviera lastimando más que como si sólo la hiciera enojar? Decidí que necesitaba que ella estuviera lejos de mí. Había llegado a la conclusión de que yo no podía estar lejos de ella ni aunque lo intentara, así que necesitaba que ella se fuera. Cuando me miró como si la estuviera lastimando sólo probó que todo lo que me demostraba era sólo eso, una demostración, y estaba matándome. Me levanté para seguirla justo cuando mi teléfono sonó. Brandon. Suspiré y contesté mientras salía de la casa. —¿Sí? —De acuerdo, no volveré a preguntarlo otra vez, eres como un hermano para mí, así que necesito saber: ¿hay algo entre tú y Harper? —Me estoy cansando de toda esta mierda. No. Sólo es otra chica.

Brandon se rio una sola vez. —¿Entonces por qué sigues mirándome como si quisieras romperme la cara? —Yo no hago eso —contesté, con los dientes apretados. —Bueno. ¿Está ella ahí? —¿Qué? —Ahí vas de nuevo, hermano —suspiró y escuché que su Jeep arrancaba—. Quiero hablar con Harper, ¿le puedes dar tu teléfono?

Mantuve la boca cerrada y apreté los dientes mientras abría la puerta corrediza de cristal, sólo para encontrarla en el sillón de nuevo. Le extendí el teléfono y se exaltó ligeramente cuando dije: —Es para ti.

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Me miró confundida, y dentro de su mirada todavía había algo del dolor causado esa mañana. —Ho… ¿hola? Sus ojos se abrieron al mirar a la pantalla del teléfono antes de volver a ponérselo en el oído, y una mirada cruzó su cara al relajarse en el sillón. —No me importa, ¿qué hay? —aquella hermosa sonrisa suya se hizo aún más grande antes de que pudiera morder su labio, tratando de contenerla—. Eso suena bien. ¿Quieres que nos veamos en algún lugar? — Se acomodó en el sillón antes de contestar—. Nos vemos. Prácticamente me arrojó el teléfono antes de correr hacia el pasillo y golpear lo que solamente podría haber sido mi puerta. —¡Brandon vendrá a recogerme para ir por café! —eso fue lo último que escuché antes de regresar a zancadas a mi camioneta.

Un par de horas después, justo acababa de terminar de arreglar todo para la fiesta cuando Harper entró a la casa. Sus ojos estaban nublados y se sonreía a sí misma cuando pasó justo al lado de mí hacia mi habitación. ¿En serio? Inhalé profundo y saqué el celular de mi bolsillo. Respondió al primer tono. —La regresé a salvo, Chase. —Ya vi. —Bien, entonces ¿qué onda? Tengo una clase más esta noche, pero después estaré en tu casa. Me arrastré por el pasillo, pero podía escuchar la voz de Harper hablando emocionada con mi hermana, así que me dije que podía estar segura por un rato. —Aléjate de ella, Brandon, ¿entendiste? —En serio, hombre, esto se está volviendo viejo. ¿Cuál es tu problema? Me conoces, y sabes que no haría nada para lastimarla. —Sé que no eres un idiota con tus novias, pero eso no significa nada. Ella necesita a alguien que proteja todo sobre ellas, y te conozco, así que sé que no puedes ser ese alguien. —¿Qué diablos? ¿Proteger todo…? ¿Quién te crees? ¡Claro que lo haré!

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Tal vez fuera un chico de esos que tienen relaciones amorosas, pero sabía que no era virgen, y necesitaba que mi Princesa se permaneciera así. Así que no, él no protegería todo sobre ella porque dudo que ella le dijera. —No la conoces. Esto no debería de ser nada muy importante para ti. Aléjate de ella. —¿Tú sí la conoces? Mira, estoy seguro, por Dios, sé que esto suena loco, pero no podré mantenerme lejos de ella. Jamás había conocido a ninguna chica como Harper, así que supéralo, coño. Me congelé. —Por última vez, y espero que ahora sí quede claro, hermano, ella es mía. Ha estado una vez en mi cama, y lo estará de nuevo el fin de semana. ¿Lo entendiste? No—te—le—acerques.

Brandon se quedó callado por unos segundos antes de que pudiera hablar de nuevo. —¿Tuya? Me estás encabronando, hombre. No voy a discutir esto contigo, es algo de ella. Hay algo en ella. Y no me alejaré hasta que me lo pida.

Antes de que pudiera decir algo más, colgó y apreté mi teléfono fuertemente mientras escuchaba la risa de Harper desde el otro extremo del pasillo.

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Capítulo 4 Traducido por: Rodrigo Vega Corregido por: Katherine Pizarro

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scuché que alguien decía mi nombre y levanté mi cabeza

lentamente del cuello de Natalie. Usualmente no pasaba mucho tiempo con una persona, y esta era la quinta vez en dos semanas que me veía con ella. Pero todavía teníamos nuestro acuerdo. Ella todavía tenía un novio, y ella sabía que había demasiadas chicas queriendo ver si podían engancharme con ellas ahora que la escuela había empezado. Era mucho más fácil cuando la otra persona conocía todas las reglas. — ¿Qué? —la voz de Harper se coló en mi ya alborotada cabeza y mis ojos los encontraron fácilmente a ella y a Brandon. Le había dicho que se alejara. Se inclinó ligeramente hacia ella y habló con suavidad. Ella lucía sorprendida y sus ojos centellearon en los míos y se redujeron a rendijas. Le guiñé un ojo y vi sus mejillas enrojecerse mientras Natalie miraba sobre su hombro a mi Princesa antes de reclamar mi boca con la suya. Se mordió suavemente el labio inferior y me incliné más hacia ella. — Así que es ella, ¿eh? Justo cuando iba a preguntar a quién se refería, su lengua se encontró con la mía y envolvió sus brazos alrededor de mi cuello. Harper se rio y mis dedos se clavaron en sus caderas. ¿Qué diablos decía que era tan gracioso? Comencé a alejarme de ella, pero Natalie me mantuvo cerca, separando sus labios lo suficiente como para susurrar: — Te está volviendo loco, Chase. Deberíamos darle un poco de su propia medicina. Me alejé de ella y la miré como si estuviera loca. ¿Estaba leyendo mi maldita mente?

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— Natalie, ¿de qué demonios hablas? Guiñó sus ojos azules como si hubiera algo en ellos y habló con una voz tan dulce, justo como había sonado Kristen esa tarde. — La señorita poca—cosa por allí con tu amigo. Has estado actuando raro estas últimas dos semanas y ahora todo tiene sentido. — No sabes de lo que estás hablando. — Chase —Drew me dio un codazo y me solté de Natalie sacudiendo mi cabeza para volver a mirar a mi princesa de ojos grises—. La mesa está lista, ¿quieres jugar Beer Pong? — Ajá, vamos —instantáneamente salí hacia la sala y vi a Harper y a Brandon sentados en uno de los sillones. Estaban cerca, tan jodidamente cerca. Comenzaron a inclinarse más cerca y me alegré de que ella estuviera de este lado del sillón. Me incliné sobre su brazo, la tomé de la cintura y la cargué sobre mi hombro, lejos de él. — ¡Que comience el torneo de Beer Pong! — ¡Chase! ¡Bájame! — Ni hablar. ¡La princesa necesita su trono! —y además, estaba disfrutando tener su culo al lado de mi cara y mis manos en su cintura. Juro que gruñó, y yo no pude hacer nada más que reírme, especialmente cuando sus diminutos puños comenzaron a pegarme en la espalda y todo su cuerpo se retorcía en un intento de bajarse. No podía resistir más, ahí estaba, moviéndose… golpeé su trasero y ella se congeló por dos segundos antes de volver a pegarme con sus puños al mismo tiempo, mientras gritaba: — ¡Si no me bajas, voy a cumplir mi última amenaza! Brandon entró en mi campo visual y cruzó sus brazos sobre su pecho al mirarnos, y mi risa murió cuando solté a Harper. Odiaba ver ese brillo posesivo y preocupado cuando la miraba. Bueno, en realidad odiaba que la mirara. Me la llevé de la cocina y esperé hasta que estuviéramos en la puerta de entrada antes de volverme y jalarla cerca de mí. — No te quiero con él. — ¿Cuál es tu problema con él? ¿Hay algo que te haya hecho que quisieras compartir? ¡Te miró! — No es lo suficientemente bueno para ti. — ¿Y cómo sabes lo que es o no es bueno para mí? ¡Ni siquiera me conoces! De repente, las manos de Brandon estaban en sus hombros y me di cuenta de que la había estado sosteniendo contra mí. Solté su brazo y me alejé un

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paso mientras miraba con ojos de pistola sus manos, que estaban subiendo y bajando por los brazos de ella. — ¿No te había dicho que te alejaras? — No creo que sea asunto tuyo. No, pero realmente quiero que lo sea. Miré la cara inocente de Harper mientras una guerra se desataba dentro de mí: lo que yo quería contra lo que ella necesitaba. — Si la lastimas, juro por Dios que te rompo el cuello. Pasé junto a ellos para entrar a la cocina y, agarrando una botella nueva de Patrón, caminé hacia uno de los pasillos fuera de la sala. No me molesté con tomar un vaso, no había necesidad de uno a este punto. La chica que estaba en la entrada con mi mejor amigo me estaba volviendo absolutamente loco, y lo odiaba. — Así que no sabes de lo que hablo, ¿eh? Miré a Natalie y sostuve su mirada mientras tomaba otro trago de la botella. Cerré los ojos y disfruté el calor que emitía en mi pecho. — Cállate, Natalie. — Sólo decía… — ¡No quiero oírlo! El ambiente era animado en la cocina, y puse los ojos en blanco al tomar trago antes de limpiarme los labios con el antebrazo. — ¿Quieres que te ayude a relajarte? —preguntó Natalie con voz ronca, y comenzó a desabrocharse los botones de su camisa. Dejé que mis ojos se posaran sobre el cuerpo alto y delgado de Natalie. — Luego —dije mientras volvía a la cocina para asegurarme de que no dejaran que mi Princesa jugara. Pero por supuesto que estaba jugando, y Brandon jugaba contra ella. ¿Cómo era esto protegerla? La vi reírse exageradamente con todos y coquetearle más de lo necesario a Brandon. ¿Quién le enseñó a usar esa mirada cautivante con sus largas pestañas? ¿Y quién le dio esos shorts? Mataré a Bree por llevarla a la plaza si fue para esto. Nadie más necesitaba mirarla. Me acordé de la falda de Natalie apenas existente y agradecí que tan siquiera no fuera una de esas las que estuviera usando Harper. Tomé otro trago y casi me ahogo al ver que Brandon caminaba hacia mi Princesa y la besaba, la levantaba y se la llevaba a la sala. ¿Qué demonios era esto y dónde estaba la Harper pura como la nieve? Sus piernas se envolvieron en su cintura y cuando él se sentó, su cuerpo se arqueó sobre el de Brandon.

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Salté del mostrador demasiado rápidamente y tuve que agarrarme de la puerta de la despensa para no caer, pues el alcohol ya había empezado a surtir efecto. — Calmado, tigre —Natalie envolvió mi cintura con uno de sus brazos y comenzó a jalarme hacia la sala—. Yo también los vi. ¿Estás listo para relajarte ahora? ¿Con Natalie? Por una vez, no. No lo estaba. Pero con la manera en la que Harper estaba actuando, claro que iba a aceptar. Dos pueden jugar este juego, Princesa. Dejé que mi brazo cayera alrededor de sus brazos y asentí una vez. — Vamos. — Cálmate —susurró Natalie, y tomó mi mano. Mi mano se cerró en un puño al mirar a Brandon besar el cuello de Harper. Sabía que esto iba a pasar. Él no tenía idea porque ella estaba actuando como una pinche zorra, y muy pronto una de las mejores cosas de Harper habrá desaparecido. Era tiempo de jalar el freno de emergencia de Brandon. Si no fuera por el hecho de que seguramente iba a odiarme, no podía dejar de sonreír. — Esto es demasiado para tu PG rating. Los ojos de mi Princesa se abrieron al verme ahí y saltó fuera de las piernas de Brandon. Bien. Brandon me echó un rápido vistazo y de hecho pude ver mis palabras haciendo click en su mente. Miró a Harper, confundido. — Espera, ¿“PG” es el rating que te dieron? Así es, hermano. Mi rating para mi chica. — ¿Qué? ¿No te dijo? Mi Princesita era lo más virgen que alguien podía llegar a ser hasta que te conoció. Ahora sólo es virgen, así que creo que ahora podemos elevarla a PG—13. Estoy seguro de que está lista para deshacerse de todo esto por completo. Tal vez tú tengas más suerte de la que yo tuve —apreté los dientes y traté de no terminar mi frase con un “Pero te mataré si la tocas más de lo debido”. Natalie se rio suavemente y sacudió su cabeza pero se quedó callada hasta que llegamos afuera. — Dios mío, no puedo creer esto. Me separé de ella y no pude evitar mirar la sala a tiempo para ver a Brandon de frente a las puertas corredizas y a Bree hablándole animadamente. Se veía furioso. No lo culpé, pero tampoco me importó. — Chase Greyson está enganchado. — No estoy enganchado, Natalie.

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— Creo que no te quieres relajar de la manera que tenía en mente, ¿cierto? Bree caminó por el pasillo que llevaba a mi habitación. ¿Se habría ido ahí Harper? Brandon levantó la mirada y se encontró con la mía, y realmente parecía listo para asesinar a alguien. Sonreí y su cabeza se volteó hacia el pasillo segundos antes de irse por ahí. Mierda, ella debía estar ahí. Por Dios, ¿la había hecho llorar? Caminé dos pasos hacia la puerta antes de que Natalie agarrara mi brazo. — Creo que esa no es una buena idea en estos momentos. — Tengo que… — No, lo que tienes que hacer es calmarte de una buena vez antes de que la situación se vuelva peor. No me malinterpretes —se rio y rebuscó en su bolso antes de sacar un contenedor metálico—, lo que vi no tuvo precio, especialmente al involucrarte. Pero he visto a tu amigo pelear, y se veía enojado, así que tal vez quieras mantenerte alejado de él. Miré a Brandon irse a su cuarto y Bree salió de la casa hacia nosotros con una mirada en su cara que me habría hecho sentir orgulloso si no hubiera estado dirigida a mí. Abrió la puerta y extendió la mano mientras seguía golpeándome en su mente. — La llame, idiota. Ahora. Ouch. Supongo que me merecía eso. La saqué de mi bolsillo y la dejé en su mano. — Yo también te amo, hermanita. — Vete al diablo, Chase —resopló y azotó la puerta. Realmente quería estar en su lugar. — Eh, qué linda —dijo Natalie detrás de mí. Escuché el click de un encendedor y me al voltearme vi a Natalie encendiendo un cigarrillo de marihuana. — ¿En serio, Natalie? Deja esa mierda. Nada de drogas en o alrededor de mi casa —legalizado o no. Mucho había cambiado y cualquier cosa podría salir mal. De por sí, los sillones de la casa estaban a rebosar de alcohol, ya no necesitaba ninguna otra ayudadita de ella. System of a Down comenzó a sonar y saqué mi teléfono. — Es la tienda, tengo que contestarla. — Por Dios, te pusiste aburrido en el verano. — Entonces siéntete libre de irte. Ya sabes por qué he seguido contigo estas últimas semanas, y obviamente ya acabé con eso, así que vete —vi cómo se alejaba y tuve que enfocarme en la pantalla del teléfono para apretar el botón verde en vez del rojo—. ¿Sí?

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— Oye, hombre, lo siento; sé que tienes la noche libre pero ya cerramos y unas personas te están buscando. ¿Puedes venir? Bree salió de la casa y caminó junto con el chico que había traído para esa noche. ¿Dónde está Harper? — Eh, no, Brian. Lo siento, pero no puedo ir esta noche. — Hay un par de chicas que preguntan por ti. — Es genial, pero apenas y puedo permanecer de pie y no hay forma en la que pueda conducir o agarrar la pistola lo suficiente como para hacer un tatuaje, sin mencionar hacerlo de lo que ellas pidan. Brian se rio fuerte alejando el teléfono y luego volviendo a acercárselo. — Oh, extraño la universidad. Está bien, nos vemos mañana. Haz todo lo que yo nunca haría, necesito vivir a través de ti ahora que estoy atado a esto. — Bien. Eso es lo que le diré a Marissa la próxima vez que la vea. — Hazlo y lo negaré. Volví a mirar por las puertas de cristal; Harper seguía sin aparecer. ¿La había molestado tanto? Brandon tampoco estaba. Le juré a Dios que si estaban juntos en mi cama, no iba a amenazar a nadie, iba a hacerlo. — Sí, sí, mira, me tengo que ir. Nos vemos mañana. — Adiós. Ya estaba caminando por el pasillo antes de que pudiera cortar la llamada. Gracias a Dios que la puerta no estaba cerrada porque la azoté contra la pared al abrirla. Casi grito de alegría al no verme frente a Brandon, pero me maldije a mí mismo por hacerla querer estar así de sola. — ¿Puedes dejarme sola? Casi me rio. No. — De nuevo, Princesa, estás en mi habitación. — De acuerdo, entonces me iré —saltó de la cama y trató de caminar a lado de mí, pero la sostuve—. ¡Chase! ¡Suéltame! — No hasta que me hables. — ¡No hay nada de qué hablar! Había todo de qué hablar. — Lamento haberte lastimado, pero es que estaba demasiado enojado. — ¿Tienes idea de lo inmaduro que suenas? ¿Decides lastimarme porque estabas enojado? ¿Qué te he hecho yo, Chase? ¿Y por qué siempre termino con tus manos encima? Suéltame. ¿Tal vez porque quiero tocarte y siempre huyes de mí? — ¡Porque no te detienes a hablarme por cinco minutos! — Entonces deberías entender que no quiero hablar contigo. ¡Respóndeme! ¿Qué te hice para que te enojaras?

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¿Creyó que me hacía enojar? ¡Pues sí! Pero no. Demonios, me estaba confundiendo a mí mismo. Yo me molestaba, Brandon me molestaba a pesar de que me había preguntado demasiadas veces si había algo entre Harper y yo. No los quería juntos, la quería a ella para mí, pero no podía estar con ella. Espera… ¿qué? ¿Por qué diablos tomé tanto esta noche? Lo que siento por ella ya es lo suficientemente confuso cuando estoy sobrio, pero esta noche siento como si alguien necesitara ponerme una camisa de fuerza y meterme en un cuarto acolchado. — ¡Nada! No hiciste nada… ¡no estoy enojado contigo! — ¡En serio, me estás lastimando! ¡Suéltame y déjame sola! ¿Lastimándola? ¿Cómo estaba lastimándola? ¡Trataba de protegerla! — ¡Qué diablos, Chase! Dios mío, ¿y ahora qué? Me di la vuelta y apenas vi a Brandon, Bree, Brad y a Derek en la puerta antes de que el puño de Brandon volara hacia mi cara. Diablos, esto va a doler horrores. ¿Por qué está tan brillante? ¿Dejé la luz de mi cuarto encendida? Gemí y rodé para poner mi cara en la almohada… ¿qué diablos? Mis ojos se abrieron y vieron verde debajo de mí, y cuando me incliné hacia arriba vi que era pasto. ¿Quién demonios me puso afuera? Con otro gruñido, mis brazos flaquearon y me caí de frente en el pasto mojado. Eso dolió. Volteé mi cabeza hacia un lado y me sobé la barbilla. La escena de anoche centelleó en mi mente al oír a alguien gritar dentro de la casa. Me levanté del pasto y me quedé parado por unos minutos, comprobando que podía mantenerme en pie. Por Dios, qué borracho me siento. — ¡Chase, abre la puerta! Era Brandon. Observé la casa y suspiré. — Con gusto —murmuré, y corrí las puertas de cristal. Ugh, alguien necesita decirle al sol que se vaya por un par de horas. Froté mis ojos y abrí la puerta para encontrarme con Brandon tocando la puerta de mi cuarto—. ¿Por qué estás gritando? — ¡Hijo de puta! —gritó Brandon, y comenzó a caminar hacia mí. ¿En serio? Seguramente este bastardo se quedó sin nada qué tomar ayer, es demasiado temprano para pelear. — ¡Brandon! —chilló Harper y se paró frente a mí. Eso me despertó. Diablos, no. La tomé de la cintura y la jalé hacia atrás antes de ponerme en frente de ella. No sabía qué estaba pasando, pero lo que sea que fuera obviamente nos involucraba a los tres. Y aunque sabía que Brandon jamás golpearía a una mujer, no iba a dejar que Harper se acercara a una pelea, ni decir dejar que se pusiera en medio de una. Me preparé para cuando Brandon volviera a pegarme, pero la chamaquilla volvió a ponerse en medio. — No. Brandon, ¡para! —dijo exasperada, y alcancé a agarrarla y jalarla hacia mí, pero puso su mano en mi pecho.

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— Harper —gruñó él—. Por favor, muévete. — No. Oh, mi Princesa necia. Me preparé para volver a jalarla cuando se alejó de mí y fue caminó hacia Brandon, poniendo ambas manos en su pecho. Eso dolió más que cuando me caí en el pasto sobre mi ya adolorida mandíbula. — ¡Tienes que estar bromeando! Él… Ella lo interrumpió, pero me hubiera gustado saber qué fue lo que hice esta vez. — ¿Alguien nos puede decir qué pasa? —preguntó Brad desde algún lugar detrás de mí. Estaba a punto de preguntar lo mismo que él cuando Harper jaló la cabeza de Brandon hacia abajo y lo besó. Al diablo con estar parcialmente borracho y parcialmente crudo. Estoy listo para esta pelea. La mirada de Brandon se levantó para encontrarse con la mía antes de volver a mirar a mi Princesa y exhalar sonoramente. Le susurró algo al oído y la cargó, caminando con ella fuera de la sala y hacia el pasillo que daba a su habitación. ¡Ella no era una niña! Podía caminar perfectamente bien. — Chase, ¿ahora que le hiciste? —preguntó Bree con un tono acusador. No sólo no respondí porque no supiera, sino porque seguía ávido de pelear con Brandon, y cualquiera que se metiera en mi camino no disfrutaría estar alrededor de mí hasta entonces. Caminé hasta su habitación y escuché murmullos. Golpeé la puerta y la abrí. Brandon estaba sentado en la cama pero se paró de un brinco al verme, y por una fracción de segundo, me emocioné pensando que pelearíamos. Pero entonces mi Princesa de ojos grises puso su mano en el pecho de él y aquel bastardo dejó de caminar. — Bueno, acaban de despertar a toda la casa. ¿Les importaría decirme qué pasa aquí? Por una parte, Brandon lucía listo para matarme. Por otra, parecía como si quisiera alejar a Harper de mí. Sabía exactamente cómo se sentía. Harper suspiró y rompió el silencio. — Chase, ¿qué tan borracho estabas ayer? Lo suficiente para seguir borracho en este momento. — No lo suficiente como para olvidar por qué me duele tanto la barbilla. — Bueno, pues te merecías eso. Estabas siendo muy grosero. Aparentemente, esa es la única manera en la que sé comportarme cuando estoy con ella. Sacudí mis brazos. — ¡Sólo estaba hablando contigo! Brandon jaló a mi Princesa hacia él. Antes de que pudiera hacer algo, le levantó las mangas de la blusa a Harper y preguntó ásperamente — ¿Esto es sólo hablar con ella?

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¿De qué estaba…? Puta madre. Sentí como si alguien me hubiera golpeado en el estómago. No, no. Yo no le había hecho eso. Nunca le haría eso a ninguna chica, y mucho menos a Harper. ¿Cuándo le había hecho algo así? Escenas de la noche anterior flotaron hacia mi mente. “¡En serio, me estás lastimando!”. Dios mío… No. Sacudí mi cabeza y la observé. En su cara había cierta… ¿comprensión? ¿Por qué tenía que mirarme así? Si había algún momento en el que tendría que mirarme con cara de odio, era este. — Por Dios, Harper, yo no… yo… — ¿qué diablos me sucedía?—. Harper, lo siento mucho. No tenía idea, te juro que nunca quise lastimarte —yo no podía haberla lastimado, no así. Habría intentado mantenerla lejos de mí, ¡pero no habría hecho esto! Caminé un paso hacia ella, ignorando el gruñido de Brandon, y puse mis dedos en el gran moretón que había en su brazo. Yo había hecho eso, había lastimado a esa perfecta, inocente y frustrante chica. — Harper —se me cortó la voz, y tuve que carraspear varias veces antes de volver a hablar—. ¿Podemos hablar en privado? Ni siquiera me importó al ver que Brandon la besaba y le decía algo suavemente. Lo único que podía ver eran los moretones en sus brazos. La besó y sentí que una parte de mí moría y ya no podía encontrarla dentro de mí de nuevo. Tan pronto como se fue y escuché que la puerta se cerraba, exhalé profundamente. — ¿Estás bien? Ugh, por Dios, es una pregunta estúpida, claro que no lo estás. — No, lo estoy. Estoy bien. — ¿Cómo puedes decir eso? — Pues porque lo estoy. No me duelen, ni siquiera noté que estaban ahí hasta que Brandon las vio. ¡Tan necia y frustrante! ¡Grítame! Dime que me odias y que no quieres volver a verme, lo que sea; simplemente no actúes como si no fuera nada. — Yo no… nunca quise lastimarte, te lo juro. Sus manos se posaron alrededor de mi cuello y me jaló hasta que mi frente descansaba sobre la suya. Estaba impresionado por lo que Harper hacía, ni siquiera podía empujarla lejos como sabía que debía hacer. Mi respiración se volvió temblorosa. ¿Qué tenía esta chica? — Sé que no quisiste hacerlo, Chase. En serio está bien; tú estabas borracho, y yo estaba siendo muy terca. Ahí va de nuevo. — No hagas eso. No actúes como si estuviera bien cuando no lo está. Hacer esto con todos. Y, por favor, no trates de exculparme. Sí, estaba borracho, y no siempre me dio cuenta de lo que hago después de beber, pero no es excusa, Princesa. Su risa suave y la manera en la que apretaba suavemente mi cuello hicieron que le diera un vuelco a mi corazón.

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— Bueno, entonces tal vez deberías dejar de beber. — Tal vez —si fuera a mi manera, Harper y yo no estaríamos parados en el cuarto en este momento, ni tampoco estaríamos acostados el uno contra el otro. Yo sólo sería el hermano de su compañera de habitación que la molestaba. Pero cuando se trataba de Harper, yo ya no tenía control de nada. Me consumía de todas las formas posibles. Mi cerebro me decía que corriera de ahí para mantenerla a salvo, para evitar que estuviera con alguien como yo, pero tenía mi corazón al cien y estaba ganando. La quería, la quería para mí y sólo para mí. No para Brandon, aunque sabía que era mejor para ella. Pero eso no importaba en ese momento; lo único importante era que uno de mis mejores amigos me estaba ganando a la única chica que jamás había significado algo para mí—. ¿Por qué él, Harper? — ¿A qué te refieres? — ¿Por qué Brandon? Nunca habías sido besada antes, ¿por qué elegirlo a él para cambiar eso? — ¿Por qué no Brandon? Resoplé. Porque yo estoy aquí, quiero nada más que amarte para siempre. — ¿Por qué te molesta tanto, Chase? — Porque te mereces a alguien que se dé cuenta de lo maravillosa que eres. No puedes simplemente dejar que el primer chico que te guste te bese. — Estás actuando como si hubiéramos hecho algo más, y lo único que hicimos fue besarnos. Además, ¿quién eres tú para juzgar a quién debo o no besar? Quitó sus manos de mis brazos y se fue a sentar a la cama; demasiado lejos de mí. La seguí y pose mis manos a ambos lados de ella. Recargué mi frente sobre la suya. — Por favor, no lo hagas. No hagas algo más que besarse. No le des todo. No te merece, Harper. — ¿Y quién sí, Chase...? ¿Tú? ¿Por qué tenía que hablar con esa voz suave y entrecortada? ¿Por qué su pecho tenía que subir y bajar tan rápido? Sólo tenía que decir una palabra y podía hacerla mía. Dilo. ¡Dilo, bastardo estúpido! Cerré los ojos y alejé mi cabeza de la suya. — No. Yo tampoco te merezco. Necesitas a alguien que te aprecie, que te proteja, y que te cuide. Alguien que se dé cuenta de que jamás podrá encontrar a alguien como tú en todo el mundo, sin importar qué tanto buscaran —volví a mirar sus suaves ojos grises y la lucha interna dentro de mí continuó: lo que yo quería contra lo que ella necesitaba, de nuevo.

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Sin pensarlo, me incliné hasta que pude sentir su aliento contra mis labios; habría dado lo que fuera para besarla. Justo cuando comenzaba a cerrar ese diminuto espacio entre nosotros, su voz me detuvo y me regresó a la realidad. —Chase… — Aquella primera noche me di cuenta de que nunca había conocido a una chica como tú. Pero te mereces a alguien que te haya esperado tanto tiempo como tú lo hayas esperado. Y no importa qué tanto desee ser ese chico, no puedo serlo, Harper —me incliné hacia atrás y ella se echó en la cama con un suspiro. No pude contenerme y me recliné sobre ella y besé su garganta. Era todo lo que podía permitirme—. Eres maravillosa, Harper. Y nunca habrá nadie lo suficientemente bueno para ti. Iba a pararme cuando sus manos tomaron mi cabello y sostuvo su cabeza a centímetros de la mía. Si respiración era pesada, y sabía que la mía también. Esperé a ver qué haría, pero mientras esperaba, sus ojos me dijeron todo lo que sus labios no. Su indecisión, su preocupación. Chica buena. Chica lista. Besaría a Brandon sin pensarlo dos veces pero no podía besarme conociendo el miedo de qué le podría hacer a un chico como yo. Aunque estaba haciendo la mejor decisión para ella, no hizo que me doliera menos; sabía que si me rechazaba, me mataría. Así que me detuve antes de que ella pudiera hacerlo. Dejé que mi nariz se arrastrara hasta su ante brazo para recoger su sutil aroma a vainilla y besé su muñeca antes de quitar sus manos de mí y caminar a la puerta. Me froté allí donde el pecho me dolía y sacudí mi cabeza mientras caminaba hacia la habitación de Brad. El chico con el que Bree había pasado la noche estaba parado con ella cundo entré, lo que significaba que tendría que comprar nuevas sábanas de nuevo antes de que pudiera dormir en mi cama. Si yo no llevaba a chicas a mi cuarto, ella tenía que dejar de traer a chicos. — Chase —me volteé hacia un lado y gruñí al sentir que la cama se volvía a hundir—. Levántate. Tu teléfono está sonando. — Breanna, vete. Unos piececitos me golpearon en las costillas y gruñí. Perra. — Está bien, no vayas al trabajo. Pero después no digas que no hice nada para ayudarte. Oh, diablos. Rodé hasta quedar bocarriba y bostecé. Bree dejó el teléfono en mi estómago. — Ya me desperté. ¿Cómo tenías mi teléfono? — Se te cayó del bolsillo cuando Brandon te golpeó. Apagué la alarma, pero será mejor que te levantes.

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— De acuerdo, mamá —reí y la abracé flojo—. Me bañaré antes de salir. Si algo les pasa a ti o a Harper esta noche, llámame y volveré. — Pff, puedo cuidarme a mí misma. Además, Harper tiene una cita esta noche. Mi cuerpo se endureció. — Ah, y Harper está a punto de meterse a tu ducha para alistarse, así que usa la de Brad. ¿Iba a salir con él? No es que esperara nada más… bueno, eso es una mentira, sí esperé muchas cosas más. Todavía medio esperaba que se diera cuenta de que sentía por mí lo mismo que yo sentía por ella y que dejara a Brandon para encontrar a alguien más. A quien sea. Me apuré a bañarme y vestirme, y caminé por mi cuarto por dos minutos antes de que pudiera resistir más. Encontré la llave en mi escritorio y fui hacia mi baño. El agua seguía corriendo y juro que mis pantalones se hicieron más chicos. Entré y me senté sobre el escusado mientras su voz temblorosa llenaba el baño. — Uh… ¿Bree? — No, soy yo. — ¿Chase! ¿Qué diablos haces aquí? Eh, buena pregunta. ¿Qué estoy haciendo aquí? En este momento, lo único en lo que puedo pensar es en el agua corriendo por su cuerpo desnudo. Gemí y pasé mis manos por mi cara. — Cálmate, Princesa, no voy a mirar —no sé si estaba tratando de asegurárselo a ella o forzarme a mí mismo a no hacerlo. — Podría jurar que cerré la puerta con seguro. — Sabes lo fácil que es abrir la puerta cuando se tiene la llave, ¿cierto? — ¿Podrías salirte mientras me cambio? Ya terminé. Tan pronto como cerró la llave, tomé una toalla y se la lancé a través de la cortina, forzándome a no mirar en esa dirección. — Respóndeme una cosa y me iré —no dijo nada, así que lo tomé como un “de acuerdo”—. ¿Vas a salir con él esta noche? — Sí, Chase, voy a salir con él. — ¿Eso es lo que quieres hacer o lo haces porque yo te dije que no lo hicieras? — Creí que sólo tenía que contestar una pregunta. Chiquilla lista. Por Dios, cómo me volvía loco. — Harper. — No, no lo hago porque me dijiste que no lo hiciera. Sí, realmente quiero salir con Brandon esta noche. Y si me vuelve a invitar a salir de nuevo, te anticipo que le diré que sí. No veo por qué no debería salir con él, y como claramente tú no me quieres, no creo que te incumba mucho.

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Espera, ¿qué? ¿Quién diablos dijo que no la quería? Agarré la cortina por uno de los extremos y realmente esperé que ya se hubiera puesto la toalla mientras la jalé para quedar frente a ella. — No dije que no te quisiera. Dije que no te merecía. — Es prácticamente lo mismo. Ambos sabemos cómo eres, Chase. Follas con cada chica que se mete en tu camino. Simplemente no quiero ser solo otra chica para alguien, y cuando se trata de Brandon, no lo seré. Si puedes convencerme en este momento de que tengo razones para no estar con él, entonces comienza a hablar. Si no, tú y tus palabras confusas deben parar ya. ¿En serio creía que sólo era otra chica para mí? Es decir, claro, le había dicho eso a todos, pero tenía que saber que no era cierto. Y ni siquiera le había dicho eso, ¡le dije lo opuesto! Nunca me había sentido así por nadie, ¿y creía que sólo era otra chica? Pensé en todas las chicas con las que me había visto desde que nos conocimos y me maldije a mí mismo por intentar apartarla de mí. Me había hecho esto a mí mismo. Hasta que no le mostrara lo contrario, no dejaría de creer que no me importaba. Y más que quererla conmigo, no tenía algo bueno que decir contra Brandon. Era el mejor chico que yo conocía, el único chico al que le confiaría a Harper. — Mientras él sea lo que tú quieres, dejaré de molestarte. Recordé cómo había venido esta mañana porque la había lastimado. Sí, él también estaba tan enamorado como yo. Puse mis dedos sobre su moretón más grande y me dieron ganas de matarme. Me incliné sobre la bañera y besé aquel moretón, y luego besé uno más pequeño en su hombro, y luego otro idéntico en su otro hombro. Si tan solo eso pudiera hacer que desaparecieran… — Lo siento, Harper —susurré, justo antes de besar la comisura de sus labios. Ella nunca podría saber lo mal que me sentía por todo lo que le había hecho en aquellas dos semanas de haberla conocido—. Dile a Bree que te dé mi número. Tengo que ir a trabajar esta noche, pero si algo sucede, llámame y ahí estaré. Antes de que pudiera hacer algo más, como sostenerla en mis brazos y nunca dejarla ir, me obligué darme la vuelta y caminar fuera del baño. De por sí ya estaba llegando tarde a la tienda — aunque no le importaba a nadie realmente — pero necesitaba llegar y aclarar mi mente sobre mi Princesa. Esnifé mientras encendía el motor de mi camioneta. Sí, como si eso fuera posible. — ¡Oye, hombre! No estaba seguro si debería esperar a que vinieras hoy o no después de nuestra conversación de anoche. Me reí y golpeé a Brian en la espalda mientras caminaba a mi estación. — Sí, bueno, aquí me tienes esta noche, así que deja de quejarte.

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— En serio, hermano, de perdiste de unas mamacitas anoche, y todo lo que querían era un poco de Chase. — Sí, sobre eso… creo que me olvidaré de las chicas. Se enderezó y giró su silla hacia mí. — Eh… ¿qué dijiste? — ¿Alguna vez has te ha pasado que alguien más quiere a tu esposa? No solo queriéndola porque esté buena, todos sabemos eso, sino como que alguien realmente la quiera, y que ella la quiera a él. ¿No les pasó antes de que se casaran? — Hermano, hubieras comenzado por ahí. Creí que te ibas al otro bando. Entrecerré mis ojos hacia él y comencé a preparar mi estación. — De acuerdo, bien… eh… no realmente. Es decir, algunos chicos la han buscado, y chicas también, pero siempre ha sido Marisa y yo… bueno, excepto esa vez. — Sí —reí y repetí sus palabras—. “Excepto por esa vez”. Pero esa vez habías sido tú, Bri, y no ella. — Como sea. Esa mierda ya quedó en el pasado. ¿Por qué preguntas? Exhalé profundamente. Saqué un par de libretas de dibujo y mire a través de la sala de espera. — Hay una chica… — ¡No puede ser! ¡Chase Grayson está enganchado! — ¿Quieres oírlo o no? Asintió mientras se reía y tomó su teléfono. — Tengo que decírselo a Riss. Sigue hablando. — Bastardo —susurré, y sacudí mi cabeza. Acerqué mi silla a su estación—. No sé qué es lo que tiene que me encanta; no puedo dejar de pensar en ella, y te digo que ya ni siquiera me importan otras chicas. Al principio sólo la quería porque era un reto, pero no habían pasado ni dos horas antes de que lo único en lo que pudiera pensar fuera protegerla y quedármela. — Oh, mierda, la amas. Miré a Brian y me incliné hacia atrás. — Tampoco te pases. Es decir, es diferente. Muy diferente. Sabes que no me pongo así por ninguna chica. Y hay cosas de ella que me vuelven loco en la mejor manera posible, sí, pero no la amo. — Claro que la amas. Se te nota en la cara cuando hablas sobre ella. Hermano, no estás enganchado, estás enamoradísimo. ¿Amarla? Claro que no. Apenas la conocí. Hay cosas que hace que amo, pero no la amo a ella. — No, Brian, te estás adelantando mucho. — Como sea, no discutiré contigo. ¿Cuál es el problema, entonces? Me preguntabas si los chicos iban detrás de Marissa. ¿Hay alguien más que busca a tu chica?

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— Bueno, realmente no es mi chica. Ella es demasiado buena para mí, se merece a alguien lo opuesto a mí. He intentado que ella se dé cuenta de eso también. Pero ahora, demasiado tarde, me doy cuenta de que no quiero que esté con alguien excepto conmigo. Y ahora creo que ella y Brandon están saliendo. Recuerdas a Brandon, ¿no? — Uy, hombre —asintió—, es como tu hermano. — Lo sé, es ridículo; no sé qué hacer. Brandon es el mejor chico para ella, eso lo sé, pero la quiero. Y constantemente la estoy alejando y acercando a mí. Estoy seguro de que lo único que hago es lastimarnos más a los dos. — Mira, Brandon es grandioso y todo, pero estás siendo demasiado duro contigo mismo. Yo no estaría tan de acuerdo en que él es el mejor chico para ella. Yo digo que cualquier chico que la ame como tú la amas es el mejor chico para ella —comencé a decirle que no la amaba, pero me interrumpió—. La amas, y algún día te darás cuenta. — Como sea, ¿qué harías si fuera yo? Sé que debería dejar que esté con él, pero no sé si pueda. — La compararé con Riss porque es justo lo que pienso de ella, así que si alguien tratara de quitarme a mi chica, aunque ni siquiera fuera mi chica todavía, pelearía por ella. No dejaría que Marissa se me fuera de los dedos, y tú deberías hacer lo mismo. ¿Cómo se llama? — Harper. Princesa. Lo que le quede en el momento —Brian levantó una ceja y me encogí de hombros—. La primera vez que la vi, le quedaba ese nombre. Ahora le molesta, pero como que todavía le queda. — Es raro, me quedo con Harper. Me reí. — Cállate. Te caería bien. Está buena, por Dios que está buenísima, y ni siquiera tiene idea. Es lo que siempre he querido en una chica y lo tiene todo. Es sarcástica y a la vez tan dulce como el infierno. Creo que es aún más baja que Bree, y es fiera, pero parece un gatito enojado cuando se pone así —las risas de Brian me interrumpieron y lo miré parpadeando—. ¿Qué? — ¡Chase Grayson está enganchado y enamorado! —gritó lo suficientemente alto como para que se escuchara en toda la tienda, y me le quedé mirando—. Ay, hermano. No puedo mandarle un mensaje a Riss sobre esto, tengo que llamarle y decirle. Ya sabes que te va a empezar a molestar horrores con esto. Y que va a querer conocerla. Mira, yo sé que Brandon y tú tienen un bro— mance o como sea, pero no la dejes ir, hombre. Pensé en mi princesa. Ya la había cagado muchas veces con ella, pero eso ya había terminado. Ya había terminado con todo menos con ella.

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¿No quería que bebiera? Entonces no bebería. Todo eso sucedió cuando cometí errores con otras chicas, y esas otras chicas ya no importarían. Ya no. No sabía cómo iba a arreglar todo lo que había arruinado, pero cambiaría todo de ahora en adelante. La necesitaba. — No lo haré

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Capítulo 5 Traducido por love and psique Corregido Ana♥

N

o vi de nuevo a Harper hasta el lunes, y estaba comenzando a

preguntarme si Brian tenía razón. Con el riesgo de sonar sensible y súper cursi, mi pecho se hincho, literalmente, y mi corazón me abandono mientras la miraba caminar a través del patio con mi hermana. Ella se veía perfecta. Todo sobre ella era perfecto. No tenía que estar aquí sino hasta más tarde, pero sabía que ella iba a estar aquí y esperaba poder mirarla aunque sea un poco. No sabía que iba a decirle, pero necesitaba hablar con ella. Tan pronto como me alejé de Drew y Zach , mis pasos titubearon mientras veía a Brandon caminar hacia ella y tomarla en sus brazos para besarla. Mis manos se cerraron en puños, y tuve que darme la vuelta para no mirarlos. Necesitaba ser inteligente si quería pelear por ella, correr hacia ellos y pegarle a Brandon definitivamente no me daría ningún punto. —Zach, dame papel y un lapicero. —¿Qué? ¿Por qué? —Solo dámelo, rápido. Apreté mi mandíbula mientras me forzaba a no mirarlos. Podía escuchar a Brandon hablar, así que sabía que seguían ahí, en verdad no quería verla en sus brazos de nuevo. Tan pronto como Zach arranco una hoja de papel, rasgué la parte de abajo y garabatee una nota sobre ella antes de regresar el lapicero. —Cuida a mi chica, Bree —escuche decir a Brandon detrás de mí, y juro que gruñí… Hijo de tu puta madre. Mi chica.

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—Chase, ¿Estás bien? —pregunto Zach, y me miraba como si estuviera loco. Yo me sentía así. —Sip. Los alcanzo después, chicos –me voltee y tuve que mirar un segundo antes de encontrar a Bree y a Harper alejándose. Las alcance rápidamente y me di cuenta que no tenía una excusa para hablarles. En el último segundo, pase un brazo por los hombros de Bree, y le pregunté: — ¿Qué pasa, hermanita? —Uh, nada. Pensé que tenías clases hasta más tarde. —Tenía algunas cosas de las que ocuparme temprano, y no me dieron ganas de ir a casa —me había puesto en medio de ella y de mi princesa, así que no fue tan difícil presionar el papel donde decía que se veía hermosa contra la mano de Harper. Tan pronto como sentí sus dedos enrollarse alrededor del papel, dejé que mi mano viajara el trayecto hacia su codo y sonreí cuando la escuche quedarse sin aliento. —¿Vas al día de la familia este fin de semana? —¿Me estas preguntando, Bree? Yo soy el que sí se presentó ayer. —No me culpes, Harper no salía de cama por estar con Brandon. Iba a matar a Brandon. Solo tenía que encontrarlo. —Diviértanse, chicas. Las veré después —le di un abrazo rápido a Bree y un asentimiento de cabeza a mi princesa antes de obligarme a ir a mi camioneta y no a buscar a Brandon. Si golpearlo no me daría puntos, matarlo definitivamente no lo haría.

Era ridículo, pero había evitado estar en mi casa tanto como me fuera posible desde el lunes en la noche que llegue del trabajo y encontré a Harper y a Brandon yendo hacia su cuarto. Ahora, solo estaba cuando sabía que Brandon estaría en clases. Pero, santo infierno, ¿si pudiera salir de mi cuarto y ver esto cada vez que estuviera en casa? Nunca me iría. Harper estaba parada ahí en el bikini más pequeño que el hombre ha conocido, su cuerpo temblando ligeramente, supuse que tenía que ver con el agua que seguía adherida a su piel. No pude evitar disfrutar lentamente de su cuerpo casi desnudo. —Maldición, Princesa. Te ves... —Dios, necesitaba calmarme— Wow.

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—Solo estaba, uh, buscando más toallas. Mantuve mis ojos en ella, incluso cuando puso sus brazos sobre su pecho mientras yo abría el closet a lado mío y sacaba una pila de toallas, solté todas menos la de arriba y la envolví alrededor de sus hombros. —¿Cómo estás? —pase mis dedos por su mejilla, luego por su cuello, y mire mientras sus ojos se cerraban. —¿Huh? Mantuve mis ojos en su cara rejalada hasta que agache mi cabeza bajo su mandíbula y bese su garganta, continuando con mis labios contra su piel mientras preguntaba: —¿Así de bien? ¿Huh? Ella me empujó después de unos cuantos segundos, y no pude hacer otra cosa más que sonreír por su violenta expresión, la cual se había convertido en una se mis favorita. —¿Por qué sigues haciendo esto? —¿A qué te refieres? –traté de empujarla dentro de mis brazos, pero ella se movió hacia atrás y, con la mano con la que no estaba agarrando la toalla contra su pecho, señalo a uno de mi brazos. —¡Esto! No puedes seguir haciendo esto. Ahora estoy con Brandon, tienes que detenerte. No más notas, no tocarme más, no más eso de poner tus labios sobre mí. Esto no es justo para mí. ¿Tienes alguna idea de lo loca que me estas volviendo? Esa mierda de Brandon había comenzado a molestarme, pero tan pronto como ella dijo la última parte, yo estaba sonriendo de nuevo. –¿Te vuelvo loca ahora? —Chase, lo digo en serio. Esto tiene que parar. De. Ninguna. Maldita. Manera. –Dame una buena razón por la que debería detenerme. —Te lo dije. Ahora estoy con Brandon. —Dije que me dijeras una buena razón, Princesa. —¡Esa es una perfecta buena razón! Y es la única que vas a obtener.

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La miré doblarse hacia abajo para recoger las toallas y supe que solo necesitaba decirle como me sentía. Había perdido mucho tiempo confundiéndonos a ambos, que tenía que sacarlo todo. —Harper. Ella apretó sus ojos cerrados mientras me hablaba, y yo quería rogarle que los abriera para poder ver su mirada atormentada. –No Chase, por favor solo… no lo hagas. En verdad me gusta Brandon. Además, tienes muchas chicas las cuales están contentas siendo tratadas como mierda por ti. Yo no soy una de ellas. Ve a buscar a otra chica descerebrada para tirártela y puedas sacarlo de tu sistema. Mierda santa; eso dolió. Retrocedí como si ella me hubiera cacheteado y ni siquiera traté de detenerla cuando se dio la vuelta y camino hacia afuera. Ella aun no lo entendía, aun pensaba que esto era un juego para mí. —Hey, ahí estas –me llamó Brad, y arranqué mis ojos de la puerta trasera para mirarlo. –Wow, ¿estás bien? Asentí y miré hacia la puerta de nuevo. —Ahm, bien. Bueno, antes de que te vayas de nuevo, voy a asar algunas hamburguesas en un rato. ¿Así que por qué no te quedas hasta que tengas que ir a trabajar? No sé por qué has estado tan ausente, pero por lo que sea, todo extrañamos tenerte alrededor. Vamos, todo vamos a estar afuera nadando y pasando el rato hasta después. Un chillido que era claramente de Harper sonó en el patio trasero, y me dirigí a la puerta a tiempo para ver a Harper ser lanzada a la piscina. —Ellos solo están tirando a las chicas a la piscina, cálmate. —Lo sé, es solo que… ¿Que qué? ¿No quería que nadie la tocara? ¿Qué me puse como loco justo cuando la escuche? —Oh mierda, hombre. Por favor no me digas que… —No te preocupes por eso, Brad. Y sí, me quedaré. Él suspiró pero no dijo nada más; me saqué la camisa y pasé una silla por encima de donde las toallas que le acababa de dar a Harper estaban tiradas. Tuve que agarrar mis brazos a la silla cuando Zach tiró a Harper de

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nuevo a la piscina treinta minutos después, pero aparte de eso, me senté con todos y traté de no hacer obvio que no podía quitar mis ojos de ella. Bree y yo estábamos hablando sobre esta nueva amistad que tenía con ella y como ella quería usar mi cuarto de nuevo esta noche, cuando Brandon corrió para alcanzarla y levantarla. Casi me rio cuando ella lo pateó, pero luego él la besó, y la risa murió. Él preguntó algo demasiado bajo como para que yo escuchara, pero definitivamente pude escuchar La respuesta de ella. —Para nada, soy tuya por los próximos tres días. –Mire mientras el entraba a la casa y capte con la mirada a Brad mirándome y sacudiendo su cabeza ligeramente antes de mirar de nuevo a la parrilla. Bree seguía preguntando por mi cuarto y me paré rápido. –Como sea, Bree. Lo dejaré sin llave. Me dirigí hacia la casa, y Brad me detuvo con una mano en mi pecho. – Hermano, en verdad deberías de pensar acerca de lo que esto podría hacerles a ti y a Brandon antes de que empieces a cagarla. 60 Empuje su mano y le di una mirada de advertencia.—Tal vez deberías de quedarte malditamente callado y ocuparte de tus propios asuntos. Antes de que pudiera decir algo más, me fui a mi cuarto y saque mi bloc de dibujo antes de darme un baño y prepararme para ir al trabajo. Brinqué a mi camioneta y ni siquiera estaba fuera del vecindario cuando la vi. Tuve que mirarla de nuevo, pero reconocería a esa chica en cualquier lugar. Bajé mi ventana y reduje la velocidad mientras me acercaba a ella y estudiaba su encorvada postura. —¿Harper? Ella no me miró ni dejó de caminar. ¿Qué diablos estaba haciendo? ¿Por qué estaba aquí afuera? Estacioné mi camioneta y salté fuera y rápidamente, rodee el frente y me dirigí hacia ella. –Harper, que es lo que… ¿estas llorando? ¿Qué está mal? Ella sorbió por la nariz y limpio su cara rudamente mientras trataba de pasarme de largo. –Por favor, déjame sola. ¡De ninguna maldita manera! —¿Qué pasó? —¿Qué diablos la había hecho llorar? Porque estoy segurísimo que yo no; y ¿por qué estaba sola? Agarré sus brazos gentilmente, asegurándome de no dejarle un moretón de nuevo, y me agache para tratar de mirar sus ojos, ella solo volteó su cabeza. Mis manos comenzaron a flexionarse y las forcé a calmarse. Brandon, ¿Quién más? Eso es todo. De verdad voy a matarlo ahora.

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—No pasó nada, Chase, así que déjame ir. —Sí, seguro. Estas llorando y caminando por un vecindario oscuro. Habla conmigo. —¿Por qué estás aquí? Quería preguntarle lo mismo. –Voy al trabajo. Ahora dime qué te hizo. —No actúes como si no lo supieras. Trataste de advertirme, sabias que el haría esto —su teléfono sonó, y después de ignorar la llama, guardó su teléfono en su bolsillo. —Princesa, te juro que no tengo idea de lo que estás hablando, pero voy a matarlo por lastimarte. Por favor dime que pasó –solté sus brazos, solo para envolver uno alrededor de ella, acercándola a mí, y con la otra mano, levante su barbilla para poder mirarla dentro de sus lastimados ojos grises. Oh, por Dios, Harper, ¿Qué es lo que te hizo? 61 Un pequeño lamente escapó de ella, y su cuerpo se relajó contra mi mientras lloraba suavemente contra mi pecho. —Estás bien, Princesa. Te tengo. Dime que pasó, y te juro que haré todo lo que pueda para hacerte sentir mejor –pasé mí, ahora libre, brazo por su espalda y apreté mi agarre sobre ella cuando su teléfono sonó de nuevo. —¿Podrías llevarme a los dormitorios, por favor? —¿Estás segura que quieres ir allá? Ella asintió contra mi pecho, y supe que Brian tenía razón. Estaba enamorado de ella. La quería en mis brazos por siempre, quería cuidarla cuando estuviera enferma, abrazarla cuando estuviera enojada, y besarla sin sentido en los momentos felices. Tome una profunda respiración y renuentemente, la solté. No era el momento para presionarla a algo. Ella estaba mal por otro tipo, y no quería ser el rebote. —Está bien, súbete a la camioneta, Princesa –la ayudo a meterse al asiento del copiloto y vi su cuerpo ponerse rígido mientras su teléfono sonaba de nuevo mientras me dirigía al asiento del conductor. –¿El que te está llamando es él? —Síp.

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—¿Ahora si vas a contestar? —Nop. Me alargue a través del asiento, tomé su cara en mi manos, y quite lo último de las lágrimas sobre su cara. –Dime que pasó. Antes de ella pudiera decir algo, su teléfono sonó de nuevo, y esta vez, ella contestó. —¿Que, Brandon? Oh, diablos. Me alegraba de no ser la persona al otro lado de la línea. No más lindas miradas. Ella lucia como si pudiera matar a alguien. Regresé a mi lugar y comencé a manejar hacia los dormitorios. —¿En serio? ¿Crees que voy a creerme ese cuento?, me fui —ella comenzó a llorar en silencio de nuevo y sacudió su cabeza rápidamente. – Por favor deja de llamarme, Brandon. ¿Por qué no le preguntas a Amanda? Estoy segura de que ella estaría feliz de enseñarte por qué me fui –dos segundos después, terminó la llamada y presionó el botón de encendido hasta que su teléfono se apagó. ¿Amanda? ¿Quién diablos es Amanda? Me quede en silencio por unos minutos antes de alcanzar su mano. Gracias a Dios, ella no la apartó. – ¿Quién es Amanda? —Aparentemente, es una chica con la que él está durmiendo. Bree y yo la vimos con él el lunes y un grupo de chicos. Uh, hubiera sabido si Brandon estaba engañando a Harper. Aunque estuviera evadiendo la casa. –¿Por qué crees que te está siendo infiel? —Me estaba vistiendo y su teléfono no dejaba de sonar. No iba a mirar, pero lo juro, sonó como unas 50 veces, bueno, en verdad no fueron cincuenta veces, pero si algunas. Es solo que parecían muchas, como sea. Así que, me incline para ver de quien eran los mensajes y ahí estaba una foto de ¡la vagina de una chica! –mis cejas se levantaron instintivamente, pero no la interrumpí –así que abrí sus mensajes, y ahí había otra foto de sus pechos y su cara, y estaba diciendo cosas como: “no puedo esperar hasta mañana” y “no puedo esperar por sentir tus labios sobre mí de nuevo”, me siento tan estúpida. —No deberías. –Oh, por Dios, ¿que estoy haciendo? Esta es la oportunidad perfecta para alejarla de Brandon, pero si ella estaba así de enojada por

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su engaño, el cual era una posibilidad, sabía que no iba a ser capaz de hacer más de lo que he estado haciendo por ella. Necesitaba superar a Brandon a su manera, y luego, venir a mí, pero no por algo que pensó estaba pasando. –No puedo creer que vaya a decir esto pero, creo que estas equivocada, Harper. —¿Cómo dices? Sé lo que vi, Chase. Me detuve delante de su dormitorio y estacioné la camioneta antes de voltearme a verla— —No estoy diciendo eso, pero él no te haría eso. Él no es de esa clase de hombres, pero si lo fuera, nos hubiera dicho a uno de nosotros. Tendemos a presumir acerca de las chicas con las que estamos. Y aunque lo odie por hacerlo, todo lo que hace es hablar sobre ti. —¿Te das cuentas de lo que me estás diciendo? Hace una semana, me decías que no saliera con él, y ahora, ¿lo estas defendiendo? Sí, me daba cuenta de eso; y si, me estaba volviendo loco tanto como yo la estaba volviendo loca. –No hago esto para el beneficio de Brandon, créeme. No quiero que estés con él, eso no ha cambiado; es solo que odio verte lastimada de esta manera. Me miró curiosa por unos momentos antes de quitar su mano y alcanzar la manija de la puerta. –Gracias por traerme, Chase. —¿Vas a estar bien? ¿Quieres que me quede contigo? —Estaré bien, soy más fuerte de lo que tú crees. Ve a trabajar, te veré después. La miré caminar antes de poner en marcha mi carro, cuando me detuve dentro del estacionamiento de la tienda, saque mi teléfono de mi bolsillo y llamé a Brandon. —¿Qué? Dios, sonaba enojado. –Solo pensé que te gustaría saber en dónde está Harper. —¿Que le hiciste? Gracias a Dios ya me había estaciona o habría pisado los frenos fuertemente. –¿Que si qué le hice? Yo no soy el que la hizo llorar.

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—Ya lo sé, Chase. Ya me siento como una mierda; y tú la tienes. ¿Por qué la tienes? La tenía. Tenía. Y la aleje. De nuevo. –No me culpes por estar ahí para recogerla cuando tú rompiste su corazón. Ella está en el cuarto de la universidad, por cierto, de nada por llevarla ahí sana y salva. —Maldita sea –escuché sus llaves a través del teléfono y sabía que él estaba listo para ir allá –Chase, no hice nada, lo juro— —Lo sé. —No tienes idea de lo mucho que Harper significa para mí. Mi estómago se apretó, y apreté mis dientes juntos mientras alejaba el teléfono de mi oreja. Cuando estaba seguro de que no iba a chasquearle, regrese el teléfono a mi oreja. –Estoy bastante seguro de tener una idea. Tengo que entrar al trabajo. Hablamos después. —Gracias.

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La sinceridad en esa palabra no evito ni un poco el golpe de celos en mi estómago. —Aja, nos vemos. –colgué, lancé mi teléfono al asiento del pasajero y descanse mi cabeza sobre el volante. ¿Qué diablos estaba mal conmigo?

—¡Chase! ¿Dónde estabas esta mañana? Quité la mirada de donde estaba encerando mi tabla para ver a los chicos de la casa y uno de los amigos de Bree que solo usa para acostarse caminar hacia mí. –Me quedé en casa de mis padres anoche. Seis tablas cayeron cerca de mí, y Derek me arrebato la cera de las manos para ponerla en su tabla. –Thought we were going to be short you and Brandon. Si no fuera por Harper que finalmente lo pateo fuera de su cama, no creo que hubiera venido con nosotros. ¿Su cama? Si ella se está mudando, voy a echarlo a él. Bueno, tal vez no, pero aún así.

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Había tenido más que suficiente de quejarme con Brian y a con mis padres sobre lo que pasó anoche para saber que había sido una mala decisión ayudarlos. Apreté mi mandíbula y busqué hasta que encontré otro pedazo de cera para terminar mi tabla. —¿Es tan buena que ni siquiera puedes dejar la cama para venir a surfear? –Drew río y Brandon y yo nos congelamos. –Apuesto a que todo eso de que aún es virgen es un juego, chicas como esas son unas locas en— —Juro por Dios que si hablas así de ella una vez más, no vas a poder hablar más, ¿lo entendiste? Quería estar feliz porque Brandon la estaba defendiendo en vez de hablar de ella de la manera en la que Drew quería que lo hiciera, pero el hecho de que Brandon la defendiera en lugar de mí solo hizo que mi humor ya de enojado—hasta—la—miera, explotara. –Sin embargo, ese cuerpecito seguro si se siente bien en mis brazos. Brandon se puso sobre sus tobillos y volteo para mirarme. —¿Qué diablos acabas de decir? Sonreí satisfecho y continúe encerando mi tabla. –Tenerla corriendo hacia mis brazos anoche era justo lo que necesitaba. Extrañaba poder abrazarla. Sus manos se empuñaron encima de sus piernas, y trate de evitar que mi pequeña risa se convirtiera en una sonrisa completa. –No sé qué es lo que piensas, pero estoy cansado de esta mierda contigo, y sé que estas mintiendo, así que solo déjalo. —Chase –Brad siseó, y cuando miré hacia él, estaba moviendo su cabeza. —Detente. —Puedes pensar que estoy mintiendo todo lo que quieras –miré hacia Brandon, quien tenía la cara roja –sabes que era el que la tenía desde que te llame para decirte en donde estaba. Solo piensa en todo el tiempo que pasó mientras la tuve y cuando te llamé. ¿No me crees? Ve y pregúntale a mi princesa que estábamos haciendo después de que te hable anoche. Apenas y pude terminar de decir esas palabras antes de que Brandon me golpeara y me sostuviera contra la arena con una de sus manos en mi garganta, la otra, empuñada, en el aire.

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—Vamos a aclarar esto de una vez. Tú no la quisiste, me asegure de eso antes de intentar algo con ella. Ahora ella es mía, y no me importa si ha pasado una semana desde que la conocí. Te lo digo, nunca voy a dejar a esa chica. No hables sobre ella, no estés cerca de ella y no me presiones, porque te juro, hermano, que estoy a cinco segundos de destrozarte aun sabiendo que estas lleno de mierda. No podía tragar o hablar, y él lo sabía, así que cuando sintió que había recibido el mensaje, se levantó y comenzó a sentarse de nuevo, que mal que yo no estaba listo para que este momento de corazón—a—corazón terminara todavía. –Pero, la forma en la que gime mi nombre. ¡Maldición! —Chase – gritó Brad, y el puño de Brandon se impactó contra mi sien más rápido de lo que creí posible. Mierda, eso dolió. Parpadeando a través de los puntos negros que había en mi visión, detuve su siguiente golpe y lo agarre por las costillas antes de que Derek y Zach lo jalaran para soltarme mientras que Brad y Drew me mantuvieron sobre la arena. El amigo de Bree camino pasándonos, llevando su tabla y moviendo la cabeza. –Pensé que veníamos a surfear. Aunque su pequeña pelea de gatas es entretenida como el infierno, yo prefiero estar en el agua. Brad, Drew y yo nos comenzamos a reír; me gustaba este chico. —Chase, tu estas más allá de la estupidez. La próxima vez no tratare de detenerlo –Brad miro a Drew y asintió hacia el grupo de Brandon. – Vayanse. –cuando se habían ido, Brad soltó su agarre y me dejo sentarme, su espalda estaba hacia los otros chicos, y el miraba algo más allá de mi mientras hablábamos despacio. –¿Es porque ella es virgen? Sacudí mi cabeza. —¿Porque no te quiere? —Al principio. —¿Y ahora? –no respondí y él suspiró. –¿Solo porque es ella? Asentí. –Todo acerca de ella. —Odio decir esto, pero Brandon tiene razón. ¿Cuantas veces te preguntó antes de que intentara algo? –Gruñí y él levanto sus manos— solo digo, hombre, lo estropeaste. Deja de hacer miserable a uno de tus mejores amigos solo porque perdiste tu oportunidad.

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Gracias a Dios, Brad había dejado de hablar cuando Brandon paso alado de nosotros para agarras su tabla. Brad se paró y miro a Brandon dirigirse al agua antes de ofrecerme una mano para ayudarme a levantarme. —Ven, vamos a surfear. Ambos van a olvidar esto y regresaremos a la casa y tendremos una enorme fiesta esta noche. Tal vez encuentres a otra chica –lo fulminé con la mirada y él dio unos paso hacia atrás –o tal vez no. Las olas estaban perfectas esa mañana, y pudimos surfear por horas. Era justo lo que necesitaba después de lo que paso en la playa, y para entonces, había necesitado por una semana lo que pasó en la playa. No era suficiente, pero al menos mantendría mi cabeza en orden. Como predijo Brad, todo el mal humor se fue con la primera media hora, y trate de que la visión de Brandon prácticamente sobre el cuerpo de Harper cuando todos llegaron a la playa no me molestara. ¿A quien estaba engañando? Claro que me molestaba, así que solo trate de mirar hacia otra parte. Clavé mi tabla en la arena y me sequé mientras Harper hablaba con alguien en su teléfono. Vi su bonita sonrisa y pensé en besar la esquina de su boca en la ducha esa noche, y desee besarla en ese momento, incluso antes de eso. Lo siguiente que vi, fue a Harper correr lejos de nuestro grupo, y no pude decidir si quería perseguirla o preguntarle a Brandon que le había hecho ahora. Antes de que pudiera decidir, la vi estrellarse contra un chico y comenzó a hablar con él mientras él mantenía sus brazos alrededor de ella. ¿Quién chingados era este? Brandon se paró y caminó calmadamente hacia ellos, pero cuando vi sus manos curvándose en puños, miré las mías y me di cuenta de que estaba haciendo lo mismo. Tire la toalla sobre la arena cerca del resto del grupo, me quedé parado esperando para ver qué pasaría. Después de todo, no había tenido mucha pelea como yo quería. Miré mientras los tres caminaban de regreso hacia nosotros y no pude hacer otra cosa más que mirar ferozmente a este chico que nunca había visto antes. Mi mejor amigo ya estaba saliendo con ella, no necesitaba que quien fuera este hijo de su puta madre que no podía quitar sus ojos de los pechos de Harper llegara a mezclarse. Brandon debió de haber estado muy molesto porque en vez de quedarse con Harper, quien estaba abrazada a ese imbécil, vino y se paró justo a mi lado. —¿Quién es ese payaso? —Su mejor amigo de casa. Carter –él suspiro y cruzó sus brazos sobre su pecho mientras seguía perforando con la mirada al chico. —Carter. Payaso. Es lo mismo.

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Brandon resopló, y Harper miró hacia nosotros. –Y ese es Chase. Es el hermano de Bree. El payaso ofreció su mano, y ni siquiera me moleste en mirarla. Solo mantuve mis ojos sobre él y casi sonreí cuando bajo su mano y retrocedió unos pasos. Eso es, payaso. Retrocede. Brandon agarró a Harper y se sentaron en una manta, y yo tome mi lugar a lado de él, así podía seguir mirando. Por primera vez, estaba agradecido de que Brandon estuviera aquí con ella. Mi Princesa siguió inclinándose para tocar el brazo de payaso, su manos, o su pierna, y cada vez que lo hacía, Brandon la jalaba contra su pecho. ¿Acaso ella no se daba cuenta de la manera en la que este tipo se la estaba devorando? Me senté silenciosamente mientras este tipo dijo cosas de Harper que no debería, incluso insultó a Brandon. Cuando trato de insinuar que Brandon y yo teníamos algo por ver por vivir en la misma casa, juro que casi me río de como trataba de hacernos enojar. Me estaba costando trabajo contenerme, mi cuerpo entero estaba temblando con una risa silenciosa, pero luego él dijo la única cosa que nunca debió de decir enfrente de Brandon, o de mí, y me puse rígido. —Consideren esto una advertencia, tontos, el minuto en el que toquen a mi chica, los acabaré. A la chingada esto. Brandon y yo comenzamos a pararnos, pero mi fuerte princesa agarro el brazo del payaso y prácticamente comenzó a alejarlo antes de que fuera capaz de pararse y poder seguirla. Brandon comenzó a ir hacia ellos, pero puse una mano en su hombre. –No, deja que ella se encargue. Observamos mientras ella lo destrozaba y no puede evitar reír. Ella realmente era algo más. Brandon se rio y susurro suavemente. –Esa es mi chica. Cierto. Suya. Porque la cagué, justo como dijo Brad. Con un pesado suspiro, me voltee y regrese a sentarme sobre la manta e intente ignorar a Harper, al payaso y a Brandon por el resto de la tarde. Quería golpear a Brando cuando invitó al payaso a la fiesta en la noche. Pero demonios, yo estaría en el trabajo, y todos estaban invitados. Así que apreté mi mandíbula y me quede callado hasta que me fui.

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—Mamá, Papá, estoy aquí, así que dejen de tener sexo. —Ya lo hicimos temprano –mamá se rio mientras le daba la vuelta a la barra para salir. —Ugh, Ma, ¿de verdad? Estaba bromeando, no quiero saber sobre eso. —Bueno, tú lo pediste. Me reí y me senté en el bar. –¿Cúal es la agenda para hoy? —Solo pasar el rato juntos –ella se encogió de hombros— ¿cómo estás? Has pasado muchas noches aquí, lo que es raro, porque ya sabes, podría jurar que tu tenías tu propia casa. —Si no que me quiere aquí, ya no— —Oh, cállate, Chase, sabes que te queremos aquí. Pero es raro,¿no crees? Tienes esta inmensa casa y aun así, ¿estas durmiendo aquí la mayoría de las noches? ¿Qué está pasando, bebé? 69 Mordí la parte de adentro de mi cachete y tamborilee impaciente mis dedos sobre la encimera de mármol. —Bueno, ah… Harper? Los ojos de mamá se agrandaron pero se quedó en silencio, incluso alzó un dedo cuando mi papá entro para que él no hablara. —Ella está saliendo con Brandon. —Huh, bueno, bien por ella. Brandon en un encanto de muchacho, el será bueno para ella. Mis dedos dejaron de tamborilear y los extendí. –¿Qué? No. Me refiero a que, si, el será bueno para ella. ¡Pero eso no es bueno! —¿Sabes que más pude haber jurado? –Preguntó ella mientras agarraba unos bazos de la alacena –Que tu decías que solo era una chica más. —Porque ella… bueno ahora… el punto es que no lo es. Mamá chilló y aplaudió después de soltar los vasos. –¡Lo sabía! ¿Entonces por qué no hiciste nada al respecto?

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—No lo sé. Porque... ¿soy un idiota? Pensé que ella estiraría mejor sin mí, y aún lo pienso, pero prácticamente se la entregue a Brandon. Y ahora ellos están juntos. Y me pateo todos los días por eso. Juro que si tengo que verlos caminar una vez más hacia el cuarto de Brandon, voy a echarlo. —No lo harás. —Sé que no lo haré, pero quiero hacerlo. —Entonces pelea por ella. –Dijo papá— nunca vas a lograr algo con ella si ella no sabe que la quieres. —Es inútil, ella piensa que solo necesito sacarla de mi sistema. —Bueno, tal vez si solo tu— —Mamá, ya le dije. Le dije que nunca conocería a otra chica como ella, y al mismo tiempo le dije que ella necesitaba a alguien que la mereciera, y que ese no era yo. Te digo, ya no tengo oportunidad con ella. 70 —¿Entonces eso es todo? ¿Solo te estas rindiendo? –preguntó papá. —No, no sé qué voy a hacer, solo sé que la quiero. —¿A quién quieres? –pregunto Bree, y me voltee para verla a ella y a mi princesa, quien se veía un poco incomoda y sus mejillas se estaban poniendo rojas mientras me miraba. A esa chica, justo ahí. La quiero a ella. Más que a nada. –Más bien a que, me estoy muriendo de hambre, y mamá iba a hacer el desayuno hasta que llegaras. Ya era tiempo de que aparecieras. —Oh, Harper, querida. Es bueno tenerte de vuelta aquí –mamá rodeo la esquina y la empujo dentro de un gran abrazo. Los brazos de Harper colgaron a sus lados por unos segundos antes de que, torpemente, rodeara la cintura de mamá. —Espero que este bien que este aquí, Bree dijo que era día de familia, así que no iba a venir, pero ella en realidad no me dio muchas opciones. Gracias a Dios por eso. —¿Claro que está bien! Tú siempre eres bienvenida, especialmente en el día de familia –Mamá guiño hacia mí, y yo rodé mis ojos. –Bree, cariño, necesito tu ayuda en la cocina pero… sola.

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Vaya, mamá. Eso fue sutil. Harper lució preocupada, y quería decirle a mi mamá que solo lo había hecho peor en vez de ayudar como ella pensaba. Pero luego Harper vino a pararse a mi lado y no pude estar molesto más tiempo con mamá. —Chase, tal vez no debería estar aquí. —Créeme, ella te quiere aquí. El que se lleva a Bree a la cocina no tiene nada que ver con que te trajera, lo prometo. Ella mordió su labio inferior y cambio el peso en sus pies algunas veces antes de mirar hacia mí desde esas pestañas imposiblemente largas. –¿Está bien para ti que yo esté aquí? Me bajé del taburete y la jale cerca de mí, y ella se estremeció en mi pecho. –Está más que bien, Princesa. –me incline para susurrar en su oreja y sentí su escalofrió contra mí. –Siempre te querré aquí conmigo. Harper inhalo bruscamente y sus manos volaron a mi estómago para empujarme, pero la acerqué más. –Chase, por favor, necesito que –su cabeza cayó y su frente descansaba en mi pecho para ver sus manos, las cuales ahora se curvaban contra mis abdominales— ahm, necesito que… por favor… suéltame. —Un día, Princesa –Dios, por favor, deja que este en lo cierto en esto— un día —la solté y me senté de nuevo en el taburete. Ella tomó unas respiraciones para calmarse y me miro antes de sentarse dos lugares lejos de mí. El resto del día pasó muy rápido. Harper se sentía cómoda con mis padres después de que el desayuno estuvo hecho, y se rindió en tratar de evitar mirarme y alejarse de mí. Para cuando terminamos de desayunar, ella no se apartaba de mi lado, y definitivamente yo no iba a quejarme. Tuvimos un día perezoso de solo sentarnos para ver la televisión, y no pude retener mi perpetua sonrisa cuando se sentó en el sillón conmigo, o una hora después, cuando comenzó a estirarse y jalé sus pies a mi regazo y ella no los quito. En vez de eso, ella empujo mi estómago con su pie y me sonrió antes de continuar viendo la televisión. Para mí, esto era perfecto, y no quería que terminara, nunca.

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Brandon entró a la cocina la mañana siguiente, y yo sonreí, sabiendo que Harper estaba sola en la casa de su dormitorio. —Buenos días. El gruñó y agarro una taza para café –Quien quiera que haya inventado las clases a las 8:00 am los lunes, estaba realmente enfermo. Alcé mi ceja y miré hacía el reloj de del microondas. –Hermano, odio destrozar esto para ti, pero son casi las once. —Lo sé. De hecho vengo de ella. No significa que este realmente despierto. —Bien. Supongo que fue algo bueno que Harper no estuviera aquí para mantenerte despierto. —No voy a hablar contigo acerca de ella— él suspiró y termino de servirse el café. 72 —No hay necesidad de que sepas que la voy a tener solo para mí todos los domingos. Ayer fue… perfecto. —Bien, si, eso era riesgoso. En realidad el día fue perfecto, pero no como yo lo estaba pintando. —Chase, hermano, enserio, no— —En verdad deberías de ver la manera en la que se suelta cuando no estas. Él puso la taza de café tan fuerte sobre la tabla, que el líquido se rego de un lado y agarro la esquina del mostrador. –¿Cuál es tu problema? ¿Que es lo que ganas con hacerme enojar? —¿Además de tener a mi Princesa debajo de mi cuando no estas cerca? Ni una maldita cosa. —Eres un hijo de tu puta madre. Si llegas a tocarla alguna vez, te mataré. ¿Me entiendes? —Es un poco tarde para eso –lo vi tratar de controlar su enojo –¿también dice tu nombre entre jadeos cuando está contigo? —¿Estás hablando en serio? –el rugió y estrello un puño contra el mostrador.

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Me encogí de hombros y comencé a salir de la concina. –Tomare eso como un no –él estaba respirando pesadamente y obviamente, tratando de evitar esta pelea, pero yo la necesitaba. Aun odiaba que él la tuviera, y necesitaba el recordatorio de que yo nunca iba a tenerla. –Parece que no estas en forma, hermano. Mejora tu juego antes de que ella se quede en mi cama, ¿porque esos gemidos y soniditos que hace? Dios... son la mejor y más dulce maldita cosas que he escuchado. Brandon estaba rodeando la isla antes de que yo terminara la última oración, pero esta vez estaba listo. Él era un luchador experto, sí. Pero este no era el ring al que él estaba acostumbrado, esto era por una chica de la cual él estaba enamorado tanto como yo; así que no estaba pensando estratégicamente. Él solo quería golpear algo. Y eso era exactamente lo que yo estaba esperando. Él agarro el cuello de mi camisa y me estrello contra la pared. Yo había esperado un golpe en la cabeza, pero en vez de eso, él aplasto su puño contra la pared cerca de mi cabeza. —¡Voy a terminar contigo si la tocas! ¡Aléjate de ella, Chase! 73 Esperé hasta que él se alejó para de darle un puñetazo en la mandíbula. Venganza. –Lo siento, no puedo hacer eso. Lentamente, él regreso a mí, movió su mandíbula un par de veces y escupió la sangre en mi cara. –Puedes y lo harás. Ella es mía. No voy a hacer esto contigo, eres como un hermano para mí. —No tengo duda de por qué siempre viene corriendo a mí. Obviamente no puedes terminar lo que empiezas. Él se congelo a medio paso y se quedó así por un par de segundos antes de voltearse y embestir hacia mí. Se estrelló contra mí, y sentí como todo el aire era golpeado fuera de mí por tenerlo encima de mí. Antes de que pudiera tomar aire, el me arrolló y me pego fuertemente en el estómago. —Quédate. Lejos. ¡De Harper! —No es mi culpa— jadeé y traté de tomar una profunda respiración— que no puedas hacer que ella grite tu nombre. Justo cuando Brandon se alejó para darme otro golpe, brazos estaban alrededor de él y lo jalaron hacia atrás. Él se volteó y pateo mi costado mientras Derek y Drew lo alejaban. –¡Hemos terminado! ¿Me escuchaste?

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Luche para levantarme e hice una mueca por el dolor en mi estómago. Dios, estos chicos necesitaban ser más rápidos en detener las peleas. Brandon se soltó del agarre de los chicos y se fue rápidamente antes de que llegara Zach, ayudando a los otros dos para alejarlo, y Brad estaba en mi cara, empujándome hacia la sala. —Eres tan imbécil, Chase. ¿Por qué no puedes dejarlo en paz? —Porque él está con mi mundo entero.

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Capítulo 6 Traducido por: ★ Katherine Pizarro★ Corregido por: Katherine Pizarro ♥

—¿E

n qué estás trabajando hoy?

Princesa se inclinó sobre el respaldo del sofá para mirar mi cuaderno de dibujo. Se me volteo el estómago por lo que cubrí los dibujos y me volví para sonreírle, su rostro estaba tan cerca del mío, podía oler la menta de su goma de mascar, y tomó todo en mí para no inclinarme y saborearla.  ¡Hey! Eso no está bien. ¿Es este un alto secreto?  Tal vez, o tal vez simplemente no quiero que mires mis dibujos. No es cierto, la forma en que su rostro se había iluminado cuando ella pasó el tiempo repasando cada una de mis piezas del cuaderno de bocetos que tenían mis padres me había hecho enamorarme de ella mucho más. Cómo no se había dado cuenta de que era un artista del tatuaje me hizo reír en el momento, pero estaba contento de haber llegado a ver su reacción, estaba encantado de que ella estuviera fascinada más que asqueada. Yo no traía dinero como Brandon, y mientras yo amaba lo que hacía, sé que algunas personas lo despreciaban. En cambio, la sonrisa más grande que he visto nunca cruzó por su rostro, y su ojos tormentosos se pusieron aún más amplio cuando bajé los blocs de dibujo, y ella habían pasado horas a través de ellos.  ¿En serio?

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Sus dedos llegaron hasta justo detrás de la clavícula, y rápidamente me moví debajo de sus manos y me arrodille en el sofá, así que estaba frente a ella y presionando sus manos hacia abajo en el cojín.  Ahora eso no es agradable. Tu entrenamiento de puntos de presión no es justo  ¡Es perfectamente justo! ¡Es la única manera en que puedo ganar a cualquier cosa alrededor de ustedes! Todos lo que tienes que hacer es levantarme, y se acabó Levanté una ceja segundos antes de dejar ir de sus manos, la agarre por la cintura, y la arrastre sobre el sofá. Ella abrió la boca, y me di cuenta que ella estaba a punto de dejarme tenerlo. Las manos de ella fueron a golpear a otro punto que estoy seguro, pero deje que mi cuerpo se extienden encima del de ella, y su boca se cerró, sus manos se detuvieron en mi pecho. Me incliné cerca ni un centímetro por encima de sus labios para murmurar.  Buena chica. Ahora bien, si ya terminaste de herirme, voy a volver a lo que estoy trabajando. Ella asintió con la cabeza, y se sentó y ore para que no se diera cuenta de mi erección. Tome el cuaderno de bocetos del suelo y me puse cómodo. Harper se puso de pie, pero me agarró la mano y trajo su culo de vuelta a mi lado, manteniendo los ojos fijos en la hoja de papel en mi regazo.  Dije que iba a volver a lo que estaba trabajando, no que yo estaba listo para que abandonaras mi lado.  Chase, sólo voy a…  Siéntate aquí conmigo A pesar de que todavía estaba agarrando una de sus manos, la otra se acercó a nuestras manos, y ella comenzó a jugar nerviosamente con sus dedos.  ¿Así que está okay si te veo? Finalmente miré a sus anchos ojos grises, y le dije en voz baja.  “Okay”, es un eufemismo. No lo dejes por favor. Su única respuesta fue retirar su mano de la mía, llevar las piernas hacia arriba en el sofá y descansar el mentón en las rodillas mientras su mirada se fue a la libreta. Ellos abrieron aún más, y su rostro se iluminó. Dios, amaba en serio sus reacciones a mi trabajo. Bree entró tan pronto como empecé a volver dibujo, y me alegré de que no había llegado mientras yo estaba acostado sobre Harper. Sólo podía imaginar lo que habría sido.

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 Vamos a tener un día de película, ya que esta tormentoso afuera. Alguna solicitud? Princesa negó con la cabeza mientras estudiaba la última pieza, y me sonrió.  Lo que sea que elijan está bien, voy a estar trabajando. Mamá y papá entraron con cuencos de palomitas de maíz, y los tres se dedicaban a decidir lo que querían ver primero. Los ojos de Harper nunca dejaron el papel, tenía que dibujar algo para ella un día de estos. Harper se quedó dormida unos minutos en la segunda película, y yo sabía que tenía que bajar al suelo para que pudiera acostarse, pero tenerla a mi lado durante el último par de horas había sido más que perfecto, y sólo la tenía un día de la semana, yo no iba a renunciar a eso. Cogí la almohada a mi lado y lo puse en mi pierna izquierda antes de tirar con suavidad de ella hacia abajo. Fue fácil e inmediatamente se acurrucó contra mí. Sus brazos y piernas estaban cubiertos de piel de gallina, así que tome la manta de la parte de atrás del sofá y la coloque sobre ella. Ella se aferró a él inconscientemente y tiró de él más apretado alrededor de ella antes estirarse e irse a la deriva sin marcha atrás. Se veía tan hermosa cuando ella dormía, y me hubiera gustado no haber perdido el tiempo aquella primera noche con ella, me gustaría haber despertado para poder verla solo de esta manera. Podría pasar toda la mañana por el resto de mi vida viendo su sueño, y todavía no sería suficiente. Una de sus manos salió de debajo de la manta para agarrar la almohada y la manta se deslizó hasta justo debajo de sus pechos perfectos. Casi le cubrí desde que sabía que había tenido frío, pero deje mi mirada viajar hasta la garganta a su cara, su boca estaba apenas abierta, esas larguísimas pestañas que amaba estaban descansando contra sus mejillas, y su largo cabello estaba cayendo salvajemente alrededor de su rostro, los hombros y el pecho. Yo sabía que nunca olvidaría este momento, pero yo nunca querría olvidar exactamente cómo se veía ese mismo segundo. Voltee la página de mi cuaderno de dibujo y respire hondo antes de empezar a reproducir todo lo que era mi princesa. Yo sólo esperaba que ella no se despertara y asuste por esto. La película estaba a punto de terminar en el momento en que estaba terminando y una fuerte explosión causo que Harper se sacudiera despierta.  Es sólo la película — Dije en voz baja para tranquilizarla, y dejé que mis dedos se arrastran a través de su mejilla.— No te muevas todavía, princesa.  ¿No te muevas? ¿Por qué?  Estoy casi listo, dame un minuto o dos.

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Ella se calmó, pero por suerte no pregunto más. Terminé el dibujo y me deslice de debajo de la almohada para arrodillarme en el suelo delante de ella. Se quedó sin aliento y sus ojos se calentaron y yo no podía dejar de mirar hacia abajo a aquellos labios perfectos con los que me había pasado tiempo recreando. Quería besarla tan malditamente mal, esta hermosa chica no tenía ni idea de lo que me hizo. Ya no era una cuestión de simplemente querer besarla, necesitaba besarla, necesitaba saber exactamente cómo se sentirían esos labios contra los míos.  ¿Por qué no podía moverme? Sus palabras me distrajeron, y detuve mi avance hacia ella  Oh, um. Bueno. . . aquí. Pero no te asustes, ¿de acuerdo? Yo no estaba tratando de ser espeluznante.  No se supone que tienes que decirle a alguien que no se asuste, esas palabras por sí solas asustan.  Está bien, bueno, entonces no me pegues o uses tu entrenamiento de los puntos de presión en mí otra vez. Respire hondo y levante el bloc de dibujo delante de ella y vi que sus mejillas se colocaron de color rojo brillante, y su boca se abrió.  Mierda  Se lo quite y me pregunte cómo podría haber pensado que sería una buena idea mostrarle  Sabía que era espeluznante.  Chase, que no era espeluznante. ¿Puedo verlo de nuevo? Um. Infierno. No Tenía los ojos muy abiertos en los míos y me suplicaban.  Por favor. Bien, ahora que se ven sin duda no era justo. Daría todo lo que ella me pidiera si ella me mirara de esa manera. Le di el papel y trate de sonreír, pero todavía estaba volviéndome loco sobre ser un maldito loco y dibujarla mientras dormía.  Lo siento, pero te veías demasiado perfecta. No podía dejar pasar la oportunidad Sus mejillas se pusieron rojas de nuevo, pero me obligué a no quitárselo mientras pasó minutos que parecían horas repasando el dibujo.  Chase, es…  se aclaró la garganta y sacudió un poco la cabeza  …es increíble.  ¿Sí?

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Yo no estaba seguro de si ella estaba diciendo eso para hacerme sentir mejor, pero la forma en que me miró y sonrió con la sonrisa más dulce que he visto empujó la última de las preocupaciones a un lado.  Sí. Sus ojos saltaron hacia arriba y abajo entre los míos, y como si de repente se diera cuenta de cómo de cerca estábamos, bajaron a mi boca, y oí su próxima inhalación. ¿Cuándo volvió a mirarme a los ojos, pude ver la indecisión en la de ella y quería rogarle que me eligiera. Yo no sé quién comenzó a inclinarse hacia el otro primero, pero en ese momento una serie de explosiones sonaban de la televisión, y los dos nos apartamos. Miré hacia atrás hasta en la TV, luego a mis padres y Bree, me había olvidado por completo donde estábamos y con quien estábamos. Mi madre sonreía ampliamente y trataba de mantener los ojos lejos de nosotros, y exhale con fuerza mientras miraba hacia atrás a mi princesa.  Yo um, tengo que. . . Voy a ir a buscar un poco de agua. Negué con la cabeza y la empuje hacia atrás en el sofá. 79

 Yo lo cojo, Princesa, quédate allí. Cuando llegué a la sala, ella estaba en la gran silla con Bree, y me preguntaba si yo acababa perder alguna oportunidad con ella.  Tengo que ir a trabajar; los veo más tarde chicos. Le di la copa a Harper, le apreté el hombro de Bree, y luego fue a besar Mamá en la mejilla.  Chase, no te vayas, todo va a estar bien —susurró en voz baja.  No puedo estar cerca de ella ahora, mamá. Nos vemos más tarde. Volví a casa para perder el tiempo antes de ir a la tienda y me arrepentí tan pronto como entre. Todos los chicos estaban sentados alrededor de los sofás comiendo y viendo el partido; Drew fue el primero en hablar.  Mierda santa. Creo que estaba empezando a olvidar como lucias.  Chistoso. ¿Quién está ganando?  Oh hombre, Chase  dijo Zach, y manteniendo un puño mientras trataba de tragar lo que sea que estaba comiendo.  Te perdiste una fiesta divertidísima el viernes. Conoces al chico Carter?, Amigo de la princesa? Yo ya no quiero escuchar esta historia. Odiaba a ese payaso.  Escucha esto. El pueblerino se lleva a Princesa al exterior y la besa en frente de todos nosotros, comienza declarando su amor por ella y va a besarla de nuevo cuando Brandon y Derek aparecieron y se

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encargaron de ello. Él se asustó cuando Brandon no iba a luchar y se puso todo ruidoso y desordenado, Brad terminó toda la fiesta a causa de ello.  Bien.  Yo resople y mire a Brandon como si estuviera loco.  ¿Él la besó, y no hiciste nada? Empezó a hablar, pero Derek interrumpido.  Él lo manejó cómo debía, y al parecer funciono para princesa, también. La oí gimiendo a la mañana siguiente. Mi cuerpo se puso rígido, y Brandon se tensó mientras miraba a Derek.  Cierra la boca; lo sabes no hables de esa manera de ella. Derek levantó las manos y sonrió.  Sólo digo, que sonaba más que feliz con lo que sea que ustedes dos estaban haciendo  Cállate, hombre, puedes hablar de tu chica todo lo que quieras, pero deja a la mía y lo lo que hacemos fuera. Mis manos se cerraron en puños, y Brad salió justo en frente de mí y comenzó a empujarme fuera de la sala de estar, hablando en voz baja:  No, Chase. No vamos a pasar por esta mierda de nuevo. Déjalo en paz. Están saliendo, por lo que no debe ser chocante para ti. Tienes que empezar a estar de acuerdo con esto. Ella era una puta virgen, y él lo tomó de ella. ¡Yo no tengo que estar de acuerdo con nada! Yo quería volver allí y golpear a la mierda de él más que nada, pero con todos ellos de pie alrededor, no habría podido colocar uno en él, pensé el tiempo me había pasado con ella, y todo lo que había conseguido. ¿Un payaso besándola el viernes, enrollándose con mi mejor amigo el sábado, e inclinándose a besarme hoy? Ella me hace sentir como una mierda por las pocas chicas con las que me había visto y me dice que acababa de ser otra chica para mí? Mírate en un maldito espejo, princesa. Porque, obviamente, yo soy sólo uno de muchos chicos para ti.  CHASE Gemí y odie el hecho de que a pesar de todo lo que había averiguado sobre ella, lo único que quería era tomarla en mis brazos.  ¿Qué, simplemente no vas a hablar conmigo ahora?  Seguí caminando por el pasillo y sólo me detuve después de que ella se

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plantó justo delante de mí, con las manos en las caderas.  ¿Por qué estas siendo así?  ¿En serio?  ¿Ella realmente quería saber por qué estaba siendo así?  ¿He hecho algo que te haya ofendido? No has dicho ni una palabra desde el domingo. Has sido tan bipolar últimamente, ni siquiera sé qué esperar de ti. Levanté una ceja, ¿ella no sabía qué esperar de mí? Por lo menos yo era completamente honesto. Bueno, tal vez no, pero al menos yo no iba alrededor de la actuación como una virgen inocente cuando estaba realmente jodiendo a todos. Las mejillas de Harper se pusieron rojas de repente, y ahora no tenía ni idea de lo que hablábamos. ¿No estaba ella enojada conmigo? ¿Por qué estaba avergonzada? Ella parpadeó sus ojos rápidamente un par de veces y entrecerró sus ojos hacia mí. Casi me reí. Mi pequeña fiera princesa estaba de vuelta.  Lo que sea. He terminado tratando de entenderte. Si quieres ser un idiota, sigue adelante. Pero no sigas actuando como si no hubiera nada malo entre nosotros los domingos. ¡Oh, Dios mío, ¿en serio? ¡No se trataba de que yo sea un idiota, se trataba de la forma en que pensaba que estaba actuando con todos los chicos! ¿Hemos vuelto a este momento?  Es un maldito milagro. El habla.  ¿Crees que me estoy confundiendo? Dios, Harper, que rico. ¿Esto viene de la chica que varias veces me dijo que me mantenga alejado, pero cayó en mis brazos a la primera señal de problemas con su novio? ¿Quieres que me retire, o no?  Di un paso hacia ella, y otro cuando ella dio un paso atrás. Me incliné y le susurre suavemente al oído, de la manera cuando yo quería que ella se balanceara hacia mí, y no me decepcionó esta vez tampoco.  ¿Por qué seguir luchando contra lo inevitable, bebé? Me quieres incluso ahora, tu cuerpo está temblando porque estás tratando de no tocarme.  Pase los dedos por su mano y vi a sus brazos al instante cubriéndose en piel de gallina.  Un toque de mí, y ya estás cubierta de piel de gallina. Dime ahora que quieres que me vaya.  Eres un culo. Es que no entiendo por qué no podemos ser amigos todo el tiempo. Yo no quiero ser tu amiga en domingo y la chica a la que no reconoces cada dos días de la semana. Quiero lo mismo todos los días. Así que decide lo que es y me lo haces saber. Ella trató de moverse más allá de mí, pero golpee mi mano contra la pared, bloqueando su salida del pasillo.  Te diré, si me lo dices.  ¿Decirte qué?

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 Me siento como si estuviera solo en un grupo de los muchos chicos de Harper, pero yo no consigo los beneficios. Así que dime, ¿si actúo como tu amigo, podre follarte también? Un segundo y yo estaba tratando de no reírme de la idea de ella dándome un puñetazo, mi espalda se estrelló contra la pared, y Brandon estaba justo en mi cara, el antebrazo apretado contra mi garganta.  ¿Qué demonios acabas de decir de ella? Su cara estaba roja, y se metió entre mí y Harper. Una vez más, no podía hablar, así que escupí en su cara. La presión se ha ido de mi garganta, pero antes de que pudiera respirar lo suficiente, su puño entró en mi estómago, moví mi brazo derecho, pero el tonto del culo se trasladó directamente del camino de mi gancho de izquierda, como siempre lo hacía.  Oh, Dios mío, para! La voz preocupada de Harper era probablemente la única cosa que podía terminar un momento como este, pero el enfrentamiento fue hace mucho tiempo. La pierna de Brandon se acercó, pero antes de poder plantar en mi estómago, me robe su otra pierna por debajo de él. Obteniendo otro golpe que no bloquee antes de que el puño de Brandon se encontrara con la mandíbula y la boca llena de sangre. Escupo en la cara y sacó el brazo hacia atrás, pero fue agarrado por detrás antes de poder seguir adelante con la pelea. Mis brazos repentinamente fueron puestos a mis espaldas, y me arrancaron Brandon, al mismo tiempo Derek usó su peso para mantener a Brandon de levantarse. Luché contra Brad y Zach ya que me acompañó hasta el otro lado de la habitación.  Calma, carajo, Chase. En serio, estoy harto de esta mierda. Brad resopló y retrocediendo unos cuantos metros hasta que los tres de nosotros estábamos en el dormitorio principal.  ¡Tienen que cortar esta mierda! Él no te hizo nada, y estás arruinando tu amistad con él por una chica que no te quiere.  Y el infierno que no lo hace, no la ves cuando ella está conmigo.  Whoa, espera.  Zach soltó, sus ojos muy abiertos.  ¿Qué? Brad lo empujó fuera de la habitación antes de golpear la puerta cerrada.  No me importa si esta es tu casa, Chase, terminaste con esto. Deja a Harper y Brandon solos. Están bien juntos, y tú lo sabes.  No, ¡yo no sé qué mierda! Ella era virgen, y ¿no más de un mes y medio en su relación, ya no lo es? Se supone que tenía que cuidarla y no lo hace! Abrí la puerta para salir, y plantó las manos en ella y la cerró de nuevo.  ¿Tú no hubieras hecho lo mismo teniendo una oportunidad con ella? ¡Dudo que ustedes dos incluso hubiesen durado tanto tiempo, y probablemente no serías ni la mitad decente al respecto! Brandon no deja que ninguno de los chicos hable de esa manera, y nunca habla

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de lo que hacen. Ya sea que estén enrollados o no, es entre ellos, y se está manteniendo de esa manera. ¡Deberías al menos, estar agradecidos por eso. Él no está haciéndola ser una puta, él está protegiéndola aún a pesar de lo que están haciendo! Eres el rey de hablar de todas tus conquistas. No puedo verte siendo hermético sobre alguien como Harper. Lo empujé lejos de la puerta y señale en su rostro.  No sabes nada de ella o lo que es para mí. ¿Entiendes? Yo no me doy por vencido hasta que es mío.  Estás arruinando cualquier posibilidad con ella, tratando de luchar contra su novio casi todos los días. Oí Brandon, Derek, y Drew gritando desde el otro lado de la casa y abrí la puerta, pisoteado por el pasillo, y empuje contra Zach cuando trató de detenerme de salir de la sala de estar. Derek y Drew estaban haciendo lo mismo con Brandon, y parecía enfadado. Bueno.  ¡Así que, he oído que sabes ahora!  Llamé a Brandon.  Se siente muy bien debajo de ti, ¿verdad, hermano?. Zach y Brad empezaron a gritarme que me callara mientras que Brandon estaba diciendo que me va a matar, y Derek y Drew le gritaban que se calmara. Él trató de cobrar otra vez, y los chicos tomaron eso como su oportunidad para forzarlo por el pasillo y a su habitación.  ¡Anda!  Brad me empujó hacia la puerta principal.  ¡Fuera de aquí hasta que te calmes! ¿Irme o sentarme aquí y escucharlos enrollarse? Sí, no, gracias.  Con mucho gusto. No estaba programado, pero fui a la tienda de todos modos y le dije a Brian todo. Estaba del lado de Brad. Bastardo.  Chase, hermano, tienes que luchar por ella, pero pelea inteligente. Está tomando un paso adelante con ella todos los domingos, pero luego haces mierda como esto y das dos pasos atrás  No puedo soportar la idea de ellos juntos,  Dios que me cabrea de nuevo a pensar en ello. Mi teléfono sonó, y conteste sin mirar,  ¿Sí?  Chase  Bree chilló.  ¿Qué diablos le hiciste? Suspiré profundamente y me apoyé en el mostrador en la estación de Brian.  Yo no le hice nada a ella.  Brandon, por otro lado. . .  Brandon acaba de aparecer aquí, en la residencia de estudiantes, en busca de Harper. Ella no está aquí, y obviamente ella no está con él, y él estaba despotricando sobre ti cuando se fue. Entonces, ¿qué.es lo que le hiciste? Mierda, ella estaba en la casa con Brandon cuando me fui!  ¿Adónde iría, Bree?  No sé, Chase! ¿Qué hiciste con ella?

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Salí corriendo de la tienda de tatuajes y metí las llaves en el encendido de mi camioneta.  Yo no hice nada con ella, mierda…, le dije algo a ella  ¿Qué has dicho?  Estaba siendo un culo, ella estaba loca porque yo estaba haciendo caso omiso de ella, y le dije algo sobre el hecho de que ella tiene una lista de chicos, y yo soy uno de ellos, pero yo no estoy recibiendo el maldito beneficio, también. Bree se quedó sin aliento y transmitió todo para alguien que estaba con ella.  ¡Chase! ¡Sabes que es virgen! ¡No es de extrañar que ella se fuera! ¡La avergonzaste de nuevo! Resoplé una risa  Virgen. Claro.  ¿Qué se supone que significa eso?  Era, es más como... He oído todo sobre ella y su amigo de casa, y cómo ella se enrollaba con Brandon  ¡No me importa lo que has oído, te equivocas! ¡A ella ni siquiera le gusta Carter! ¡La mantuvo tratando de besarla, y ella lo estaba alejando y diciéndole que parara! ¡Y ella no tiene relaciones sexuales con Brandon, tonto del culo! ¡Ella y yo hablamos de todo, así que sé exactamente lo que hacen y no están haciendo, y te puedo asegurar que no está teniendo relaciones sexuales con él! ¡eres un idiota, no puedo creer que me relaciono contigo. ¡Encuéntrala y mejóralo!  ¿Qué quieres decir con que no está teniendo relaciones sexuales con Brandon?  Quiero decir exactamente lo que dije. ¿Qué te importa? Saqué el teléfono lejos de mi oído y maldije en voz alta.  Bree, si él la encuentras, házmelo saber. Me tengo que ir.  Terminé la llamada y lo deje caer en uno de los portavasos.  Hijo de puta!  Harper Respiré y tragué un gemido cuando esos ojos grises brillaron heridos y antes de que pudiera volverse a caminar hacia otro lado. Yo ya había ido a mi casa en el momento en Brandon había llamado a Derek para ver donde la llevaría la noche del jueves, así que sabía que estaba a salvo, al igual que yo sabía que ella había pasado un fin de semana entero en una habitación de hotel con Brandon. Pero yo no iba a seguir asumiendo nada de ella. Había pasado fines de semana enteros con Brandon en su habitación, y de acuerdo a Bree, ella seguía siendo virgen. Así que rezaba que una habitación de hotel no haya cambiado eso. Bree llama el nombre de Harper, y sabía que sólo tenía unos pocos minutos antes de que ella se habría ido para la mayoría del día. Le agarro la mano y tiró de ella hasta detenerse.

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 Princesa, deja de caminar y habla conmigo  ¿Por qué? Así puedes hacerme saber de nuevo cuán puta te crees que soy?  Yo no lo creo.  Dios, ¿podría haber sido más que una polla para ella?  Yo no creo que seas una puta. Solo me pillaste en un mal día.  Déjame adivinar, Chase, me haces daño porque estaba tan malditamente loco. . . estoy en lo correcto ¿no? Sus golpes pasaron por mi mente cuando lanzó la línea de nuevo a mí, y me sentí enfermo. La apoyé en la pared y aparte el pelo que había caído en su cara, así podía mirar a esos ojos atormentados.  Es por eso que te dije que nunca sería lo suficientemente bueno para ti, todo lo que hago es herirte, princesa.  Esto no es sobre el ser o no ser lo suficientemente bueno para mí. Sólo quiero ser tu amiga, y estás haciendo esto imposible.  Amigo Esa palabra me dolía tanto, no podía decirlo más fuerte que apenas un susurro. ¿No podía ver que necesitaba todo de ella o nada? Debido a que ser amigo con ella me deja con la esperanza de que pudiera cambiar eso, y yo era consciente que, por su bien, nunca podría. Sus ojos me suplicaron de nuevo, y yo sabía que estaba perdido. Cualquier cosa para esa mirada. Siempre. Agarré un puñado de pelo, exasperado y hablé con una exhalación áspera.  Bueno, está bien, somos amigos. Pero necesito que dejes acercarte alrededor de mí en la casa y en la escuela. Ella retrocedió como si la hubiera abofeteado.  ¿Qué? Entonces eso nos pone exactamente donde hemos estado las últimas tres semanas, eso no cambia nada.  Tiene que ser de esa manera.  Me di la vuelta mientras trataba de obligarme a decir algo para hacerla correr. Deja que se vaya hombre, sólo déjala ir. El dolor que al instante atravesó mi pecho deteniendo mis pensamientos, y me volví hacia mi mundo de nuevo.  Los domingos es el único día que tengo contigo. Esos son los únicos días en los que estás aquí conmigo.  Ella empezó a hablar, pero yo la detuve  No, yo sé que no estás aquí por mí. . . pero estás aquí… Y el no, necesito esos días contigo, Harper. Sin embargo los otros días, eres suya, y no es una buena idea para nosotros estar cerca el uno del otro. Así que mantente alejada. Por favor.  Chase. . .  Si piensas que fingir como si no existieses no es la cosa más difícil que he hecho en mi vida, te equivocas. Odio no hablar contigo, y odio no discutir como si fuéramos un viejo matrimonio, y odio no pasar todos los días a tu lado. Pero esto es como tiene que ser. Brandon me odia, y princesa, confía en mí cuando digo que tiene todas las razones

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para hacerlo. Así que si después de todo lo que he hecho tu consideras ser mi amiga, entonces tiene que ser solo los domingos  A Brandon no le importa si somos amigos. Ah, princesa, eres descarada y dulce como el infierno, pero no eres tonta.  Sé que no eres ingenua  mamá y Bree salieron por la puerta principal, y suspire, sabiendo que la mayoría de mi único día con ella la pasaría con ellas.  Ahora ve a almorzar con Mamá y Bree, después consigue tu culo de vuelta aquí para que yo pueda tener mis pocas horas robadas contigo.  ¿Chase? Preguntó ella después de caminar unos metros hacia la puerta de entrada, con la espalda aún hacia mí.  ¿Sí, princesa? Ella respiró hondo y miró por encima del hombro, capturando los ojos de ella.  ¿Podrías dejar de hacerme daño. . . en todos los sentidos? Mierda. Puedo pasar el resto de mi vida compensando todo lo que he hecho con ella, y todavía no me perdonaré por la mierda que la he hecho pasar. Caminé rápidamente hacia ella y la atraje en un fuerte abrazo, tratando de memorizar la forma en que se siente en mis brazos. Aspiré su aroma de vainilla y desee que pudiera prometerle que yo nunca haría nada para lastimarla de nuevo, pero los dos sabíamos que sería una promesa que nunca podría tener,  Ve a comer, cariño. La apreté con fuerza antes de soltarla y me volví a subir las escaleras.

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Capítulo 7 Traducido por: ★Aurora de Xiah★ Corregido por Nat♥

—¡H

ola, cariño! No esperaba verte hasta la noche. ¿No van

a tener una fiesta tus amigos?

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—Uh, ¿sí? ¿Por qué no ibas a estar esperándome? Es víspera de año nuevo. Los ojos de mi mamá se abrieron, y ella le dio a papá un vistazo rápido. — Bueno, no has estado mucho por aquí. Nosotros sólo te vemos una hora en navidad…— se detuvo y me miró buscando una justificación. Yo no tenía ninguna; bueno, la tenía pero no sentía que pudiera compartirla con ellos. Brandon había tomado a mi princesa hacia Arizona por la primera mitad de las vacaciones de invierno. Él la había llevado a la casa de ella. Sabía que él la amaba, sabía que iban enserio. Pero no estaba preparado para que ellos fueran serios. Pasé cada momento libre surfeando o en el salón de tatuajes estas últimas dos semanas así podría intentar hacer cualquier cosa que pensar en Harper. Y tan pronto mi mamá empezó a llorar en navidad porque los regalos de Harper estaban debajo del árbol. Me había ido. Todavía tenía que manejar con el hecho de que se habían ido y enamorado más entre ellos, y no necesitaba a mi familia recordándomelo. Pero ella estaba regresando a casa esta noche, gracias a Dios, y mi hermana me había hecho una promesa de estar aquí para Año Nuevo. La tendría por dos semanas sin Brandon y no podía esperar. Mirando hacia atrás, noté que mamá y papá todavía estaban esperando. Me encogí de hombros.

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—He estado ocupado, pero ya no más. Ellos abrazaron a más personas que caminaban dentro, y yo hice los saludos requeridos, pero no me importaba nadie de los que aparecían esta noche, sólo una persona. —¿Todavía no están de regreso Bree y Harper? —Ni siquiera sabía que vendrían aquí, pensé que irían a tu casa Mi casa. Ni siquiera quería pasar la víspera de año nuevo con Harper y un montón de compañeros ebrios. —Le mandaré un mensaje a Harper. No quiero que vayan a la fiesta esta noche ¿Vas a estar en casa esta noche? —Chase, cariño —¿Hmm? —Ya sabes, ella y Brandon se están poniendo serios, ¿no crees que tal vez…?” Miré a mamá y ladeé mi cabeza, —¿tal vez qué, Ma? —¿Tal vez deberías dejar de esperarla? Lo que estás haciendo de tu amistad con Brandon, por una chica que está enamorada de alguien más—eso no está funcionando, cariño Mi teléfono vibró y miré hacia abajo, Princesa: Nop, pasaré el rato con la familia. Perfecto. Sonreí para mí y miré a mis padres. —Cuando viene de esa chica, mamá, nada más importa. Así que no, no pienso que debería parar. Te amo. La besé en la mejilla y subí para buscar el regalo de Harper. Agarré la caja envuelta que contenía el anillo que llevé rodando en mi camioneta hace unas semanas y que esperaba como el infierno que lo aceptara. Aparte de oírla decir a mamá y a Bree de lo mucho que amaba los lirios anaranjados, éste símbolo de la trinidad era lo único que sabía que Harper amaba. Servilletas, papel, su muñeca… en cualquier lado. Ella siempre estaba garabateándolo. Así que encontrar un anillo entrelazado con un símbolo de la trinidad arriba, era el regalo perfecto para ella. O eso esperaba. Me paseé por mi piso por lo que me parecieron horas hasta que escuché a Harper, Bree y mis padres platicando muy emocionados en el cuarto que

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sigue del mío. Me senté en mi cama con un resoplido y cerré los ojos mientras escuchaba su voz. Dios, extrañé su voz. Extrañé cada cosa de ella. Desde la semana de Acción de gracias, cuando casi cedí y la besé, y ella me pidió que no lo hiciera, no la he tocado. Y la distancia me está volviendo loco. Estas últimas dos semanas han sido las más largas que he tenido sin verla y no sabía si sería capaz de mantener mi distancia cuando la viera de nuevo. Tan pronto como escuché a mi familia decir que le daría tiempo para instalarse, y el piso se cerró, tomé una última respiración profunda y me dirigí a la habitación de Bree. Toqué suavemente y empujé la puerta, y juro que mi corazón se detuvo cuando vi a Harper sentada en el suelo. —Hey, Princesa Sus ojos se abrieron cuando me miró. —Chase, no pensé que fueras a estar aquí. Mierda, debí decirle que estaría aquí también. —Te pregunté si vendrías a casa. —Cierto, y yo imaginé que te referías a tu casa. La miré observándome y traté de imaginar si estaba feliz de verme o no. El ambiente se puso pesado, y mis ojos brillaron hacia su pecho, que estaba bajando y subiendo rápidamente, esto no podía ser sólo yo. No era tonto, sabía que estaba enamorada de Brandon—cualquiera que estuviera en una habitación con los dos lo sabría. Pero la forma en la que reaccionaba a mi, definitivamente no era la forma en la que reaccionaba hacia Brad, o al novio de Bree, Konrad. Se mordió el labio inferior suavemente, y un ligero rubor cubrió sus mejillas. Dios, era hermosa. Finalmente, noté todos los regalos a su alrededor y recordé porqué había ido ahí en primer lugar. Alejando la puerta, caminé hacia ella y me senté lo suficiente cerca de ella que podía sentir el calor de su cuerpo pero no lo suficiente como para tocarla. Mi mano tembló cuando le entregué el anillo, y mi voz estaba áspera y baja, —Feliz navidad, Harper. He estado reteniendo mi aliento desde que miró la caja pequeña y envuelta, y soplé una pequeña risa cuando finalmente preguntó —¿por qué? —Porque tú eres mi favorita, ¿recuerdas? Cuando lo vi no hubo forma de que no lo consiguiera para ti. Por favor, ábrelo. Por la forma en que mi corazón estaba latiendo contra mi pecho no había duda de que ella pudiera escuchar cada latido mientras miraba su cara

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cuando levantó la tapa de la caja. Jadeó y sus ojos se abrieron mientras lo estudiaba. Cuando me miró, me sentí aliviado al ver el asombro en ellos mientras negaba con la cabeza y preguntaba, —¿cómo supiste? —Lo garabateas en todo lo que se ponga enfrente de ti. Asintió y se ahogó. —Chase…— Su cabeza cayó, pero no antes de que viera las lágrimas cayendo en su rostro. Maldición. —No llores, Harper. Si no te gusta porque yo te lo doy, me lo llevo de regreso. —Lo amo, por favor no te lo lleves. ¿Entonces por qué lloras y rompes mi corazón? —Entonces ¿qué está mal? — puse dos dedos debajo de su barbilla así podía ver sus ojos y limpiar sus lágrimas. Mi respiración se agitó por volverla a tocar de nuevo, y mi corazón empezó a martillear cuando sus ojos se cerraron durante unos segundos. —Nunca había tenido esto antes. No sólo los regalos… el amor que tu familia tiene por mí. Nunca lo he tenido hasta ahora, y es tan abrumador. No sé qué hice para merecerlo, y no sé si lo muestro a ellos también. —Lo haces. Confía en mí—. Miré su cara hermosa, llena de lágrimas y sequé más lágrimas que escaparon de sus ojos tormentosos. Había tantas cosas que quería decirle en ese momento. Te amo. Quiero que seas mía. —Eres especial, Harper, no es difícil amarte—. Tenía que irme antes de decir más, lo que haría que ella huyera de mí de nuevo. Sin otra palabra, me levanté y dejé la habitación. Me fui a mi cuarto y traté de hablar conmigo acerca de irme ahora que le había dado el anillo, pero después la ducha me apagó, y gruñí mientras descansaba en mi cama. Pasé mis manos sobre mi cara mientras yo trataba de hacer algo con la imagen de Princesa en la ducha, pero eso no estaba pasando. Quería agradecer a mi hermana por conseguir que Harper utilizara bikinis y pensaba en el puñado de veces que la había visto en la playa, o tumbada en la piscina en mi lugar. Esos trajes no dejaban mucho a la imaginación, y esas imágenes se mezclaban con el agua sobre mí, haciendo que mi erección ya dolorosamente dura, palpitara. Habían pasado meses desde que había estado con alguien, e incluso antes de eso, Harper había protagonizado cada una de mis fantasías. Esto no fue diferente. Rápidamente me desabrocho el botón y la cremallera de mis pantalones y casi gimo cuando finalmente me agarré.

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—Chase— alguien toca en mi puerta —tu papá dice que estás aquí y que necesita tu ayuda para traer algo en la casa. Tienes que estar bromeando. Me gustaba Konrad, era bueno con mi hermana y encajaba bien en nuestra familia. Pero lo iba a noquear por joderme. —Chase, amigo—, la voz de papá vino del otro lado de la puerta, — Vamos, tengo un montón de hieleras y comida que tienen que meterse. Bueno, eso mató cualquier fantasía que estuviera teniendo con Harper. Me compuse y coloqué mis pantalones antes de abrir la puerta. —Muy bien. Hay que hacerlo. La última carga era lo suficientemente pequeña para dos, así que Konrad fue a buscar a Bree mientras mi padre y yo regresábamos con el último. Decidí que irme sería mi única opción si quería tener un poco de control alrededor de Princesa, pero después cuando la vi parada detrás de Bree y Konrad en una de las mesas de póker, supe que no me iría pronto. Se veía asombrosa, incluso más de lo normal; un breve destello de cómo había estado imaginándola hacia menos de diez minutos pasaron por mi mente, y luché con la idea de agarrar de ella y llevarla a mi habitación para vivirlo realmente. Mis ojos se abrieron de golpe para encontrar que me miraba, y sus mejillas se pusieron rojas mientras arrastraba la mirada hacia la mesa de póker. Noté un asiento vació en la mesa e hice mi camino hacia él, lentamente tomando cada centímetro de ella en mi camino. Capté un destello de plata y miré la mano más cercana a mí para encontrar mi anillo en su dedo. Mi pecho se hinchó y no podía detenerme de tomar su mano derecha para poner mi pulgar sobre el anillo antes de dejar caer su mano e ir a sentarme. Los juegos fueron pasando rápido— no estaba ganando, pero, agradecidamente, no estaba perdiendo mucho tampoco. Dividiendo mi tiempo así la mayoría lo pasaba viéndola, y el resto era realmente concentrarme en la mano que tenía, y las apuestas de personas que fueron colocando era una manera segura de perder todo lo que acababa de poner en el suelo. Pero valió la pena porque fui capaz de verla por primera vez en dos semanas. —Voy corriendo al baño— Konrad se puso de pie y se desperezó. —Toma mi lugar, Kid, pero por Dios no pierdas más de mi dinero. Nunca entendí por qué él llamaba a Harper “Kid”, pero no era como si yo fuera el indicado para juzgarlo por darle apodos. La vi sentarse, y sus ojos

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brillaron mientras miraba las cartas. Dios, ella era horrible para cualquier juego de cartas, pero era lindo verla intentar. —Será mejor que simplemente entregues todas sus fichas ahora, Princesa, porque no estarán aquí cuando regrese de todos modos. Le sonreí y me encantó la forma en la que su siempre presente rubor se deslizó de nuevo a sus mejillas. Bree se inclinó para susurrarle al oído, y la observé con atención mientras ella y Harper hablaban en voz baja. Mi sonrisa murió cuando el rostro de Harper palideció y una mirada asesina seguida de un fuerte dolor, llenó sus ojos. ¿Qué carajo le había dicho Bree? Konrad regresó incluso antes de que mostráramos nuestras cartas, y observé a Harper evitar mirarme mientras se levantaba rápidamente y se alejaba de la mesa. ¿Qué demonios? Miré a mi hermana mientras ella coqueteaba con su novia. ¿Estaba sentada ahí pasando un buen tiempo mientras claramente había herido a Princesa? Busqué a Harper y la encontré hablando con mis padres antes de que lentamente hiciera su camino hacia la cocina. Pongo mis cartas sobre la mesa le pasé mis fichas a Konrad para compensar lo que estaba perdiendo Bree y me levanté rápidamente. — Estoy fuera—. Harper colocó cinco cervezas en la isla de la cocina de uno de los refrigeradores y yo negué con la cabeza. —Nu—uh. Si yo no bebo, tu tampoco beberás. Sus ojos se dirigieron hacia mí antes de volver a las cervezas. “Bueno, entonces, ¿por qué no tomas una?” —Porque ya no bebo más. Se puso una mano en la cadera y finalmente volteó hacia mí. —¿Desde cuándo? ¿Desde cuándo? Dejé de mirar alrededor de la cocina y la miré a los ojos. ¿No se había dado cuenta de cómo todo había cambiado desde que la conocí? —Desde que era un idiota y lastimaba a mi princesa. Sus ojos se abrieron, y escuché su próxima bocanada de aire. —Eh… No me había dado cuenta. —Tú eres la que me dijo que debería parar. —Pero no quería decir que lo hicieras, Chase. Eres un adulto, puedes hacer lo que quieras.

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—Lo sé. Nada bueno he salido nunca de beber, sin embargo. Y si seguía, no te podría conseguir. No como que la tuviera después, pero la había enviado aún más lejos. Ella parpadeó rápidamente y miró de nuevo a las cervezas que había estado recogiendo. —¿No deseas compartir una? ¿No pasará nada con la mitad de una cerveza, verdad? Nada pasaría si fueran tres, pero no tenía caso empezar de nuevo de todos modos. Le sonreí y traté de imitar su voz. —Supongo que mi pequeño cuerpo puede resistir a la mitad de una cerveza. —Eres tan tonto. Ayúdame con esto, pasaré un rato en la mesa de tu madre. Volvimos a la mesa, y acerqué una silla al lado de Harper, así podríamos tener algún tipo de contacto. Vi como ella se inclinó hacia mi mamá y pensé acerca de lo perfecta que sería en esta familia, como mi esposa. Ese pensamiento se estrelló contra mí, y tuve que inclinarme hacia atrás mientras lo dejaba arrastrarse sobre mí. Cada sentimiento que Harper había despertado en mi estaba más allá de lo que jamás había experimentado, porque nunca había pensado ni una vez en el matrimonio hasta ahora. A pesar de eso, si pudiera casarme con Harper, lo haría en un instante. La vi reírse con mi mamá, y sus ojos brillaron cuando encontraron los míos por unos momentos de tensión. Es oficial. Estoy completamente ido por esta chico. Todos empezaron a irse de las numeroso mesas de póker puestas alrededor de la casa para encontrar donde podían ver unos de los televisores para ver la cuenta regresiva de la medianoche, y fruncí el ceño cuando mi princesa se levantó sin decir una palabra o una mirada en mi dirección y caminó hacia Bree. La vi tomar un vistazo a Bree y Konrad besándose, y reírse para sus adentros mientras negaba con la cabeza. Se llevó la mano derecha arriba para mirar el anillo que le acababa de dar, y lo que pasó después fue lo que finalmente hizo decidirme. Se mordió el labio inferior, sus mejillas se fueron tornando rosas, y sonrío la sonrisa más tierna, mientras lo miraba antes de dejar caer la mano y mirar hacia la televisión de nuevo. Fue uno de esos malditos momentos de luz que me hicieron darme cuenta de que haría lo que fuera por casarme con ella, y eso que no la había besado todavía. Pero después de ver eso, no iba a esperas más tiempo. Caminé detrás de ella, me envolví alrededor de su cintura, y la jalé hacia la banqueta oscura. Ella se sorprendió pero estrelló su boca cuando la

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voleé así su espalda estaba contra la pared y sus ojos subieron para encontrar los míos. Ahuequé su cara con mis manos y permití a mis pulgares rozar sus mejillas mientras estudiaba sus ojos oscuros. Su boca se abrió lentamente, e incluso con todos en la casa con el conteo para medianoche, podía escuchar su inhalación antes de que finalmente, finalmente presionara mi boca contra la de ella. Ella miró hacia arriba de su cuerpo por unos instantes antes de relajarse y envolver sus brazos alrededor de mi cuello. Cuando empezó a mover su boca contra la mía, supe que podría morir feliz. Dejé que mi lengua trazara su labio inferior que tanto amaba y gruñí cuando ella abrió su boca hacia mí. Dejé que fuéramos a la pared opuesta, dejé ir su rostro, y agarré su cadera para traerla entre mis piernas. Ella se dejó ir de buena gana, y cuando una de mis manos presionó contra su pequeña espalda para empujarla más cerca de mí, gimió en mi boca y arqueó su cuerpo contra el mío. Sus manos se deslizaron alrededor de mi cuello para jalar mi camiseta y empujarme más cerca, y yo sonreí antes de pellizcar su labio inferior y tomar su boca de nuevo. En el momento en que nos separamos, los dos estábamos respirando con dificultad, y yo descansé mi frente sobre la de ella mientras trataba de recuperar el aliento. Ella se puso una mano en el pecho, pero no dijo nada y ya no me miraba. Estaba mirando hacia abajo. Necesitaba que me mirara, yo necesitaba saber lo que estaba pensando. Ese beso no había sido lo que me esperaba cuando decidí finalmente besarla. Fue mucho más. Fue hambriento y apasionado como si no pudiéramos conseguir lo suficiente el uno del otro. Así que ¿por qué no me miraba? —Harper. Sus ojos se quebraron y se me cayó el estómago. Ella parecía como alguien que acababa de ser aplastado. Nunca me había sentido tan vivo, y ella se veía como si estuviera a punto de estallar a llorar. —Voy a pensar en ese beso para el resto de mi vida. Yo la empujé suavemente lejos de y yo vi el destello del dolor a través de sus ojos mientras me preguntaba si acababa de hacer el mayor error de todos cuando se trata de esta chica. Dejé caer mis brazos, caminé rápidamente a mi camión, y traté de salir de aquella casa tan rápido como me fuera posible. Si ella lamentó el beso, sabía que no sería capaz de manejarlo, así que no quería saber. —CHASE, DETENTE.

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Me quedé inmóvil y colgué mi cabeza antes de volverme a mirar a Brad. —¿Sí? —¿Qué está pasando contigo últimamente? Voy a admitir que las últimas semanas han sido agradables no teniéndote a ti y a Brandon luchando por aquí todo el tiempo, pero has estado enojado con todos y evitando a tus compañeros de las últimas semanas, y ahora, cuando te veo. . . pareces como un zombi. ¿Qué está pasando? —Nada. Antes de que pudiera alcanzar el pomo de la puerta, puso una mano en la puerta y volvió a hablar. —Solíamos ser amigos, pero lo que está pasando contigo últimamente está quemando todas tus amistades, incluida la nuestra. —No sé lo que quieres que te diga, amigo. Tú sabes lo que está pasando conmigo, y estás del lado de Brandon. —Nadie está tomando lados, estás yendo de la manera equivocada. Estás causando mierda innecesaria, y haces que sea difícil estar en una habitación con los dos. —Bueno, ahí lo tienes. Es por eso que siempre estoy ido. —¿Te das cuenta de lo tonto que todo esto es?— Él hizo un gesto con la mano hacia el resto de la casa. —¡Esta es tu puta casa, y nunca estás aquí! Mira, sé que te gusta ella. —La amo—. Corté a Brad, y sus ojos se abrieron como platos. —Uh. . . Está bien. Sé que la amas, pero perdiste la oportunidad—por ahora al menos. En este momento, ella está con Brandon, y si va a existir un 'tú y Harper,' entonces necesitas dejar de hacer lo que has estado haciendo. —Existirá, dije suavemente hacia la puerta principal. —Yo sé que ella me quiere a mí, también. —¡Bueno, mierda, espero que ella lo haga, Chase! Nunca te he visto ponerle atención a una chica más de un puñado de minutos. Ni siquiera miras más de dos veces cuando Natalie vuelve, y ella era la única que tuviste más de una vez. Sé que Harper significa algo para ti; ¡No estoy ciego! Pero si estás tan seguro de que ella te quiere, también, entonces no jodas el amigo que tienes en Brandon para conseguirla.

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—Brandon está tan adentro como yo, así que estoy bastante seguro de que no es posible." —Bueno, tienes que pensar en algo. Porque la forma en que ha una buena forma a seguir sobre esto. Suspiré y finalmente volví a mirarlo. —¿Hemos terminado aquí, Dr. Phil? La cabeza de Brad se tiró un poco hacia atrás, y él negó con la cabeza, — En serio hombre, ¿qué rayos se ha metido en ti? —Mira, lo siento, sé que estoy siendo un idiota últimamente no sé cómo explicarlo. . . si alguien saliera con Sarah, ¿qué harías? —Mi Sarah? — Cuando asentí, continuó, —Golpear la mierda fuera de él, y llevarla atrás. Levanté las cejas y continué mirándolo. —Pero eso es diferente, hermano. Sarah y yo hemos estado juntos por dos años, ni siquiera estás con Harper. —Lo sé, pero si ella dijera que sí, me casaría con ella hoy. —Chase— me miró como si estuviera loco —¡ni siquiera la conoces realmente! —Sí, lo hago, y voy a hacer cualquier cosa para tenerla. Puedes pensar que es una locura todo lo que quieras, pero no puedes actuar como si no has visto lo que ha hecho a mí sin siquiera intentarlo. Ella ni siquiera se había dado cuenta de que había dejado de beber por ella. No he tenido ni pensado en otra chica desde finales de agosto, y lo mismo con el alcohol. Y lo curioso es que ni me importa. Me importa poco que me he perdido todas las fiestas en los últimos cuatro meses. Nada de eso me importa, ella sí. Y uno de estos días, ella será mía. —Espero. Levantó las manos y dio un paso atrás: —Está bien, hombre. . . Está bien. Sólo trata de ser inteligente al respecto, ¿sí? Sonreí y asentí con la cabeza mientras abría la puerta principal. —Estoy tomando mis precauciones acerca de ella. Yo no había visto ni oído hablar de la princesa en casi una semana desde que la besé en Víspera de Año Nuevo, y cada día Brian me hizo patearme a mí mismo por irme después del beso. Había hecho incluso que Marissa bajara a la tienda a darme lecciones sobre besarla y dejarla, y cómo probablemente la había herido más haciendo eso. Yo no estaba seguro de si tenían razón, pero estaba a punto de averiguarlo.

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En uno de los domingos, había oído a todas las chicas hablando en la cocina acerca de las flores, y Harper habló sobre unos lirios anaranjados siendo sus favoritos. Sabía que no podía obtenerle sólo algunos, pero al escucharla hablar sobre ellos nunca dejó mi mente, y esbocé un gran dibujo de cuatro lirios naranja para ella como un tatuaje. Ella sabía que tenía un tatuaje para ella, y sabía que ella quería uno, pero me negaba a decirle lo que era menos que ella viniera por él, y estoy bastante seguro de que la única razón por la que ella nunca lo hizo fue porque Brandon la había detenido. Es simplemente una maldita vergüenza que él siguiera en Arizona en estos momentos. Me subí a mi camioneta y saqué mi teléfono. Así que. . . ¿Alguna vez vas a venir por ese tatuaje? Princesa: ¿Cuando estás libre? ¿En serio? Princesa: :) Hazme una cita. Voy a estar allí Abrimos a las cuatro de hoy. Ven entonces 97

Princesa: ¿Puedo saber qué es primero? Puedes verlo cuando esté terminado. Te lo advierto ahora, que va a tomar horas. Princesa: Chase, te lo juro, si pones algo que odio en mi cuerpo. . . Te voy a matar Te prometo que te encantará Princesa: No hagas que me arrepienta Nos vemos en un par de horas, Princesa Oh. Si. Arranqué el motor y fui a la tienda para empezar en el esquema así tendría todo listo para el momento en que ella llegara, y estaba casi terminando cuando Brian entró. —Gracias al buen Dios allá arriba. Chase ha entrado en razón y finalmente ha sentado cabeza Mi expresión desapareció mientras lo miraba a los ojos. —O tal vez no.

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—Tendrías razón con eso último, murmuré mientras fui de nuevo al bosquejo. —Entonces, ¿qué pasa con la sonrisa tonta? —Princesa viene por su tatuaje. —¡Oh, no mierda! ¡Tengo que decirle a Riss! Solté un bufido y miré de nuevo a él. —¿Le dices todo a Marissa?" Brian tomó un bocado enorme de un burrito y me miró divertido, —Uh. . . sip. Sacudí la cabeza y volví a la silueta. —Riss dijo que esto es enorme—, dijo mientras daba otro gran bocado, —y eso significa que ella no está muy enojada contigo o quiere ver lo que va a suceder. —Eso está bien, Bri. 98

—Y Riss quiere saber si vas a darle un beso. Dejé caer la pluma y miré hacia arriba. —Brian, no lo sé hombre. No pienso que ella esté de acuerdo en eso, en primer lugar, yo no sé si ella siquiera aparecerá. Dile a Marissa si quiere estar tanto en esto, que puede venir a ver. — Brian tomó otro bocado, asintió con la cabeza, y empezó a escribir en su teléfono. —¡No en realidad no le digas eso! ¡No quiero asustar a Princesa! Lo que significa que no puedes actuar como si supieras quién es, tampoco. Lo juro, ella probablemente salir gritando si ve que sonríes como lo haces cuando hablo de ella. Ella va a pensar que eres un bicho raro, Bri, así que se cool. —Puedo ser cool— se encogió de hombros —Voy a estar tan cool que va a ser como ‘hombre ese tipo es tan genial’, y ella va a dejar tu culo por mí. Me atraganté con el chicle y tuvo que esperar un par de minutos antes de responder. —¿Acabas de decir ‘genial’ en voz de matón? Mierda, te estás perdiendo aquí "Me reí y me hago un ovillo para esquivar el burrito que me aventó. —¿Y dejarme por ti? Por favor. Brian, tienes un pelo masivo, parece que no te has afeitado durante días, y estás cubierto de tatuajes y piercings. Como he dicho, ella huirá gritando. —Psh, nah, estás equivocado. —Eres tan blanco. Déjame solo. Quiero terminar esto antes de que ella aparezca.

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—¡Puedes apostar tu culo que voy a estar enviando mensajes de texto Riss paso por paso de todo lo que ella hace! Sacudí la cabeza. —Mientras te mantengas alejado, puedes hacer lo que quieras. Treinta minutos más tarde, ya había terminado y estaba sentado con Brian cuando mi Princesa caminaba en la tienda. Ella estaba en chándal y se veía más hermosa que cualquier otra chica que había visto. —Mierda, ¿es ella?— Preguntó Brian, y yo asentí mientras me levantaba. — Maldita sea, voy a necesitar tomar una imagen acosadora para enviarle a Marissa, tu chica es caliente. —Eres tan jodidamente estúpido. Recuerda, permanece invisible. Tú puedes saber de ella, pero ella no tiene ni idea sobre ti—. Caminé hacia el frente y tomé lo que parecía ser mi primera respiración verdadera en días, cuando ella me sonrió. Tomé su mano y la llevé de vuelta a mi estación. — No puedo creer que hayas venido en realidad. —Lo sé. Estoy flipando un poco.

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Mierda. —Entonces yo no voy a hacerlo, Princesa. Lo haré cuando estés lista. Sus ojos se abrieron, y ella negó con la cabeza rápidamente. —No, no. Lo quiero hoy, pero tengo miedo de que vaya a doler, y es muy difícil no saber lo que es. ¿Puedes por favor, sólo dejarme ver eso? Uh, no. Ese era el trato. —No voy a mentir y decir que no te hará daño, pero es diferente para cada persona. Algunas personas odian a los contornos, algunos odian las sombras. Algunas personas no sienten nada, y algunos odian todo el proceso. Te lo dije, te va a encantar lo que es. Pero es una sorpresa, y no te lo puedo decir. Se mordió el labio y miró a su alrededor durante unos segundos antes de volver a mí. —Estoy confiando en ti en esto, Chase. Puse una mano en la parte posterior de su cuello y la acerqué a mí. —Lo sé, Harper, gracias. La besé en la frente y me obligué a volverme a inclinar en contra de mi voluntad para no presionar mis labios con los suyos. — ¿Dónde lo quieres? —Um. . . dijiste que era grande, ¿verdad?— Me limité a asentir. —¿Puedo saber el tamaño? Porque la ubicación depende del tamaño. —Date la vuelta.

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—¿Qué? ¿Por qué? Me reí cuando sus ojos se abrieron de nuevo y puse mis manos en sus caderas para girar su cuerpo lejos de mí. —Porque yo ya tengo el esquema listo para ir, estoy a punto de grabarlo para obtener los puntos más lejanos, y no quiero que veas—. Cogí papel de calco y lo puse sobre la parte superior del esquema, marqué los puntos, y la volví de espaldas a mí. —Así de grande. —Está bien, lo quiero aquí—. Ella agarró el papel de mí y lo alzó sobre sí misma. —Yo quiero que se inicie en el lado izquierdo de mi estómago y se envuelva alrededor de mi cadera izquierda. Eso es casi exactamente donde lo había imaginado en ella, también. Tuve que tomar una respiración profunda cuando me di cuenta de que estaba a punto de tocarla libremente, y tomé su camisa para enrollarla así no me estorbaría —Acuéstate sobre tu lado—. Una vez que ella estaba en la mesa, tiré del lado izquierdo de sus pantalones abajo levemente también, y mi corazón comenzó a martillar sobre el mismo tiempo que ella contuvo el aliento rápido, audiblemente. —Voy a mantener todo cubierto, lo prometo. Sólo necesito tener este lado más abajo—. Mi voz sonó profunda y ronca, y yo trataba de tranquilizarla, había hecho tatuajes en lugares más íntimos que este sobre una mujer, y nunca me había afectado de esta manera. —¿Chase? —¿Hmm? —¿Has dicho que va a tomar horas? —Sí, probablemente tres. Como puedes ver, es grande, y el sombreado está muy completo. —Esa parte se llevará más tiempo. Aquí es donde tú tienes que confiar en mí. Estoy a punto de ponerme a esbozar, así que por favor no mires—. Ella cerró los ojos e hizo la más linda cara arrugada que jamás había visto. —Si alguna vez necesitas que me detenga, sólo dime, ¿de acuerdo? —Bien. Estoy listo, vamos a hacer esto. Una vez que el esquema estaba encendido y como yo quería, puse en marcha la máquina y las tintas y me puse los guantes. Me volví a mirar a mi Princesa, y no pude evitar mirarla por unos momentos. Dios, era perfecta. Oí a alguien aclararse la garganta y vi hacia arriba para ver a Brian asintiendo y dándome un pulgar hacia arriba. Negué con la cabeza y le di

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la vuelta antes de rodar mi silla hacia ella y apretarle la mano. —Has elegido el lugar perfecto, esto se verá increíble. —Más te vale. Le sonreí y comencé en el contorno. Su cuerpo se relajó poco después de que empecé, pero cuando la miré casi la mitad de las líneas, sus manos aún estaban apretadas en puños. Ella estaba haciéndolo increíblemente hasta ahora, no pestañeaba o hacía cualquier tipo de ruidos por el dolor. Pero entintar a la chica que significaba el mundo para mí con este tatuaje tenía que ser un momento mejor para mí que besarla, y yo quería que ella lo disfrutara también. —¿Estás bien? —Sí, sólo presta atención a lo que está haciendo. Me eché a reír. ¿Realmente pensaba que estropearía esto en ella? Terminé el esquema, fijando la máquina para iniciar la sombra, y volví a darle a mi princesa sus lirios. Intenté ignorar la forma en que mi corazón latía con fuerza y sentí que mis pantalones vaqueros se estaban endureciendo mientras continuaba trabajando en ella, pero la forma en que su cuerpo se sentía, todo lo que pude pensar fue quitándome mis guantes y explorando cada centímetro de ella sin ellos. Definitivamente no ayudó cuando yo levanté la vista para verla mordiéndose el labio y su pecho subía y bajaba en un patrón calculado. Ella comenzó a mover su cuerpo levemente, como si estuviera incómodo, y el infierno si no me había puesto a pensar en todos los maneras en que podría hacer que se sintiera cómoda. —Princesa, tienes que dejar de moverte. Por el amor de Dios, por favor, deja de moverte, o te tomaré aquí mismo en medio de un salón de tatuajes. Ella se congeló y susurró una disculpa, y traté de pensar en el surf para despejar mi mente y volver a mi zona. A mitad del sombreado, no dejaba de oír algo que no era la música tocando en la tienda, no era el arma, y no era mi teléfono. Miré hacia arriba y traté de averiguar qué era el ruido, pero no podía oír más. Cuando me incliné hacia atrás de Harper lo oí de nuevo y dejé la pistola, me incliné hacia ella y sonreí para mis adentros. —¿Estás tarareando?— ¡Dios mío que linda era! Sus ojos se abrieron de golpe, y se congelaron. —Tal vez. Solté una carcajada y me quité los guantes, volví a mi contador y busqué mi teléfono. Lo cogí, mis auriculares, y volví hacia ella mientras ponía iTunes y se lo entregué a ella. —Lo estás haciendo bien, terminaré pronto. Sin

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pensar al respecto, besé su cuello con suavidad, pero gracias a Dios que sólo comenzó a sonrojarse mientras ponía los auriculares. Una hora más tarde, estaba hecho, y tuve que admitir que parecía perfecto. Incluso mejor que como me lo había imaginado en ella. Me encantó ver como ella miraba mis dibujos, y aunque estaba nervioso como la mierda, yo no podía esperar a ver su reacción a éste. Dejé el arma y me quité los guantes, y cuando me di la vuelta, sus ojos todavía estaban cerrados, y ella fue una vez más a trasladarse a cualquier canción que estaba escuchando. Decidiéndome a empujar mi suerte más, incliné mi cuerpo sobre el de ella y la besé en los labios rápidamente. Sus ojos se abrieron, y ella se sacó los auriculares. —¿Todavía me estoy moviendo mucho? —No, Princesa, está todo hecho. ¿Estás lista para verlo? —¡No tienes ni idea! Resoplé suavemente. Tan malditamente tierna. —Cierra los ojos otra vez, voy a dejar que los abra cuando estemos al lado del espejo—. Yo la ayudé a salir de la mesa y la llevé a un gran espejo, posicionándola para que ella fuera capaz de ver a la perfección. Tomé una última respiración profunda y me incliné cerca para susurrarle al oído: —¡Abre los ojos, Harper! Durante algunos momentos de tensión encontró mi mirada en el espejo antes de dejar que sus ojos viajaran hacia abajo. Ella abrió la boca, y mi cuerpo se puso rígido cuando vi sus grandes ojos y dejé caer mi mandíbula. Ella se apartó de mí, y más al espejo, y me sentí como si estuviera conteniendo la respiración mientras se quedó mirando la cadera izquierda. Aún sin hablar, se volvió hacia mí, se acercó, y se pasó una mano por el pelo, la otra mano viniendo hacia el lado de mi cuello. —Por favor, dime lo que estás pensando. Porque, juro por Dios, estoy a punto de ir adivinando a lo loco. Sin previo aviso, me besó con fuerza, y yo pensé en morir. Para tener esto, tenerla besándome. . . significaba todo. Profundicé el beso, y malditos Brian y Jeff que comenzaron a gritar para que nos den una habitación. Harper se retiró y su rostro estaba rojo brillante mientras ella se mordía el labio para contener su sonrisa y miró al suelo. Cogí su mano, la llevé de vuelta a mi mesa, y terminé de aplicar la pomada y envolver sus lirios. Ella todavía no había dicho nada, pero me gustaría tener ese beso como una confirmación de que a ella le gustaba. —¿Qué te hizo elegir esos?

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Alcé la vista y le sonreí. —Te oí hablar con Bree y mamá de ellos siendo tus favoritos. Y desde ese día, todo lo que quería hacer era conseguir que los lirios anaranjados, pero sabía que iba a conseguir ser golpeado de nuevo. Esta fue mi manera de evitarlo. —Parece increíble, Chase, gracias. Gracias a Dios. Me encogí de hombros, pero ella agarró cada lado de mi cara y me tiró hacia abajo de modo que estaba a menos de dos centímetros de la de ella. —Lo digo en serio. Me encanta, gracias. La besé suavemente y rocé mi nariz en su mejilla, aspirando ese aroma a vainilla que era claramente mi princesa. —Dios, eres hermosa, Harper. Sus ojos grises brillaban y su sonrisa se ensanchó, pero justo cuando empezó a inclinarse, sonó el teléfono, y ambos nos congelamos por unos segundos antes de que ella buscara en su bolsillo y lo sacara. —Hola, cariño—, respondió ella. Tienes que estar bromeando. —Um, no está hecho todavía. ¿Te puedo llamar después? Yo contuve la respiración y vi como sus ojos tenían esa mirada aplastada que había tenido después de que la había besado en la víspera de Año Nuevo. Hijo de puta. —Te amo, también. Diviértete esta noche. Y se acabó. Ahí mismo. No me podía besar y hablar con su novio, diciéndole que lo amaba, mientras yo todavía estaba allí de pie. Me alejé de la mesa y traté de quitarme de encima la sensación de que ella me había golpeado en el estómago. Sacó el teléfono de la oreja y me miró, —Chase— No, a la mierda no. No puedo hacer esto contigo. No podía ser un sucio secreto para ella. La Quería, pero yo no quiero ser un maldito juego para ella. —Así que tendrás que ir a comprar algo de jabón antibacterial para limpiarlo. —Por favor, habla conmigo.

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—Lo estoy intentando—. Agarré un trozo de papel y me volví hacia ella, buscando en todas partes, pero no a ella. —Mira, aquí hay algunas instrucciones de cuidado posterior. No te quites la envoltura durante al menos una hora. Si algo se ve mal, llámame—. Dejé caer el trozo de papel en su estómago, me aparté y miré para ver a Brian en la parte delantera sólo mirándonos con una mirada confusa en su rostro. Le entregó a alguien una carpeta y se retiró a la parte posterior de la tienda antes de hacer su camino por allí. —Chase Finalmente me volví hacia ella y apreté los dientes mientras hablaba de nuevo. —Tengo otra cita, y él está esperando. Nos vemos más tarde. Ella asintió con la cabeza y movió la cabeza en una exhalación. — ¿Cuánto te debo? —Nada. Fue un regalo. Pero estoy muy ocupado, así que por favor vete—. Sin otra mirada en su dirección me volví y me fui a la habitación de nuevo a encontrar a Brian. —Amigo, ¿qué coño? Todo se veía bien en las últimas horas, así que ¿por qué parece alguien que acaba de matar a tu perro? —Brandon la acaba de llamar —Oh, me jodas. —Sí—. Suspiré pesadamente y me senté en uno de los sofás que había en la parte trasera —Ella lo rechazó y lo que sea, pero ella lo llamó cariño, le dijo que lo amaba. . . a la vez que mantenía una mano en mi cuello para mantenerme cerca de ella. —Puta. —Cierra la boca, Bri. Yo solo. . . No voy a hacer esto con ella más. Quiero que ella sea mía, no un secreto que deba ser guardado mientras Brandon está lejos, uno del que se sienta culpable después— las cejas de Brian se levantaron, y él sólo me miró. —¿Qué? Él se encogió de hombros mientras buscaba las palabras que quería usar. —Supongo que me di cuenta de que realmente significaba mucho para ti. Has crecido mucho en los últimos meses, yo sé que tonteo mucho sobre las chicas que vienen aquí por ti o con las que solías estar, pero es impresionante ver esto de ti. Quiero decir, es una mierda que todo esto ha sido el resultado de una chica que está con tu mejor amigo, pero me alegro de verte crecer, hombre.

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Resoplé y miré a mi alrededor, —Uh, gracias. . . ¿Supongo? —Sabes lo que quiero decir. ¿Quiere decir que has terminado de estropearlo con Brandon? —No lo sé. Luchar con él mantiene en mi cabeza que ella está con él y no yo. Sólo sé que he terminado de intentarlo con ella. Me pareció que valía la pena, sólo para tenerla para cualquier cantidad de tiempo. . . pero no puedo seguir jugando a este ir y venir con ella. —Sí, está bien—. Él asintió y sonrió. —Apuesto a que no duras ni un mes hasta que estés cazando otra vez—.* (Juego de palabras porque en inglés Chase significa Cazador, y su amigo dice chasing, haciendo referencia a su nombre) —Entonces tendré que asegurarme de que no estaré a su alrededor por más de un mes. —Eso es lo que pensé. Tengo que volver con mi siguiente chico, nos vemos por ahí. 105

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Capítulo 8 Traducido por: ★Aurora de Xiah★ Corregido por Nat♥

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ntré en el camino de la entrada vacía de la casa de mis padres y

me alegré de que todo el mundo estuviera fuera de la ciudad para el fin de semana. Yo estaba haciendo un trabajo sobre la pierna de Brian en un par de días, y el cuaderno de dibujo que tenía el dibujo estaba aquí, pero yo había estado evitando ver a mi familia y Harper desde que me alejé de ella en el salón hace una semana. Escuché la televisión segundos antes de ver a Harper tumbada en el sofá. Sus ojos se abrieron de par en par, y me quedé helado. Iba a matar a Brad, él me envió un mensaje hace casi una hora diciendo todos se habían ido a Los Ángeles, y Harper estaba con ellos. —¿Pensé que ibas a Los Ángeles? —No, le dije a Bree que estaba enferma. —¿En serio?— Di un paso hacia ella, pero me obligué a detenerme y mirar por encima desde donde yo estaba. Ella se veía bien, mejor que bien, en realidad. —Estoy bien, sólo quería estar sola. Solté un bufido. —Bueno, me iré en unos pocos minutos. Sólo tengo que tomar unas cuantas cosas. Cómo es el uh—¿cómo está el tatuaje? —Hermoso. ¿Podemos hablar de esa noche? Eh. No. Me di la vuelta y me dirigí a las escaleras, —No hay nada de qué hablar. —Sí hay, ¡me dejaste de hablar por completo, y me has estado evitando desde entonces!

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Me obligué a seguir caminando a pesar de que yo sabía que me estaba siguiendo. —Yo no te estoy evitando, sólo que no tengo nada que decir. —¿Por qué me tratas así? ¿Qué he hecho? Citado a mi mejor amigo, para empezar. —¡Nada! —¿Así que esto es lo que haces entonces? ¿Haces que las niñas sientan que son especiales por unos pocos días, entonces los tratan como si fueran nada? Oh, el infierno no. Me volví, y tuvo que detenerse rápidamente para que no se chocara en mí, —¿Realmente vas a poner esto en mí? ¡En un momento me estás besando, y el siguiente estás hablando con tu novio, diciéndole que lo amas! —¿Qué quieres que haga? ¿No contestar? Sí, eso es exactamente lo que quería que hiciera. Ella me miraba como si hubiera perdido, y me di cuenta de que no había manera de que ella vea mi lado, ya que, claramente, significo menos que nada para ella, —Eso ni siquiera importa, Harper, así que déjalo. —¡Significa para mí! Estoy tan cansado de esta montaña rusa contigo. Nunca sé con qué Chase voy a encontrarme ese día. ¿Va a ser el Chase frío o el divertido y cuidadoso Chase? ¿Va a ser la persona que está con cuatro chicas en una noche, o el que me dice lo hermosa que soy, hace cosas increíblemente dulces para mí, y se da cuenta de cosas sobre mí que nadie más hace? Tienes. Qué. Estar. Bromeando. ¿Ella cree que soy bipolar? ¿Y todavía no ve cómo he cambiado todo por ella? —¡Estás en todos lados, yo no sé cómo actuar alrededor de ti, yo no sé qué quieres! —¡Te quiero! Todo lo que siempre he querido es a ti. —¿Entonces por qué estás tratando de hacerme daño otra vez? —Porque es más fácil de esa manera, le respondí con sinceridad: —¿Estás con Brandon. ¿Sabes lo que se siente verte con él? ¿Quererte tanto, pero saber que es con él con quién debes estar? —¿Pero qué pasa si yo te quiero? No, no. No más juegos. —Harper, no lo hagas.

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—Estoy tan enamorada de Brandon, pero no puedo evitar lo que siento por ti, y sé que sabes de lo que estoy hablando. Sea lo que sea entre nosotros... ha estado ahí desde que nos conocimos. Es como si yo no pudiera tener suficiente de ti, pero todo lo que haces es alejarme. ¡Es todo lo que siempre has hecho! —¡Porque yo no soy lo que tu necesitas, Harper! —Entonces, ¿por qué me besaste, Chase? Sabías que iba a cambiar todo, y lo hizo. Así que dime, ¿por qué lo hiciste? ¡Una chica tan frustrante! ¿Realmente quiere hacer esto ahora? ¿Después de cada atrás y adelante del juego que hemos jugado en los últimos cuatro meses y medio? Cerré la pequeña distancia entre nosotros mientras parte de mi gritando por irse, y la otra mitad queriendo nada más que tomarla en mis brazos. —Necesitaba hacerlo. ¡Tú eres todo en lo que puedo pensar, y me vuelve loco! Hubiera dado cualquier cosa por ese beso, y yo sabía que no iba a conseguir otra oportunidad de nuevo, así que tuve que hacerlo. Tenía que saber si sentías algo, también. Echó los brazos y soltó un bufido de exasperación. —¿Acaso no es obvio? ¿No es obvio que estoy enamorada de ti? No perdí tiempo aplastando mi boca a la suya. Había esperado tanto tiempo para escuchar esas palabras viniendo de ella. Ella gimió, y su cuerpo se fundió en el mío, sus piernas volviéndose débiles. Yo agarré detrás de sus muslos y envolví sus piernas alrededor de mi cintura mientras la empujaba contra la pared en un intento de conseguir su cuerpo más cerca. El beso se profundizó, y yo rogaba que lo dijera de nuevo. —Chase, susurró contra mis labios antes de agarrar mi cara para mirar a mis ojos, —Te amo. Mi corazón latía con fuerza contra mi pecho. Meses de preguntarse y esperar, y finalmente estaba ahí. Ella apretó los labios con firmeza contra los míos, y gruñí contra su boca, —Dios, Harper Yo también te amo, mucho. Me aparté de la pared, y mantuve sus piernas alrededor de mi cintura, entramos en mi habitación y nos hice descender sobre mi cama. Sus manos dejaron mi pelo y comenzó a tirar de mi camiseta. Un suave sonido de frustración sonó desde la parte posterior de la garganta, y me alejé de ella lo suficiente como para agarrar la parte posterior del cuello para tirar de mi camisa y aventarla al suelo. Harper se incorporó ligeramente y cerró la boca justo antes de que la apretara contra el colchón de nuevo. Sus manos corrieron sobre mi pecho desnudo y el estómago, y todo lo que

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podía pensar era todo lo que había querido hacer con ella mientras yo había estado dándole el tatuaje. Echándose hacia atrás lo suficiente como para darme espacio para tomar su camisa, lo tiré al suelo también y besé sus suaves labios una vez más antes de hacer una línea de besos a los lirios naranjas que se envuelven alrededor de su cadera. Harper contuvo un grito ahogado cuando la mordí suavemente en la cadera, y le sonreí contra su piel mientras le quitaba los ceñidos pantalones negros de entrenamiento que llevaba y los arrojé a un lado así. Añadiendo una cosa más que no quería que ella llevara con otras personas, sólo para mí. Hice otro sendero hasta su estómago y chupé un pezón endurecido a través de su sujetador antes de presionar mi cuerpo contra el suyo, sus piernas ya envueltas alrededor de mi espalda. —Te quiero. Mi cabeza cayó en el hueco de su cuello, y yo gemía, como si todo lo demás no hubiera demostrado ya lo mucho que la quería así, la erección dolorosamente dura que estaba actualmente estaba haciendo que fuera mucho más evidente. Mordí suavemente en su clavícula mientras trataba de hacerme parar antes de que esto fuera más lejos. —Yo no tengo condones aquí, princesa. —No me importa. Me eché a reír. Dios, esta chica va a ser la muerte de mí. —No digas cosas como esas, yo sólo soy tan fuerte. Ella agarró el botón de mis jeans, y sus torpes manos temblorosas, me tuvieron pensando acerca de que Breanna aún tenía razón de mi princesa. Cogí sus manos y las puse a distancia, justo antes de confirmar esos pensamientos. —Por favor, Chase, ya no quiero esperar más tiempo. Quiero que seas mi primero. Me incliné lejos de ella y me puse sobre mis rodillas. —No puedo. Sus ojos se abrieron de par en par con daño. —¿Tú no me quieres? —¡Por supuesto que sí! ¿Dios, ella no podía ver eso? —Yo no—Yo no lo entiendo. Sus ojos grises tormentosos rebotaron hacia atrás y adelante entre los míos por unos momentos antes de que se llenara de entendimiento, y sus mejillas se oscurecieron. —Es porque soy virgen. Mierda, ella esta tan mal. —No en la forma en que estás pensando. Confía en mí, quiero hacerte mía.

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Ella tomó mi cara y me atrajo hacia ella mientras susurraba: —Entonces, por favor. —Princesa, no puedes querer que sea yo. Con lo que he hecho. . . Yo no merezco que me den algo así. —Es tuyo. Estoy cansada de ignorar lo que siento por ti y negarme a mí misma lo que quiero. Sus ojos cayeron a mirar en mi pecho, y yo vi como lentamente miró hacia atrás a los míos. Esperé para ver si había alguna indecisión en ellos al igual que los días anteriores. Pero sólo había confianza. —¿Estás segura, Harper? —Yo te quiero a ti. A ti completo. Apreté los labios suavemente con ella otra vez y estiré mi cuerpo encima del suyo mientras nos besábamos lentamente, y sus manos temblorosas llegaron a la parte superior de mis pantalones vaqueros de nuevo. Descansando en mis antebrazos, saqué mi peso de ella para que pudiera deshacer el botón y la cremallera y mis calzoncillos bóxer abajo. Ayudé a deshacernos de ellos el resto del camino fuera y tiré de ella hasta llegar detrás y encontrar el broche de su sujetador. Una vez que su ropa interior y estaban en el piso con el resto de la ropa, me tomé mi tiempo estudiando cada centímetro de su cuerpo, aprendiendo lo que la hizo gemir y su párpados se cerraran, y memorizando cada ruido que hizo cuando chupé su pecho o tracé mis dedos contra su corazón. Su respiración pesada se cortó rápidamente, y su cuerpo se encerró cuando finalmente empujé dentro de ella, y yo daría cualquier cosa por haber llevado su dolor, el grito de dolor que brotó de su pecho. Pero lo que ella me estaba dando significó el maldito mundo. Cuando su cuerpo se hubo relajado, empezamos a movernos contra el otro, nuestras bocas buscando la del otro desesperadamente, mientras poco a poco le hice el amor a mi princesa. Sostuve sus dos manos en una de las mías por encima de la cabeza en la almohada y le susurró al oído que la amaba como ella mientras ella llegaba de nuevo momentos antes de que la siguiera. Me desplomé en la cama, rondando para que ella estuviera en mis brazos y estábamos en nuestros lados, y nuestra respiración se calmó y continuábamos besándonos suavemente y tirando más cerca uno del otro. No más de cinco minutos más tarde, Harper se quedó dormida envuelta en mis brazos. Yo retiré las cubiertas sobre nosotros antes de presionar mis labios en su frente y prometí amar, y cuidar de ella, para siempre.

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El olor suave de la vainilla se registró en mi mente en el mismo momento en que sentí la punta de los dedos de Harper al final de mis brazos y sobre mis hombros. Abrí los ojos para ver a su lío de pelo que cubría mi almohada y hombro, y no pude evitar sonreír. Despertar con ella en mis brazos era perfecto, y aunque me hubiera gustado poder haberla dormir. . . viendo como sus ojos tormentosos recorrían mis tatuajes era igual de bueno. —Se siente bien. Sus ojos destellaron con los míos, y ella sonrió suavemente antes de volver a mi hombro. —He querido hacer esto desde la primera noche en tu cama. ¿Por qué no lo hiciste? —Bueno, eras un poco intimidante, y además, tu me hiciste saber, no tan sutilmente, que no soy el tipo de chica con la que estarías. Oh, a la mierda eso. Todo lo que recuerdo era que estaba tratando de asustarla y ella me miraba disgustada. —¿Qué te dije? —No recuerdo exactamente, estabas volviéndote loco porque pensaste que habías dejado a una chica quedarse y procediste a decirme que no dejas chicas puedas follar quedarse contigo. Hizo una pausa y se mordió el labio inferior por un momento antes de volver a mí, y suavemente preguntando: —Hablando de eso. . . ¿Está bien que estoy aquí? —Nunca he sido más feliz que cuando me desperté contigo en mis brazos—. Gentilmente la besé por toda la cara antes de besar sus labios hinchados. —Eres la única chica con la que he dormido, y quiero que siga siendo así. No eres sólo una chica. Estoy enamorado de ti, Harper, yo no querría que fueras a ningún otro lugar. —Y, Dios, yo te quiero aquí para siempre. Ella sonrió ampliamente y se sentó a besarme con fuerza, me capturó con la guardia baja y me provocó que comenzáramos a reír antes de profundizar el beso. Ella empujó sobre mi hombro, y me caí de espaldas, manteniendo mis manos sobre su cuerpo desnudo mientras ella se subió encima de mí y arqueó su cuerpo contra el mío. Gemí y agarré sus caderas para presionarnos más cerca, mientras apretó sus caderas hacia mí de nuevo. Yo estaba haciendo un camino hasta su pecho cuando llegó el rugido más fuerte de mi princesa. Y esa mierda no tiene nada que ver con lo que estábamos atacando actualmente entre sí. Los dos nos echamos a reír cuando ella cayó sobre mi pecho, su pelo cayendo frente a su rostro mientras sus hombros se estremecieron de la risa. Supongo que mi niña tenía hambre.

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—¿Hay alguna forma que no escucharas eso? —Ni un poquito. Moví el pelo de su cara y la besé con fuerza antes de moverla de mí y ponerla sobre la cama, —voy a ir hacer el desayuno, ya vuelvo. —Bueno, voy a ir a ayudar. No, no lo hará. Tu acabas de darme toda tu, estoy a punto de echar a perder la mierda de esto. —Déjame hacer por ti, Princesa, dije en voz baja mientras empujaba su espalda sobre las almohadas y la besé en la mandíbula. —Quédate aquí, quiero verte exactamente así cuando vuelva. Ella me saludó antes de acurrucarse en mi edredón. Sabelotodo. Me levanté de la cama y empecé a buscar nuestra pila de ropa cuando la oí jadear. Yo me di la vuelta para ver a sus tormentosos ojos grises aún más amplios de lo habitual. —¿Qué pasa? —Chase— ella parpadeó un par de veces y sacudió ligeramente la cabeza mientras miraba de nuevo hasta a los ojos —eres hermoso. —Hermoso, ¿eh? Estoy bastante seguro de lo que estaba mirando en ese momento era lo único que jamás había visto que podría ser descrito como hermoso. Volví a subir a la cama y arrastrándome sobre ella, besándola suavemente y susurrando contra sus labios, —¿Tratas de llevarte mi masculinidad, nena? —Lo siento, dijo entre besos. —Yo quería decir. Fuerte. Y guapo. Y muy, muy sexy. Me reí y le di un beso en la mejilla antes de volver a la cama. Dios, que linda era. Agarré mis vaqueros y me los puse, la miró mirándome mientras estaba acostada en mi cama una vez más, y luego me fui a hacer el desayuno para mi princesa. Yo ni siquiera había terminado de bajar las escaleras cuando oí sonar el teléfono. En el momento en que llegué hasta el sofá donde había estado cuando llegué ayer por la noche, se había detenido, y no podía encontrarlo. Al entrar en la cocina, empecé a hacer el tocino y encendí la cafetera cuando su teléfono sonó un par de veces. Justo cuando había terminado de batir los huevos y la leche e iba a hacer una tortilla, comenzó a sonar de nuevo. Corrí al cuarto de estar y busqué alrededor del sofá, para finalmente encontrarlo en la manta. Brandon.

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Tomé una respiración profunda mientras veía su pantalla bloqueada que mostraba once llamadas perdidas, cuatro mensajes de voz y ocho textos de Bree, y seis llamadas perdidas, cinco mensajes de voz, y diez textos de Brandon. Su teléfono sonó de nuevo, y ahí está el correo de voz número seis de él. Corrí a la cocina para tomar el tocino de la sartén, y, juro por Dios, que él llamó de nuevo antes de que pudiera terminar. Quería eliminar todos ellos, pero sabía no podría. Yo no sabía qué iba a pasar con nosotros. La víspera de Año Nuevo y el salón de tatuajes pasaron por mi mente, pero empujé esas imágenes de inmediato. Ayer por la noche no habría pasado si ella no quería estar conmigo. Ella me dijo que me amaba, y yo no tenía ninguna duda de que lo hizo. Tendríamos que lidiar con esto, y cuanto antes, mejor. Agarré el teléfono y corrí por las escaleras y para mi habitación, tomando otro profundo aliento antes de abrir la puerta y rogando a Dios que cuando ella le diera la noticia a Brandon, no le rogara de ninguna forma que se quede con él. Sus ojos se iluminaron, y la sonrisa más dulce que he visto nunca cruzó su rostro un instante antes de caer al ver cualquiera que sea la expresión que tenía. —Es posible que desees responder cuando vuelva a llamar. Se me cayó el teléfono cerca de ella y traté de darle una sonrisa tranquilizadora, pero se sentía como más de una mueca cuando me di vuelta y regresé a la puerta para terminar de cocinar. Al pasar la puerta de entrada sentí que mi bolsillo vibraba y agarré mi teléfono para encontrar cinco llamadas de Breanna, dos de Brandon, y veinte y dos textos de los dos, rogando que comprobara a Harper porque ella no había recogido el teléfono y estaba enferma y sola. El más reciente de Bree era diciendo que todo el mundo iba a abandonar Los Ángeles en un par de horas. Impresionante. Cuando llegué al piso de arriba con la comida, Harper tenía el edredón por encima de su cabeza, y casi deseaba que ella volviera a colocarlo sobre ella cuando tiró de él hacia abajo. Esa mirada triturada estaba en sus ojos otra vez, y aunque yo sabía que esto iba a ser difícil para ella, ya que no era un secreto, ella estaba enamorada de mi mejor amigo, esa mirada me aterrorizaba. Puse las platos entre nosotros y comimos en silencio mientras la veía con un pedazo de tocino y mirando las portadas. Casi diez minutos de ella en esa posición exacta, y yo estaba a punto de pedirle que me asegurara que íbamos a estar bien. Me sentí como una chica así, pero yo tenía una de esas sensaciones ominosas en mi intestino, que no me iba a ir bien. Puse mi mano en su espalda y froté círculos pequeños en contra de ella mientras definitivamente le rogué que dijera algo.

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—Brandon estará de regreso en un par de horas. —Mierda. Caí de espaldas contra la cabecera y froté las palmas de mis manos por mi cara, no quería tratar con Bree y todos en la casa, pero yo realmente no quería tenerlo a él aquí todavía. —Pensé que no volvería hasta mañana por la noche. —Él se asustó cuando yo no contesté el teléfono. Bree le dijo que estaba enferma y sola, y puesto que nadie podía ponerse en contacto con conmigo. . . —Bree me llamó un par de veces, rogándome que viniera a verte. Parece como si todos partieran a casa hoy, también. —Chase, ella se volvió hacia mí, con los ojos muy abiertos y aterrorizados: —¿Qué debo hacer? —No puedo responder a eso por ti, princesa. Nadie puede. Su pregunta tenía el dolor que estaba empezando ya en mi pecho, y Dios no quería preguntarle mi siguiente pregunta. A pesar de que hace sólo treinta minutos sabía cuál era la respuesta, para entonces yo estaba preocupado de que no lo hiciera. Miré sus manos, en las que parecía tan fascinada repentinamente y me forcé a hacerlo. —¿A quién quieres? — —No lo sé— dijo bruscamente y me miró. —Te quiero, Chase, pero no puede hacerle daño. No le haré daño más del que ya le hice. Lo amo demasiado. Mi boca se abrió, y el aire salió de mi cuerpo. ¿Qué demonios? ¿Significa eso. . .? Yo debería haber sabido, pero yo no podía. ¿Qué demonios se supone que voy a hacer sin ella? —No importa a quien escoja, la gente saldrá herida. Y entonces, ¿qué sucede si lo dejo? Él vive en tu casa, Chase. Tendrá que vernos juntos, y lo matará. ¡Yo no puede hacerle eso! Él me ama, él saltó en el primer vuelo que pudo porque estaba asustado por mí y quiere volver para cuidarme. ¿Cómo se supone que voy a decirle que estoy enamorada de alguien más después de eso? Si lo dejo por ti, sería malo para nosotros. Vendría después por ti, los chicos de la casa tomarían partido. Estaríamos miserables. Mi cuerpo te pide, Chase, pero siento como que estoy siendo desgarrada en dos. Yo sólo necesito un par de semanas para pensar en esto. ¿Puedes por favor darme eso? —Pero Te amo, también—. ¿No podía ver eso? ¿No podía ver que ella me estaba aplastando? Yo apreté mi mandíbula para no decir nada de eso. Si quería conquistarla, no podía forzarla a elegirme, tenía que venir a mí sola. —¿Vas a pedirle que te de tiempo, también?

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—No, no puedo. ¿Qué mierda acaba de decir? —¿Así que sólo vas a volver con él? ¿Pretender que la última noche nunca sucedió? Estás tan preocupado por herir a todos los demás, ¿te das cuenta de que me estarás haciendo daño? Me bajé de la cama. —Maldita sea, Harper, ¿no te das cuenta? ¡Yo soy el que tendrá que verte con tu novio a la espera de que averigües lo que quieres!— No miro otra vez mientras salgo de la habitación y dejo la puerta cerrada. Me enfurecí por las escaleras y caminaba de un lado a otro en la sala de estar antes de decidir ir al piso de arriba para simplemente tomar mis cosas y salir. Pero antes de saberlo, tuve el teléfono a la oreja. —¿'Mmm'? —Bri, pon a Marissa en el teléfono. —Chase, se quejó. —Mierda, hombre, ¿sabes qué hora es? —No, pon a Marissa en el teléfono.

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—Mierda, ¿estás llorando? Parecía más alerta ahora. —No, estoy— Me froté la mano sobre los ojos y tiré de ellas para encontrarlos mojados. —¡Sólo ponla en el maldito teléfono! Hay un poco de movimiento antes de escuchar la voz aturdida de Marissa, yo sabía que Brian tenía el teléfono en el altavoz, pero no permití que me importara más. Estoy perdiendo la única chica amaré siempre; no importaba mucho más. —Chase, ¿qué está mal? ¿Brian dijo que estás llorando? —La estoy perdiendo, Riss, estoy perdiendo a Harper, y yo no sé qué hacer. Estoy a cinco segundos de salir de nuevo, pero necesito saber si estropeé todo por hacer eso. —Bueno, ¿qué pasó? —Me acosté con ella ayer noche —¿Qué? Ambos gritaron. —Y ahora vuelve Brandon, y ella quiere que le dé tiempo, pero sé que solo lo esta diciendo. Ella va hacia él, ¡como si nada entre nosotros hubiera pasado!

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—¡Espera un poco! Regresa. ¿Te acostaste con ella? Marissa sonaba un poco más tranquila ahora, —Está bien, ya sea que Brian no me ha estado manteniendo informada o alguna mierda seria pasó ayer, así que dime todo. Se cubrió el altavoz, y le susurró a Brian, —Te daré un puñetazo en la garganta si no me dijiste esto. —Riss, él no lo sabía, así que dale un descanso—. Me puse de pie en la parte inferior de las escaleras y Levanté la vista cuando les dije todo lo que condujo a lo que pasó anoche y todo que sucedió esta mañana, el dolor en el pecho crecía mientras revelaba todo. —No puedo perderla. Pero, básicamente, me tiró ayer por la noche en la cara ahora que su novio está llegando, y una vez más, no soy nada para ella. —Dios, Chase, Brian dijo, —¿cuándo te convertiste en una maldita chica? —Lo sé— suspiré —Me siento malditamente como una. —¡A la mierda, nena! Gritó Marissa, y de repente estaba hablando lo suficientemente alto que yo pensé que estaba fuera de altavoz. —Chase, ella te ama. Tu no eres nada para ella, ella es sólo está confundida. Ella no sabía qué hacer. Su novio va a volver, y ella admitió a su mejor amigo que está enamorada de él también y perdió su tarjeta— v con él. Ella probablemente se está volviendo loca. Si ella dice que necesita un par de semanas, entonces, dale a la chica unas semanas. Pero no la dejes, Chach. Aspiré a su apodo para mí. —¿Crees que esto es un gran juego para ella? —De ninguna manera. Si lo fuera, no tendría problemas dejándote. Justo antes de que pudiera preguntarle cómo Marissa estaba seguro de que no lo haría, el peor sonido en el mundo sonaba en el agua corriente de la ducha. —A la mierda. —¿Qué? ¿Qué ha pasado? —Puedo escuchar su llanto. Me pasé la mano por el pelo y me agarré un puñado mientras me aparté de la pared. —Tengo que ir con ella, Marissa. —¡Maldita sea qué haces! Esto es tan difícil para ella, probablemente más difícil porque es quien tiene que elegir. Me encontré a mitad de las escaleras con eso. —No sé qué voy a hacer si lo elige a él—, le dije con sinceridad. —Yo la necesito. —Lo sé, Chach.

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—Tengo que ir, gracias Riss—. Nos despedimos, y tiré el teléfono en mi cama, que esa misma mañana había sido una parte importante de mi momento favorito en mi vida, y tuve miedo, de que sólo llegara a ser un recuerdo. Abrí la puerta de mi cuarto de baño lleno de vapor, y los sollozos doloridos que llenaban la habitación me atravesaron el pecho. Oh, princesa. Harper se estaba sosteniendo contra la pared de azulejos cuando entré detrás de ella, y yo no sabía que mi corazón podría romperse más. Agarrándola por la cintura, volví ella hacia mí y la apreté cerca de mi cuerpo mientras el de ella se estremeció con sollozos duros. El pensamiento de perder a Harper hacía que tuviera lágrimas cayendo por mi cara por segunda vez esa mañana, antes de ese día, no podía recordar la última vez que había llorado. Pero después de esa noche con mi princesa, no sabía cómo se suponía que debía ir por la vida sin ella. Yo le agarré más fuerte contra mí cuando sus sollozos se calmaron, y miré a sus ojos rojos hinchados cuando su cabeza se inclinó hacia atrás para mirarme. Me miró durante lo que parecieron horas antes de hablar, su voz áspera y chirriante de tanto llorar. —¿Por qué estás aquí? ¿Dónde más podría estar? Todo mi mundo se derrumbó, y yo estaba tratando de aferrarme a ella durante tanto tiempo como fuera posible. — Debido a que me necesitas, y si esta es mi última hora contigo, no voy a perder ni un segundo de ella. Me incliné para tocar mis labios suavemente con los suyos y me recibió con un beso hambriento, que rápidamente se intensificó. No me había tomado el tiempo para salir de mis pantalones vaqueros cuando llegué allí, y estaban empapados, pero con furia trabajamos en conseguir que fuera, todo el tiempo con lo que la boca del otro juntas y de presionando nuestros cuerpos más cerca. El agua caliente caía a cantaros sobre nosotros mientras empujaba a Harper contra una de las paredes de la ducha, el vapor tan pesado en el cuarto de baño que no había más que mi princesa y yo. Disminuí la velocidad, así que no lo arruinaría, o me olvidaría de esto, me aparté para mirarla. Su labio inferior temblaba, las lágrimas seguían cayendo de sus ojos llenos de pasión mientras me observaba memorizar cada pedacito de ella. Ahuequé sus mejillas, secándole las lágrimas y el agua de la ducha antes de chupar su labio inferior y tener su boca con la mía. Sus manos fueron a mi pecho, en el cuello y en el pelo mientras usaba la pared como palanca para levantar sus brazos, envolviendo sus piernas

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alrededor de mí, y posicionándome en su entrada. Me quejé, y ella soltó un grito ahogado cuando la empujé y comencé a hacer lentamente el amor con ella, por lo que oraba no fuera la última vez, pero tenía una sensación de hundimiento. Como yo le había dicho, si esta fuera mi última hora con ella, la última vez con ella. . . no había manera de me perdiera un momento. Ella llegó a su clímax, apretando los músculos tensos en la espalda y hombros segundos antes de que yo la siguiera. No dispuesto a poner fin a este momento, me quedé allí con ella en mis brazos, nuestras frentes juntas con los ojos fijos en el otro, y yo esperaba que ella comprendiera que yo era suyo, por completo y sin lugar a dudas, para siempre. Que si pudiera hacer todo de nuevo, me gustaría cambiar todo. Y que en cualquier vida, en cualquier situación, la escogería. Cada vez. Una hora y media más tarde estábamos sentados en mi camión, fuera de mi casa, y yo estaba agarrado a la mano de Harper como un salvavidas. No habíamos dicho una palabra desde que le había dicho por qué estaba en la ducha, pero no había nada que decir que no habíamos venido mostrándonos, que yo la quería, y siempre lo haría. Y yo no tenía duda de que ella también me quería. Había estado allí en sus ojos, pero también estaba esa mirada como si alguien acabara de aplastar su corazón, y yo estaba aterrorizado de que su amor por mí no sería suficiente para mantenerla conmigo. Pero ahora, yo sabía que tenía que dejarla ir por el tiempo que necesitara porque tenía que tomar una decisión que podría potencialmente cambiar todo. Muy pronto, se metió la mano en su bolso y cogió las llaves del jeep de Brandon, por lo que podía ir a recogerlo en el aeropuerto. Cuando agarró la manija de la puerta, le dije en voz baja, —Harper, yo te amaré por el resto de mi vida. Ella contuvo su respiración rápida, pero no se volvió a mirarme, y antes de que ella saltara de mi camioneta y lejos de mí, susurró en voz baja, — Siempre estarás en mi corazón, Chase Grayson. Sentí que me estaba muriendo mientras la veía puesta en marcha de su Jeep y me dejó sentado allí. Yo trataba de decirme a mí mismo que íbamos a resolver esto, y ella volvería a mí. Pero mientras prendía mi camioneta de nuevo y me dirigía hacia la playa, me pareció más difícil convencerme a mí mismo de que iba a ser mía, y después de una hora en la playa, terminé hablándome a mi mismo acerca de rogarle que me elija en su lugar. El jeep de Brandon estaba fuera de mi casa en el momento en que volví, como el de todo el mundo, y después de escuchar la voz de la princesa que venía de la cocina, me dirigí hacia ella y el olor de la comida china,

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totalmente decidido a tirar de ella a mi habitación y mostrándole porque ella debe estar conmigo en su lugar. Doblé la esquina del salón y vi a Brandon y Harper, Harper en nada más que una de sus camisas, riendo y coqueteando con Brandon. Mis pasos vacilaron, pero yo no podía hacerme parar más, ni siquiera habían sido tres horas desde que había estado haciendo el amor con ella contra mi pared de la ducha, ¿y ella estaba vestida sólo con su camisa? La risa de Harper al instante cortó cuando ella me vio, y yo vi cómo su boca se abrió y sus ojos se agrandaron. Ellos destellaron rápidamente a Brandon, a continuación, de nuevo a mí, y eso era todo lo que necesitaba saber. Al parecer, no había necesitado un par de semanas, sólo unas pocas horas. Brandon asintió con la cabeza, y con un movimiento de cabeza hacia atrás difícilmente, me obligué a irme a mi habitación y lejos de ellos para que yo pudiera tomar mi tablero, blocs de dibujo, y la mayor mierda posible, por lo que podría evitar verlos así de nuevo. Así podía evitar verlos de nuevo—punto. 119

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Capítulo 9 Traducido por Bety Corregido por Dayana

—C

HASE, ¿CARIÑO?

Cerré mi cuaderno de dibujo y suspiré. —Sí, ¿mamá? —.Juro que si saca el tema… —Cariño, en serio necesitamos hablar de lo que sea que esté pasando. Sip…estaba sacando el tema de nuevo. —Ni siquiera estás viviendo fuera de nuestra casa, estás viviendo aquí. Reconozco que no te vemos mucho desde que estás surfeando cuando nos levantamos, luego la tienda en la noche, pero no soy tan tonta. Estás viviendo aquí. —No eres para nada tonta, mamá. Puso dos tazas de café en la mesa y se sentó junto a mí. —Esperaba que dijeras eso—. Rió y me golpeó el hombro, pero su risa murió cuando permanecí sentado con los brazos cruzados sobre mi pecho.—Ok, bueno ya que parezco lo suficientemente asombrosa para ser agraciada con tu presencia hoy…—Reí cuando rodó sus ojos.—Voy a hacer que te sientes aquí y me hables. —Vas a hacer… —permanecí inexpresivo y alcé una ceja en su dirección. —No me presiones, Chase Austin Grayson. Enserio, tu padre y yo estamos muy preocupados por ti. Estaba menos preocupada cuando

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vivías en tu propia casa, pero contigo aquí y viendo cómo te presionas a ti mismo… —¿No deberías ser tú la que me diga que me presione a mí mismo? —¡No de la manera que lo has hecho! Con excepción de tres días, incluyendo hoy, las últimas semanas, te levantas al amanecer para surfear, vienes a casa solo a bañarte y cambiarte, y luego vas a clases. Entonces vas derechito a la tienda, ¡y llegas a casa después de que tu padre y yo ya estamos dormidos! Y a través de todo esto, has terminado… perdiéndote. Las pocas veces que te he visto, pareces muerto. Desapareces completamente los días familiares. Bree dijo que ni siquiera te ha visto en semanas, y ese Brad, Brandon y el resto de los chicos se están empezando a preocupar por ti porque ya no les hablas o surfeas con ellos… Chase, ¿qué te está pasando? Hago una nota mental para decirle a Bree que se calle. —Mamá, no sé lo que quieres decir. Solo he estado ocupado. —Yo lo llamo mierda.—dijo papá uniéndose a la conversación, parece que estaba por irse al trabajo. —Buenos días a ti también, papá. —Y también puedes ir dejando esa actitud. Ella dijo que estamos preocupados por ti, y lo estamos. Eres adulto, tienes tu propia casa, así que créeme cuando digo que no tengo problema en decir que te amo, pero si no nos dices qué está pasando y comienzas a respetarnos, puedes volver directo a tu casa. ¿Habla en serio? Me quedé allí sentado mirando a ambos por unos minutos antes de decidir que era y suspiré profundamente. —He estado pensando en mudarme. —¿Ok? —.Papá sacó la palabra, obviamente no lo estaba entendiendo. —No, quiero decir mudarme, mudarme. Como mudarme lejos de San Diego. Mamá jadeó. —¿Qué? —Después de la graduación.

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—¿Por qué? —.Los ojos de mamá se llenaron de lágrimas y papá frunció sus cejas. —Es sólo algo que tengo que hacer—me encogí de hombros.—Algo que quiero hacer. —¿Por qué necesitarías irte lejos? —Ella empezó a llorar y yo abrí mis brazos, me incliné sobre ella y tomé su mano. —Está bien, mamá. No será para siempre. Yo sol… —Me interrumpí rápidamente y me senté. —Hijo. Volteé a ver a mi padre y suspiré. —No puedo estar cerca de Harper y Brandon. No puedo estar cerca de ella mientras está con él. Es demasiado difícil. Y ella es prácticamente parte de esta familia, y no puedo soportar eso justo ahora. Estoy enamorado de una chica que nunca me va a querer, así que por ahora me tengo que ir. —¿Pero cuánto tiempo será suficiente para ti para estar bien con eso? ¿Qué si se quedan juntos? ¡No puedes estar lejos para siempre! — mamá estaba al borde de la histeria. —No sé —miré a mi papá por ayuda, pero sólo sacudía su cabeza hacia mí, con los brazos cruzados sobre su pecho—Ni siquiera sé si me mudaré. Sólo era una idea. Mamá, en serio, no llores. —¿Sólo una idea?—ella limpió sus ojos y dejó sus manos caer sobre la mesa —Chase, ya estás cortando lazos con todos. Esto no es una idea, ya estás comenzando a ejecutar este infantil plan tuyo—.Las patas de la silla rayaron el azulejo cuando se deslizó lejos de la mesa. —Ma. Me dio un manotazo cuando la alcancé y se fue a través de la sala y las escaleras. —Si quieres estar con Harper que mal que no puedas estar en la misma ciudad que ella y su novio —dijo papá—Entonces necesitas luchar por ella. No correr de ella—.Agarró su maletín de la mesa y atrajo mi mirada.—Si está saliendo con tu mejor amigo o no, está cerca de ti, y la lastimaría si tienes que dejarla a pesar de todo. —En realidad lo dudo.

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—¿Así que vas a castigar a tu madre, a mí, a tu hermana y a Harper yéndote porque no madurarás ni lucharás por lo que quieres? No es así como te educamos, Chase.—Y con eso, caminó fuera de la cocina y salió por la puerta de enfrente. —Un poco sin sentido luchar por lo que quieres cuando lo que quieres continúa rompiendo tu corazón—susurré a la cocina vacía. Con un fuerte suspiro, me deslicé lejos de la mesa y llamé a Bree mientras me dirigía hacia mi camioneta. —BUENO, ¿QUÉ QUIERES QUE TE DIGA? Todos están preocupados por ti, ya no te apareces en los días familiares. ¡Estás poniendo triste a mamá! —Nada. No dices nada, Breanna. Tengo mis propias razones para hacer lo que estoy haciendo, y en serio no necesito que vayas con mamá a decirle todo lo que ves o no ves aquí, y estoy seguro como la mierda que no te necesito diciéndole lo que los chicos están diciendo de mí. Sus cejas se levantaron y contuvo el aliento, pero antes de que pudiera lanzar su actitud hacia mí, todo el aire llegó susurrando de su cuerpo y se mordió el labio inferior, que había empezado a temblar. Maldición. —Bree—dije suavemente, y coloqué mis antebrazos en la mesa de la cocina donde estaba sentada, quedando a la altura de sus ojos y más cerca de ella. —Eres mi hermano mayor, y estoy preocupada por ti—aspiró vacilante, y sus ojos se empañaron cuando volteó a verme—me temo que te estés metiendo en malos pasos, por la forma en la que has estado actuando. Tu temperamento está por los techos, y últimamente tus cambios de humor son épicos. Y es allí cuando te vemos. La mayor parte del tiempo estás fuera. Estoy preocupada de lo que podrías estar haciendo… —se calló. —Oye—.Besé la parte superior de su cabeza y la abracé fuerte antes de volver a descansar en mis antebrazos.—No me estoy metiendo en nada malo, lo juro. Nada ilegal, nada de lo que mamá y papá tengan que enojarse. Solo estoy teniendo un tiempo difícil tratando con cosas, y me parece que se llevará a cabo con todo el mundo. —Bueno, ¿con qué estás tratando? Sacudí la cabeza.

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—Nada de lo que tengas que preocuparte. Lo resolveré, e intentaré estar cerca más tiempo (venir a días familiares y esa mierda). —“Y esa mierda.” Lindo —resopló para contener el resto de las lágrimas—De acuerdo. Si dices que no pasa nada, entonces no pasa nada. E intentaré mantener mi boca cerrada sobre ti cerca de mamá y papá. —Lo apreciaría. Te amo, mocosa. Su sonrisa se amplió. —También te amo, punk. Justo entonces, todo el pelo de mis brazos y mi nuca se erizaron. Deseé que hubiera salido de allí antes, o que Bree hubiera estado en su dormitorio en vez de en mi casa. Me incorporé apoyándome sobre la mesa e intenté no reaccionar cuando oí su voz. —Uh… Buenos días.—dijo Harper suavemente. La sonrisa de Bree se hizo todavía más grande cuando se inclinó en la silla para ver más allá de mi. —¡Buenos días, muñeca! ¿Cómo dormiste? No quería verla, pero no pude detenerme de mirar sobre mi hombro rápidamente antes de voltear a ver a Bree. —Muy bien.—respondió Harper—¿Y tú? —Excelente—Bree sonaba como si estuviera en un aturdimiento, y no se necesitaba ser un genio para saber por qué. Ugh… ¿en serio Bree? Por lo menos guárdatelo hasta que me vaya. No era tonto, sabía que mi hermana menor no era virgen, pero no quería saber sobre eso. Sin otra mirada a mi princesa, salí de la habitación principal y golpeé mi mano contra la puerta un par de veces antes de que Brad abriera. Sus ojos se redujeron, y se enderezó para que estuviéramos casi ojo a ojo, y al instante supe lo que estaba haciendo, y mi cuerpo se tensó automáticamente en preparación. Brad y yo nos habíamos conocido mientras nos ejercitábamos y entrenábamos en el mismo gimnasio, McGowan’s, justo después de empezar el primer año en la Universidad del Estado de San Diego. Siempre estábamos tirados en el ring junto al mástil, ya que éramos de casi idéntica altura y peso, y habíamos sido amigos

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desde entonces. Habíamos luchado aquí y allá en lo que llaman “El Subterráneo” en California del Sur. No era exactamente legal, buena paga, y mantenerse callado para que la policía no lo encontrara. También habíamos conocido a Brandon a través de McGowan’s una vez que se mudó aquí, y todos habíamos formado lo que a Bree le gustaba llamar bromance mediante la lucha y el surf. Sabía que en realidad nunca podría ganar una pelea contra Brandon (el gilipollas era imparable en el ring), y, admitámoslo, es jodidamente enorme. Sólo dos pulgadas más alto, pero tiene 40 libras de músculo más que yo. Así que nunca esperé ganar una pelea contra Brandon, pero eso no es por lo que ellos comenzaron. Sólo quería una oportunidad para golpear al chico que había empezado a querer como un hermano desde que estaba con la chica que rápidamente se convirtió en todo para mí. Brad, aunque… sabía que Brad y yo salíamos muy parejos a la hora de luchar. Habíamos estado en el ring suficientes veces, sin saber quién ganaría. Y en ese momento él estaba listo para vencer a la mierda fuera de mí con su mirada. Pero terminé peleando. Forcé mi cuerpo a relajarse, pero me di cuenta de que sus manos se cerraron en puños, y él estaba aún mirando. —No deberías sacarlo de ti.—Me encogí de hombros. —Brandon no merece tu mierda, tampoco. —Lo sé, no es con él con quien estoy enojado. Los ojos de Brad se desviaron, y sus puños se aflojaron mientras se alejaba de la puerta.Se sentó en el sofá que había puesto en su habitación, y me senté en una silla que se estaba frente ala TV para los juegos. —Ha sido agradable no tener ninguna pelea entre los dos, pero tu desaparición no era lo que nadie quería tampoco.—Asentí con la cabeza. —Viendo que era cada vez más difícil estar cerca de ellos, ella es todo en lo que pienso. Pero sé que soy el que la ha jodido. No debí empujarla lejos. —No lo entiendo, amigo. Cambiaste tu vida por ella, arruinaste tu amistad por ella. . .luego desapareces durante unas semanas, y ahora estás renunciando, pero ¿todavía estás enamorado de ella? —Antes de que pudiera responder, él se movió hacia delante en el sofá, y su tono voz se hizo bajo. —¿La viste ese fin de semana? —Mis ojos se abrieron de golpe para encontrarse con él, y mi boca se abrió, pero no salió nada.

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—Mira, no quería decirte que se estaba quedando porque sabía que ibas a correr de la casa de tus padres. Eso probablemente me hace tan idiota como a ti Brandon, pero tú y Harper necesitan resolver esto. Y con la deprimente mierda que te habían tirando, sabía que te mantendrías alejado de ella. Así que, lo hiciste. ¿La has visto? —Continuamos mirándonos el uno al otro hasta que me recosté en la silla con un gruñido y pasando mis manos por la cara. —La amo. Sabes que me ama, también. —Mantuve mis ojos fijos en el techo y seguí hablando. —Pasé esa noche y la mañana siguiente con ella. —Mierda, Chase. —Y, bueno, ya sabes, todo el mundo regresó temprano. La Princesa se asustó y volvió con Brandon —Y tú desapareciste. —Sí. —Suspiré profundamente y miré hacia él. —Dijo que necesitaba tiempo, pero sé que no lo necesita. He estropeado las cosas con ella mucho desde el principio para que viniera a mí. —Entonces, ¿qué vas a hacer ahora? Seguir manteniéndote alejado? —No lo sé. Le dije a mamá y papá esta mañana que estaba pensando en mudarsede San Diego después de la graduación para alejarme de ellos. Pero sólo la vi por primera vez en semanas, y yo no creo que pueda hacer eso. No puedo permanecer lejos deella. —La puerta se abrió de golpe, y Brandon ni siquiera entró en la habitación totalmente mientras gritaba, Harper se desmayó, y ella no se despierta. Mi corazón dio un vuelco, y yo estaba fuera de la silla y corriendo, con Brad justo detrás de mí apenas escuche lo que había dicho. Cuando llegué a la cocina, mi princesa, mi mundo entero, estaba tendida en el suelo cubierta de sudor. Sus ojos estaban muy abiertos y rebotando entre Bree, Brandon, Brad y yo.Brandon se puso de rodillas a su lado, y se apoderó de la isla junto a mí. Quería ser él que se asegurara de que estaba bien. —¿Está despierta? —Le preguntó a Bree. —Está bien, Chase, —dijo Brad lo suficientemente bajo para que sólo yo lo oyera, y palmeó mi hombro una vez.—Está bien, cálmate.—Hubo un ruido sordo, seguido de un gemido de Harper.

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—Ow. Agarré el contador fuerte cuando Brandon llegó a ella, y sus ojos se clavaron en los de él. —Brad, ten el sofá listo para ella. —Se alejó de mí, y yo trabajaba en el control de la respiración mientras veía a mi mejor amigo cuidar de ella. Quería odiarlo, pero no pude. Harper preguntó si ella se había dormido en la cocina, y por primera vez desde que Brandon se había aparecido en el dormitorio, sentía ganas de reír. Bree se echó a reír, pero sonaba temblorosa. —Ni de cerca. Te desmayaste. —¿Lo hice? —la mirada de Harper se hizo aún más amplia, y se veía asustada. —Sí, Harper—respondió Bree.—Y sacaste la mierda de nosotros, también.—Brad regresó a la cocina. —El sofá está listo, así que ponla ahí. Brandon se puso de rodillas y nos miró a ambos Brad y a mí, peroy a estábamos dando un paso hacia ella. Todos habíamos visto a Brandon cargar a Harper más que suficientes veces, y el Señor sabía que yo podía llevar a la chica, pero no la había visto caer, y ninguno de nosotros sabía lo que estaba mal con ella. Así que conmigo en la cabeza y los hombros, Brad sosteniendo sus piernas y Brandon llevando su cuerpo, la llevamos hasta el sofá. —Estoy bien. —Harper gimió y trató de incorporarse una vez que la tuvimos en el sofá. —Todos están haciendo el ridículo. —Brandon la miró como si estuviera loca y la empujó suavemente hacia abajo. —Cariño, estuviste fuera… —Lo entiendo, pero ahora estoy bien. —Ella suspiró y puso los ojos al mismo tiempo su estómago gruñó en voz alta. Ella sonrió y señaló a su estómago. —Ves, estoy bien. Se sentía como si no pudiera respirar. Algo tan ridículo como su estómago gruñendo, y de repente, todo lo que podía ver era que estaba en mi habitación, su cuerpo desnudo sobre el mío mientras se arqueaba contra mí. Esa había sido la mejor mañana de mi vida, y yo daría cualquier cosa por volver atrás y repetir una y otra vez. —¿Uh, Brad? —la voz de Harper me trajo de vuelta al presente, y vi una mueca de dolor cuando miró a Brad sosteniendo una toalla pequeña

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en la pierna.—¿Podrías aflojar? Me estás haciendo daño. —Su rostro cayó cuando lo vio de pie con el paño ensangrentado. —Que… —Se te ha caído tu taza, y una gran parte raspo la pierna bastante bien, —Brandon se apresuró a decirle lo que pasó, y su cabeza cayó a besarle el cuello. Los párpados de Harper se cerraron y respiró hondo. El dolor en el pecho se intensificó, y una vez que sabía que estaba bien, que no podía soportar estar en la habitación con ellos. Bajé la cabeza y me aparte de todos ellos,deseando por enésima vez poder volver atrás en el tiempo a cuando la conocí por primera vez con aquellos ojos grises y hacer todo de manera diferente. Volví a la habitación de Brad para agarrar mis llaves, y cuando me di la vuelta para irme, él estaba de pie en la puerta. —¿Te vas otra vez?—Cuando me limité a asentir, me preguntó: — ¿Por cuánto tiempo esta vez? —No lo sé, tío, probablemente seguiré en la estancia de mis padres. Verla entrando y saliendo de su cuarto me mataría. Pero voy a estar alrededor. —miró fijamente las llaves en mi mano, y me pase la mano libre sobre la cara. —Tengo que ir a clase, y luego a la tienda. ¿Van al surf en nuestro lugar mañana?. —Siempre —Está bien, voy a estar allí. Brad sonrió y cuando pase junto a él por el salón. Brandon estaba haciendo desayuno en la cocina, cuando pase por delante de él, y traté de no apretar los dientes cuando habló. —¿Dónde has estado, hermano? No te he visto más de diez segundos desde que llegué . Sólo he estado ocupado con la tienda. —Me encogí de hombros. — a casa de mamá y papá está más cerca para ir a trabajar. Es más fácil simplemente ir desde allí de nuevo. —Escuché Bree y Harper hablando en el pasillo hacia la habitación de Brandon, y lo mire. —¿Ella está bien? —¿Harper? Va a estar bien. Bree dijo que no ha comido nada desde ayer por la mañana, supongo que eso es todo. Miré hacia atrás al desayuno que estaba haciendo y pensé en la única vez que había cocinado para ella y cómo mi vida se había convertido en una mierda mientras lo estaba haciendo.

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—Bueno, cuida de ella—Los ojos de Brandon se abrieron y frunció las cejas, pero antes de que pudiera decir nada, me moví a la puerta principal y me fui a la escuela. —NO ES DE EXTRAÑAR que tus padres te echaran de su casa. Mis ojos se abrieron y miré de Brian y al otro artista, Jeff. —Si se trata de cómo te veía todo el tiempo, te patearía el culo, también— Brian terminó y se apartó con unos papeles y se metió en mi mostrador de la tienda. La puerta se abrió, y Jeff y yo nos miramos, pero Brian se sentó allí con una sonrisa de comemierda. —Oh, por cierto, Riss viene a decir que estas fuera. —¿Hablas en serio, Brian? Llamaste a tu esposa para que me viniera a gritar mierda? —Chachi—Marissa rompió, y gimió. —Ha sido un mes. ¡Un mes! tienes dos opciones: crecer un poco y preguntarle si ella tomó una decisión aún, o superar a la perra. —Marissa, —le gruñi en señal de advertencia. Ella sonrió con picardía.—Eso es lo que pensé. Así que vas a ir a preguntarle —No puedo—me arrojó mi cuaderno de dibujo sobre el mostrador y cruzó los brazos sobre su pecho. —Ella tomó una decisión. Eso es todo. —No, te dijo que le dieras un poco de tiempo, y lo tiene. Sigues siendo maldito miserable, que sólo se está moviendo de nuevo a la casa porque sus padres le echaron de la de ellos, y ella no puede salir de lo que hizo así. —¿Cómo así? —No puede decir que necesita tiempo para decidir sólo por hacer caso omiso de la cuestión completamente. Eso es dejárselo fácil. ¿Ella engaña a su novio y vuelve a él sin consecuencias? Al diablo con eso, Chachi. Tu chica necesita hacer frente al agujero de mierda que hizo, y nunca va a verlo si te sientas aquí deseándola de lejos. De lo contrario,sólo va a seguir haciéndolo, ya sea contigo otra vez o alguien… —¡Yo soy el que la empujó en todo esto! La aparté y la empuje dentro de sus brazos. No hizo nada, soy el que ha creado este lío. ¡Así que deja de hablar como si ella fuera una puta!

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—Bueno, si habla como una puta, extiende sus piernas como una. —Marissa.—sin cruzar los brazos y di un paso hasta ella.—Te lo juro por Dios, si sabes lo que es bueno para ti, te callas. Ahora. Me importa una mierda que seas la esposa de Brian o que seas una mujer. No vas a seguir jodiéndola hablando así de ella. No importa lo que elija esta noche. ¿Me entiendes? Sonrió ampliamente y rebotó hacia arriba y hacia abajo en los pies un par de veces antes de echarme los brazos al cuello. —¿Vas a hablarle esta noche? Chachi, estoy orgullosa de ti, y estamos aquí para ti ¡no importa lo que pase! —¿Qué demonios? Así, ¿qué? — Brian y Jeff se reían de mí cuando estaba allí con mis brazos colgando sin fuerzas a los lados. —Bri, ¡tu esposa es bipolar! Marissa se inclinó un poco hacia atrás, pero mantuvo sus brazos alrededor de mi cuello. —He oído todas tus historias sobre ella, no creo que sea una puta. Creo que está confundida y enamorada de dos chicos. Pero necesitas hablar con ella.—me abrazó con fuerza otra vez, y me reí suavemente mientras le devolví el abrazo. —¿Así que toda esa mierda era conseguir que fuera a hablar con ella?—La solté y di un paso lejos de ella, viendo como se iba a los brazos de Brian. —Bueno, funcionó, ¿no?—Preguntó con aire de suficiencia. —Lo dijiste esta noche. —Si... gracias, Riss. La próxima vez prueba un enfoque diferente, ¿no?—Besé su frente, golpeé a Brian en la cabeza, y palmeé el hombro de Jeff antes de tomar mis llaves y el teléfono.—No tengo ninguna cita esta noche. Nos vemos mañana. —¡Buena suerte, Chach! Las palabras de Marissa me hacían recordar lo que iba a hacer, tomé una profunda respiración. Tenía la sensación de que iba a necesitar mucha suerte para pasar la noche. Llamé a Brad, y me dijo que las chicas todavía no habían regresado del día de la familia, así que me dirigí a casa de mis padres y tuve que respirar hondo y salir cuando vi el coche de Bree estacionado en el camino de entrada. El dolor en el pecho ya me lo daba a conocer, y yo esperaba que esto no terminara de una forma que me arruinara para siempre. La risa de Bree vino de la cocina, y así que me

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desvío en esa dirección para encontrarla en la mesa de la cocina, Harper está parada justo detrás de ella con una bolsa de patatas en la mano, mirando a la computadora portátil de Bree. Bree me observó por primera vez, detuvo lo que estaban viendo, y cruzó los brazos sobre el pecho mientras me envía una impresionante mirada a su manera. Princesa todavía tenía los ojos pegados a la pantalla. —Bueno, mira quien decidió unirse a la fiesta. Mamá y papá ya están dormidos.—Mantuve mis ojos en Harper mientras lentamente miró a mi hermana, y luego a mí. Sus ojos grises se abrieron, y la bolsa de papas cayeron de sus manos. —Estaba ocupado. —No es que mamá y papá no sabían por qué había estado evitando el día de hoy. —Harper, ¿puedo hablar contigo? —Uh, sí. Sí, supongo. —Ella comenzó a caminar hacia mí y su rostro palideció drásticamente, saliendo el brazo disparado para agarrar la barra. —Whoa. —¿Estás bien? —Bree estaba fuera de su silla, y corrí hacia Harper cuando ella levantó una mano para detenernos. —Estoy bien, me mareé un segundo. Pensé que me iba a desmayar otra vez. Mis manos se cerraron en puños. Necesitaba que Bree no estuviera aquí, sino que estaba tomando todo en mí para no ir a ella y abrazar mi princesa. Para comprobar yo mismo y asegurarme de que estaba bien. ¿Está enferma? No la había visto desde hace más de una semana, cuando se desmayó en la cocina de mi casa, y hasta ahora todavía se veía como si fuera a caerse en cualquier momento. Bree y Harper hablaron en voz baja entre sí antes de que Harper dijera que ya estaría de vuelta y dio un paso hacia mí de nuevo. Me volví sin decir una palabra y me fui, iba a mitad de camino de mis padres antes de volverme a mirarla. Sus ojos me acogieron, e incluso en la oscuridad, pude ver que el color regresó a su cara, junto con el rubor que tanto amaba. Se mordió la comisura de su boca y cambió su peso un par de veces antes de decir: —Hola. Solté un suspiro que no me había dado cuenta que había estado conteniendo. Un mes sin hablar en todo, y lo único que puede decir es”¿Hola?”. —Hey, princesa.

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—¿Dónde has estado? —Trabajando mucho, clases, surf. Eso es todo. Asintió con la cabeza y miró hacia otro lado, luego hacia abajo antes de hablar de nuevo. —Tu familia te extraña. Esto fue todo. Allí era donde necesitaba que esto continuara. Me armé de valor y le pregunté con voz temblorosa —¿Y tú? Rodó sus ojos antes de mirarme, y odié el dolor que vi allí, pero me dio la más pequeña de las esperanzas. —Por supuesto que sí, Chase. —Harper, te he dado tiempo más que suficiente. No puedo soportar estar lejos de ti nunca más, así que tengo que saber que decidiste. —¿De verdad vas a hacer esto ahora? —dijo entre dientes y miró a la puerta antes de dar un paso más y hablando en voz baja. —Bree te puede escuchar desde la puerta. —Sí, ahora. —mientras todavía tenía las pelotas para hacer esto— .Necesito saber. —Chase, ¿cómo puedes siquiera preguntarme que elegir entre los dos? —¿Qué?. —Me dejaste, como siempre lo haces. ¿Cómo esperas que crea que todavía me querías después de que me has evitado por completo por un mes? —¿En serio? Qué mierda. —Tiré mis brazos y la miré como si estuviera loca. ¿No recuerda nada de lo que me ha dicho? —¡Te estaba dando tiempo! ¡Pediste que te dé tiempo! —No quiero que me evites como la peste, quería que lucharas por mí. Que me demostraras que me has amado como me dijiste que lo hacías. ¿Podría incluso cuestionar mi amor por ella después de lo que pasó entre nosotros?

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—Yo te quiero, Harper, y es por eso que te di ese tiempo para pensaras en las cosas sin mí interfiriendo. Dio un paso atrás, y cerró la distancia de nuevo. Sus ojos en los míos, y vi cómo se le llenaban de lágrimas. —Lo siento, Chase, pero no puedo. —Oh, mierda. —NoNo, no—n… —No puedo estar contigo. Amo a Brandon, lo siento. —¡No! nena, no digas eso. Voy a luchar por ti, lo haré. Por favor, sólo nos dame una oportunidad. —Una parte de mí, probablemente siempre te amara, también, pero no puedo correr riesgos contigo. Chase. ¿Me dejas un día, y me va a matar cuando lo hagas? —¿Qu—No! No quiero, te juro que no lo haría. ¿No entendía que era todo para mí? La puse en mis brazos y la abracé mientras mi cuerpo empezó a temblar. No podía perderla. Me había estado preparando para ello, pero no podía soportarlo. —No puedes estar con ninguna chica, así es como eres. Y eso está bien, Chase,está bien. Estás con chicas diferentes todas las noches, pero cuando pienso en el amor, pienso en uno para siempre. Tú no me puedes dar eso, así que no me voy a hacer daño a mí misma por tenerte tan sólo por poco tiempo. Las lágrimas me escocían los ojos, y se volvió doloroso respirar. ¿Después de todo, todavía piensa que estaba viviendo mi vida anterior? ¿Todavía no se había dado cuenta que había cambiado todo por ella? Nunca le había declarado amor a nadie que no sea ella, nunca pensé en amar a nadie pero ella. Le daría el mundo si ella lo pidiera. Y piensa que ¿sólo quería una aventura con ella? Ahuequé sus mejillas y le traje la cara de mi pecho para que pudiera verla, pero era un desastre de lágrimas que amenazaban con desbordarse. —No he estado con nadie más que contigo desde que empezaste a salir con Brandon. Supe entonces nunca estaría con cualquier otra persona, y no iba a perder el tiempo de estar con alguien más. Princesa sacudió ligeramente la cabeza, se acercó de puntillas y besó la comisura de mi boca antes de empezar a salir de mis brazos.

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—Te amo, Chase. —Nena, por favor. ¡No lo hagas!. Agarré la mano, no estaba dispuesto a dejarla ir todavía. No podía dejar que esto termine así. —Tengo que hacerlo, lo siento. —¿Por qué? ¿Por qué no puedes estar conmigo? Cuando no respondió, me tragué la bilis y pregunté la única cosa que me había estado preocupando más en el último mes. —¿Estás durmiendo con él, también, Harper? —¿Por qué es importante? —Por favor.—Cerré mis ojos mientras me preparaba para volver a preguntar—Sólo dime si estas durmiendo con él . —Sólo he estado contigo—me susurró suavemente, y todo el aire abandonó mis pulmones mientras se apartó y comenzó a alejarse de mí. Miré hacia arriba al mismo tiempo que dejó de caminar, su cuerpo estaba rígido hasta que se quedó sin aliento. —¿Qué? ¿Qué está mal? —Me tengo que ir—gritó y echó a correr hacia la casa. Me quedé en estado de shock por unos momentos antes de obligarme a subir a mi carro y conducir a donde Brian y Marissa. No tenía ni idea de lo que acababa de suceder, lo único que sabía era que ella sólo había destrozado mi mundo. Marissa abrió la puerta y, con una mirada a mí, su boca se abrió, y se cubrió rápidamente la boca con una mano. —Oh, Chachi.—Abrí la boca, pero no salió nada, y bajé la cabeza mientras las lágrimas caían al concreto. —Brian debería estar en casa pronto—dijo en voz baja, y se apartó de la puerta abierta.—Vamos entra. Puedes dormir aquí esta noche—.Marissa llamó Brian para hacerle saber que estaba allí y se sentó en la silla frente al sofá que estaba ahí. —¿Quieres hablar de ello? —Negué con la cabeza. No sé si podía ni hablar de ello. —¿Qué vas a hacer, Chachi?

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—Esperar… —Mi voz era baja y áspera mientras hablaba por el nudo en la garganta. —Esperar por ella. Siempre voy a esperar por ella. Siempre será Harper para mí, nunca voy a dejar de esperar que ella sea mía. —Chach… —Riss, no voy a renunciar a mí y Harper. No puedo.

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Capítulo 10 Traducido por Marce Montoya Corregido por Dayana

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e mudé de nuevo a mi casa el día después que Harper me

había destrozado. Había estado preparado para verla junto a Brandon, verlos ir y venir de su habitación, y ella en nada más que sus camisetas. Pero no la había visto en realidad. Había pasado una semana, y aunque he visto algunas veces a Brandon, él siempre estaba solo. Ayer en la mañana lo vi, cuando él iba entrando a la cocina y yo iba saliendo, pero esto terminó como siempre termina últimamente, completamente en silencio. No sabía que más decirle, así que no dije nada. Antes, lo odiaba por haberse ganado la chica. Ahora, que la tuve y ella me dejó por él de nuevo, no soportaba verlo sin querer morirme. Pasé por mi forzada rutina diaria. Surfear en las mañanas, ahora con Brad y los chicos de nuevo a pesar de que Brandon había desaparecido la última semana. Clases durante el día y trabajo en la noche. Estaba parado afuera de mi última clase del día, tratando de matar tiempo hablando con algunos compañeros, cuando fui golpeado por uno de ellos. —¿Que demo...?—.Me interrumpí cuando me volteé para ver un lío de pelo castaño y grandes ojos grises mirándome.—¿Princesa?— Sin decir nada, ella se agachó para agarrar su teléfono, que había dejado caer cuando se estrelló, y se volteó para irse.... Al diablo con eso. —Harper, ¡espera!—.Tan pronto como me encontré con ella, le agarré el brazo y la volteé para que me mirara.—¿Ahora ni siquiera vas a decir hola? Bajó la cabeza, y un inestable —Hola—vino de ella. ¿Por qué ni siquiera me mira? Coloqué un dedo debajo de su barbilla y la alcé, y mi pecho se tensó cuando vi sus ojos llenos de lágrimas. ¿Por qué demonios mi princesa está llorando?

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—Nena, ¿qué está mal? Sus mejillas se pusieron rojas; parpadeó rápidamente, para mantener sus lágrimas. —Nada. Son solo alergias, o algo. Pura mierda. Ella mira de un lado a otro rápidamente. Y me imagino que nuestra cercanía no le gustará a Brandon si nos ve, así que doy un paso lejos, y dejo mi cabeza caer para mirar el espacio entre nosotros. —No te he visto mucho por mi casa, sé que no quieres estar conmigo, pero no sientas que no puedes estar allá, no los molestaré, ni a ti ni a Brandon. —Ese no es por qué no he estado allá. Yo... umm, termine con él. Echo mi cabeza para atrás, y miro sus tormentosos ojos. —¿Lo hiciste? ¿Cuándo? ¿Por qué no me dijiste?—.Era retorcido que yo no pudiera ayudar, pero tenía esperanza. ¿Finalmente iba a conseguir lo que había estado esperando por más de cinco meses? —Hace un poco más de una semana. Pero me duele más de lo que puedo explicar, y necesito tiempo para recuperarme. No puedo solo correr a ti porque Brandon y yo no estamos juntos. No puedo solo correr a ti...¿Eso significa que planea volver conmigo? La esperanza se apodera de todo mi cuerpo, ahueco sus mejillas en mis manos, me inclino hacia abajo para estar al nivel de sus ojos. —Te amo, y te daré todo el tiempo que necesites—Mierda, para de asumir. —A menos. A menos que tú ya no me quieras más. Contengo mi respiración, agarra mi mano izquierda y presiona su mejilla. Cierra sus ojos y toma un respiro hondo. ——Tengo que decírtelo, siempre te amaré, Chase, pero no estoy segura de que eventualmente no me dejes. Por ese temor, no sé si podré estar contigo. Y algunas cosas han cambiado desde la última vez que hablamos, así que puedes cambiar de opinión acerca de mí por completo. —Eso no es posible.

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Quita mis manos de sus mejillas, solo para envolverse en mis brazos. Exhalo profundamente y empiezo a agradecer a Dios cuando ella besa mi garganta y hunde la cabeza en mi pecho, pero después murmura: —Desearía que eso fuera cierto. ¿Qué tengo que hacer para convencer a esta chica que la amo más que a nada? De repente lágrimas nublan mi visión, y mi voz se quebró cuando se derramaron. —Es cierto. Harper. Te amo malditamente mucho. ¿Por qué tú no puedes verlo.? Sus ojos muy abiertos empezaron así llenarse, y su mandíbula a temblar. La próxima cosa que sé fue ella estaba fuera de mis brazos y alejándose. — Me tengo que ir; lo siento. —Harper, por favor, por favor solo no te alejes. Háblame nena.—No paro, y no me miró.—Princesa, por favor para de caminar.—Nada; ella mantiene su cabeza abajo y continúa alejándose de mí, estaba aterrorizado que si la dejaba ir, nunca la iba a tener de vuelta. —¡¡¡Harper, por favor háblame!!! Se volteó de pronto, pero no pare de caminar hasta estar directamente en frente de ella. —Lo haré—prometió.—Nosotros necesitamos hablar, pero ahora mismo, me tengo que ir. Esta vez ella tomo mi cara para limpiar mis lágrimas. —¿Lo prometes?— Cuando asintió, susurré—Te amo—antes de besar el interior de su muñeca y ver como se alejaba de mí. Estaba tan concentrado en Harper que no noté que nadie más estaba allí hasta que Bree me tocó el brazo. Mis ojos se movieron entre las dos, y me tensé por su reacción al decirlo en voz alta enfrente de mi hermana. Pero las dos solo me sonrieron, mi cuerpo se relajó, hasta que miré alrededor y noté que había capturado la atención de las personas. Agachando la cabeza, una vez más, me alejé de la chica que amaba.

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—¿Te gusta? Brad sonreía, mientras miraba en el espejo doble la tinta del tatuaje que acababa de terminar en su espalda. —Si hombre, Sarah lo va a amar— Le puse ungüento en el tatuaje y lo cubrí, antes que Brad se pusiera su camiseta de nuevo y saltara sobre la mesa. Quería hacer algún comentario acerca cómo Brad había conseguido el nombre de Sarah en la parte de atrás de su hombro, pero Brian había terminado la pieza en mi brazo que tenía “Princesa” escondida en ella, así que no tengo mucho para hablar. Jeff camina hacia mi estación y nos tira una soda a Brian y a mí antes de abrir la suya y sentarse en el mostrador. Era una noche lenta en la tienda. Y Brian era el único con una cita... Y era su hermano. —¿Vamos a ir a surfear mañana?—Pregunta Brad antes de tomar un gran sorbo. —Sip. ¿Sabes si Brandon va?—Brad se encoge de hombros.—Te juro, ustedes dos intercambian lugares, tú estás consiguiendo ser tú de nuevo, y Brandon esta desaparecido, bueno...... Excepto para el almuerzo del otro día. — Si, pero se fue tan pronto como yo me senté.—Y Brad estaba muy equivocado . No estaba consiguiendo ser yo mismo de nuevo, solo estaba esperanzado que cada día fuera el día que finalmente pudiera tener a Harper de nuevo en mis brazos. Pero con cada día que pasaba, esa esperanza lentamente estaba esfumándose. — Ustedes no están todavía peleando, ¿o sí? Quiero decir ninguno de los dos tiene a Harper, así que no hay porqué. —Con mi expresión vacía lancé una mirada de advertencia a Brad, quien levanta sus manos en señal de rendición y sonríe. —Oye, amigo, tú sabes que sigo de tu lado. Quiero que seas feliz. Pero esa es la verdad.

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Moví mi cuello y suspiré profundamente. —Nosotros no hemos peleado desde que volvió a casa sobre las vacaciones de invierno. Pero solo hemos hablado una vez desde que llegó, y eso fue la mañana en la que princesa se desmayó. —Bueno, tampoco quisiera hablarte si tú te follas mi chica.—Jeff resopla y esquiva mi botella vacía de soda. —¡¡¡Bueno, no lo haría!!! Me follé un montón de chicas. Y lo que princesa y yo tenemos nunca podría considerarse una follada. —Él no sabe. —Él si sabe. Brian gritó desde su puesto, nunca dejando de mirar la pantorrilla de su hermano. —Demonios, incluso cuando luchaban todo el tiempo, él seguía estando aquí para realizar el trabajo. Ahora tu chico está cabreado. Tu chica lo dejó, y está evitándote ahora más que nunca. Confía en mí, hermano, Él sabe. —Lo dudo—dijo Brad al mismo tiempo en el que negué con la cabeza, y dije—No hay una jodida manera, hubiese sacado la mierda de mí si supiera. —Exactamente—Brad estuvo de acuerdo, y me señaló con su botella vacía. —Tendrías que haber visto la manera en la que fue después de Chase. No digo que Chase no se lo merecía, pero estaba más que cabreado, y eso fue antes que algo sucediera. —Él sabía—Jeff estuvo en desacuerdo.—De lo contrario no estaría evitándote. —Está evitando a todos—apreté mi agarre en la parte de atrás de la silla contra la que estaba apoyado. Mi corazón se aceleró con la posibilidad que Brandon supiera que había sucedido entre Princesa y yo. Rápidamente miré alrededor de la tienda para asegurarme que éramos los únicos allí, y mi mirada se posó en su nombre en mi brazo.

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—Solo que no comprendo, porque sigues esperándola— dice Jeff. — Has estado esperándola por meses, y ahora ella rompe con su novio y... ¿Cuánto tiempo incluso ha sido? Apreté mis dientes y le contesté. —Más de mes y medio, y no.... no había llevado la cuenta. — Mes y medio—continuó — y ella escasamente te habla. Solo termina lo de chica ya. —¡¡¡La ama!!!—Grita Brian desde su puesto, y yo resoplo una carcajada. Había escuchado hablar y gemir acerca de princesa por más de medio año, y todavía me apoyaba en mis sentimientos por ella. —¡Lo que sea! —Dice jeff exasperado.—Ha sido un mes y medio desde que dijo que tenían que hablar y todavía no ha sucedido. Continúo observando su nombre en mi brazo mientras pensaba en las pocas veces que la había visto desde que me dijo que había terminado con Brandon. Ha sido un puñado de veces, tal vez un poco más pero todos ellos eran obstáculos mientras pasábamos entre ellos. Me había dicho que quería hablar conmigo y le había dado el tiempo de sobra para eso. Pero su cumpleaños fue hace dos días y tenía un plan. —Va a suceder—Miré a Jeff luego a Brad quien asintió. —Me aseguré de que suceda. SOLAMENTE TENÍA una clase mañana, pero era el cumpleaños de Harper y tenía planeado una sorpresa para ella. Así que la forma de salir de mi última clase era ser detenido en la oficina del profesor y entregar el papel debido, diciendo que tenía que salir de la ciudad. Acababa de salir de su oficina cuando vi a Harper ir deprisa al baño, su mano cubría su boca. Miré alrededor para asegurarme que no había nadie, empujé para abrir la puerta y oí su violento vomitar en una de las tres cabinas. Su mochila había sido tirada en camino a la caseta y ni siquiera había cerrado la puerta. Caminé detrás de ella y me apoyé contrala pared de la cabina y froté grandes círculos en su espalda hasta que se detuvo. —Vete—se quejó mientras tiraba de la cadena.

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No lo creo. Retrocedí un poco, pero solo para mojar algunos papeles toallas y dárselos. –Aquí tienes, princesa. Lo agarró y se limpió su boca antes de que se pare y voltee para mirarme.—Gracias. La miré, no parecía enferma. Se veía hermosa. Totalmente hermosa. —¿Estás bien?¿Quieres que te lleve a algún lugar? —No, estoy genial. —¿Genial? Acabas de vomitar, Harper. Respiró profundamente y lo sostuvo hasta que me dirigió la mirada. Con un sutil movimiento de cabeza, miró hacia abajo y se alejó de mí más allá de la cabina y el fregadero para enjuagarse la boc. —Lo sé y ahora me siento bien. —Si no quieres que te lleve, al menos llamo a Bree para que te lleve a tu casa.— Pensé en la conversación con papá de esta mañana, y añadí en voz baja —Hablando de eso, ¿cuándo me ibas a decir que te mudaste a la casa de mis padres? Cerró el grifo y colocó un pedazo de goma de mascar en la boca, masticó un par de veces antes de preguntar: —¿Te molesta? —No, en absoluto, pero me acabo de enterar esta mañana que has estado viviendo allí más de un mes. Habría venido más si hubiera sabido que estabas allí y no escondiéndote en tu dormitorio. —No he estado escondiendo de ti, Chase. Casi me reí. Jeff tenía razón anoche; me apenas había hablado con ella en el último mes y medio. Sabía que ella quería tiempo, pero siempre parecía que corría en la dirección opuesta a mí. Agaché la cabeza, y me quedé mirando la mochila sentado entre nosotros. —¿Estás segura de de eso?

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Guardó silencio durante unos instantes, y cuando por fin dijo algo, su voz era suave y ligeramente temblorosa. —He estado ocupada, y no ha s estado cerca mucho, tampoco. No has ido a un día de la familia en el mes —Al igual que antes, Harper, te estoy dando el tiempo que pediste. —Oh. Sí. Cogió su mochila y pasó por delante de mí y cuando me volví para la miraba, me miraba expectante, con la mano en el mango de la puerta. La seguí hacia afuera y permanecí en silencio hasta que alcancé ella mirándome por el rabillo de mi ojo. —Harper, ¿me puedes decir una cosa? —Te voy a decir todo, Chase.

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Le toqué el brazo para detenerla y esperé hasta que ella me miraba con esos grandes ojos grises. —¿He…he perdido mi oportunidad? Frunció su ceño. —¿Qué quieres decir? —Quiero decir a ti, nosotros. ¿Me he perdido mi oportunidad? Mi pecho se apretó dolorosamente cuando cerró la distancia entre nosotros y envolvió sus brazos alrededor de mí. La noche en la calzada de mis padres cuando ella me besó suavemente antes de decirme que ella estaba en casa de Brandon, pasó por mi mente y contuve la respiración y me apoderé de ella más cerca cuando respondió. —Lo siento que aún tengas que preguntar eso. Me gustaría que supieras que te quiero mucho, Chase, ha sido sólo un momento difícil para mí. No sabía que aún me estabas dando tiempo, pensé que ya te había perdido—su voz. se rompió al final, y casi di gracias a Dios en voz alta.

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—Aww infierno, bebé. Eso no es posible. —Besé a la parte superior de la cabeza y la apreté con más fuerza a mí. —¿Qué ha estado pasando? ¿Sigue siendo por Brandon? ¿O algo más sucedió? —Tenemos que ir, Harper. Dejé caer mis brazos y di un paso atrás cuando escuché la voz de mi hermana. Una vez más, me esperaba Bree enloquezca, pero se quedó allí con una suave sonrisa en su rostro. Harper me miró y me tocó el brazo con suavidad. —Nos vemos. —Adiós, princesa. La vi alejarse de mí otra vez, pero esta vez me prometí a mí mismo que sería la última vez. Mañana, ella sería mía. Eso esperaba.

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Capítulo 11 Traducido por: ★Mariana Ruiz ★ Corregido por: Nat ♥

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abía ido a Los Ángeles temprano en la mañana, para con seguir

todo lo que necesitaba para la sorpresa de Harper y apenas llegué a la escuela a tiempo después de dejar todo en casa de Brian y Marissa. Puse el ramo de lirios anaranjados sobre la silla que mantenía abierta la puerta de la clase de Brenna y Harper, y volví atrás, ocultándome de la vista. No más de cinco minutos después, las chicas llegaban. Observé como mi princesa miró hacia arriba y luego miró dos veces la silla. Sus pasos vacilaron mientras caminaba lentamente y agarraba el ramo. Su cuerpo se enderezó al darse la vuelta, escaneó al grupo antes de recoger la nota y se llevó el ramo a la cara interna de su codo mientras leía. Cuando se giró para mirar a todos otra vez, tenía la más amplia sonrisa en su rostro, y tuve que poner mucho de mi parte para no ir con ella. Bree tomó la nota de Harper y sacudió la cabeza lentamente antes de mirar también alrededor. Tan pronto como entraron al salón, saque mi celular. —Te ves hermosa hoy Princesa: ¿Estabas mirándome? —Tal vez. Finalmente pude darte tus lirios. Princesa: Ya me habías dado mis lirios unos meses atrás, ¿recuerdas? —No podría olvidar ese día incluso si tratara. Princesa: Bueno, pudiste darme estos tú mismo, ya sabes. Me hubiera gustado verte. —Valió la pena ver esa sonrisa en tu rostro.

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Princesa: :) Gracias por las flores. Las amo. —¿Qué harás para tu cumpleaños? Princesa: Una cena con tu familia esta noche, después películas en mi casa. Estás invitado. —Veré que puedo hacer

No iba a estar ahí, pero de verdad deseaba que le hubiera encantado su sorpresa. Como me había perdido la mañana, fui a surfear con Brad y Drew antes de regresar a casa de Brian y Marissa para ayudar a que todo estuviese listo para la noche. No pude hacer otra cosa que reír cuando vi la rodilla de Brian metida en lirios. —“Buena suerte para ti, Bri”

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Me señaló un montón de lirios y me fulminó con la mirada. Viniendo de un hombre de su tamaño, masa de pelo, tatuajes y piercings… esa mierda era chistosísima. —“¡Ten cuidado, Grayson! Estoy haciendo esto por ti!” —“Y lo aprecio” —“¿Chachi?”— Marissa vino corriendo a la sala. ¿Crees que tenemos suficientes flores? Podemos ir y ver en las florerías en la ciudad. Mis ojos se ampliaron mientras daba una mirada alrededor de la sala — “Uh, Riss. Compramos cada lirio naranja y blanco que tenían en el mercado de flores. Creo que estamos bien.” Mi teléfono sonó y contesté sin ver. –“¿Si?” —“¡Hola, cariño!” —“¡Hola, Ma! ¿Qué hay?”— Desde que mamá y papá me habían enviado de vuelta a mi casa, no había hablado o visto a mamá pues usualmente Harper estaba con ella. Con suerte, eso estaba a punto de cambiar. —“Bien, um, no sé si tú lo sabes… porque, ya sabes… bueno tal vez…”

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—“Mamá, solo dilo” —“Es el cumpleaños de Harper, ya sabes” Sonreí ampliamente. –“¿Ah si? Huh. Eso es bueno. —“¿Estas reconsiderando tus sentimientos por ella?— Sonaba con pánico y aleje el teléfono de mi oído para mirar la pantalla un segundo. —“Demonios, no. ¿Qué está pasando? ¿Estás bien, Ma?” —“Oh, eso está bien… Eso está muy bien” En serio, ¿porque está siendo tan rara? —“Bien, todos iremos a cenar fuera esta noche por su cumpleaños, y sé que ella amaría que tu estuvieses ahí” “Si, mira, me gustaría, pero simplemente no puedo. Estaré ocupado esta noche.” Si no se hubiera puesto tan rara conmigo, tal vez le habría contado cuales eran mis planes, pero ella no estaba actuando como mi mamá. “Espero que no te des por vencido en lo tuyo con Harper, cariño” “Mamá”— dije suavemente en el teléfono — “No lo he hecho. Lo juro. Hay cosas que tengo que hacer esta noche… ¿está bien? Si te tranquiliza, he decidido quedarme en San Diego después de la graduación.”— Ella soltó un suspiro de alivio. –“Oh, gracias a Dios. De acuerdo. Bueno, si cambias de opinión, nos iremos a las seis.” —“A las seis. Está bien. Te quiero, Ma” — “Yo también te quiero, corazón”

Ponemos todas las flores juntas antes de que vaya por la primera de mis dos citas en la tienda; y en el momento en que termino la segunda, estoy corriendo a recoger los lirios para que cubran cada superficie en la sala y la barra de desayunar en la casa de mis padres. Caminé a la cocina buscando cualquier cosa que pudiera devorar rápidamente y un libro

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situado al final de la mesa de la cocina llamó mi atención, Tuve que mirar dos veces al leer título y me congelé. Pero. Qué. Demonios Di un paso vacilante en dirección a la mesa, rogando porque mi visión solo hubiera decaído significativamente y no lo estuviera leyendo bien. Que Esperar Cuando Estás Esperando estaba ahí, justo enfrente de mí. — “Es mejor que esto sea una jodida broma”— susurré en la habitación vacía y vi la parte superior de un separador blanco asomando a través de la cuarta parte del camino. Respirando profundamente, le di vuelta la página y vi que el separador era en realidad la fotografía de un ultrasonido. Voy a matar a Konrad. Jalé el ultrasonido fuera del libro y deje que éste cayera de nuevo sobre la mesa, mientras miraba fijamente a mi sobrino o sobrina. La puerta del frente se abrió, seguida de jadeos y un silbido bajo antes de la oyera cerrarse. Me giré y estaba gritando antes de que pudiera estallar fuera de la cocina y ver a mi familia. –“¿Me están jodiendo? ¿Cómo pudieron ocultarme algo así? ¿Dónde está? ¡Juro por Dios que voy a matarlo! —“¡Chase!” Respondió papa y se paró protectoramente enfrente de mi Princesa, mamá y Bree. “Cálmate. ¿Qué está pasando?” —“¿Calmarme? ¿Qué me calme? ¿Hablas enserio? ¡Vi los libros, vi el ultrasonido!”— Papá se enderezó y cruzó los brazos sobre su pecho, con una ceja levantada. —“¿Y?” —“¿Y? ¡Papá!”— Lancé mi brazo hacia las chicas, señalando con la foto. – “Bree está embarazada y lo único que puedes decir es ¿y?” Bree se cruzó de brazos, haciéndola lucir tal como papá. –“Por favor, no soy tan estúpida como tú. Yo no estoy embarazada” ¡Breanna!” resopló mama con los ojos como platos.

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“¿No tan estúpida como yo?” Qu… sólo… ¿Qué? Entonces ¿qué demonios es esto?” Le mostré la foto justo enfrente de su cara y la deje ahí, sacudiéndola, hasta que Harper jaló la imagen fuera de mi mano. Su voz era baja y controlada. —“Es mío, Chase” Mi giré a mirar a mi princesa y estaba a punto de discúlpame por arruinar su cumpleaños cuando lo que dijo finalmente me golpeó. Es mío, Chase. El libro, el ultrasonido… ¿eran suyos? ¿Mi princesa está embarazada? Pero ella me había dicho que solo había estado con… Oh mierda. Mis piernas empezaron a temblar cuando todo hizo clic en mi mente. No pude detener la enorme sonrisa que se extendió por mi rostro mientras realizaba que la chica que amaba más que a la vida misma, estaba llevando a nuestro bebé. My mirada dejó su expresión preocupada para descender por su cuerpo hasta que vi su estómago ligeramente redondeado. Mierda. ¿Cómo no me di cuenta antes de esta noche? –“¿Estas embarazada, princesa? 149

—“Si” respondió suavemente. Mire hacia arriba y le sonreí antes de mirar de nuevo hacia su estómago, en el cual ella acababa de poner sus manos. “Es… ¿es mío? “Por supuesto que lo es” Una ráfaga de calor se extendió por mi cuerpo. Yo sabía lo que ella estaba diciendo. Sabía lo que significaba, pero no podía parar de preguntarle. – “¿Vamos a tener un bebé?” —“Sí” Agarré la foto del ultrasonido de su mano, mis uñas apenas rozando su vientre. “¿Éste es nuestro bebé? —“Sí” Mirando de nuevo a mi princesa de ojos grises, estudié su hermosa mirada mientras las lágrimas caían por su rostro. –“Vamos a tener un bebé”— Grité Ella rio y asintió mientras me veía.

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Resoplé una risa y pasé una temblorosa mano por mi cabello, agarrando un puñado antes de dejarlo y volver a ver el vientre de Harper, luego la foto de nuestro bebé y de vuelta a su estómago. Era nuestro. Este bebe era nuestro. Y la sonrisa de Harper decía más de lo que podían sus palabras. Esta hermosa chica era mía. —“Te amo tanto”— Tomé el último paso en su dirección y llevé mi boca toscamente a la suya. Ella apretó sus brazos alrededor de mi cuello y me enderecé, levantándola del suelo, moviendo nuestros labios en contra del otro. Por primera vez en tres meses, me sentí vivo de nuevo y no quise regresar a una vida sin Harper en ella. La devolví al suelo y la besé una vez más antes de hincarme y quedar mis ojos a nivel de su vientre. Pasé suavemente mis manos por su pequeño abultamiento, y mi respiración salió como un resoplido. No podía creer que no tuviera ni idea. Levantando su camiseta lo suficiente para ver el bultito, mi corazón se aceleró al ver su tatuaje de lirios anaranjados alrededor en tanto que apenas tocaban el borde de su vientre. Mío. Inclinándome, bese suavemente su diminuto abultamiento antes de pasar mis palmas de nuevo por él y me paré para acunar su rostro entre mis manos. –“¿Por qué no me dijiste?” Harper se encogió, sus grises ojos brillando con lágrimas. “Estaba asustada. Aún lo estoy” —“No tienes por qué tener miedo” Susurré, y suavemente besé su nariz. — “Cuidaré de nosotros”—Juré. Siempre Ella miró alrededor, hacia mis padres y mi Hermana mientras tomaba mi mano. —“¿Podrían disculparnos un momento?” La seguí escaleras arriba a mi habitación. Tan pronto estuvimos ahí, su siguiente inhalación fue audible mientras se quedaba viendo la cama unos segundos antes de sentarse en el borde. Yo caí en medio y la jalé a mi lado para que estuviéramos acostados, yo sobre mi espalda y ella enredada de lado junto a mí. Nos quedamos en silencio un momento y tomé su mano, entonces pudo entrelazar nuestros dedos antes de atraerlos para besar su palma.

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—No puedo creer que vayamos a tener un bebé” Harper exhaló pesadamente y mi cuerpo se tensó “—Acerca de eso… Chase –“ —“No”. De ninguna manera la iba a dejar hacernos esto otra vez. “No lo hagas de Nuevo, por favor”. —“Solo escúchame, ¿está bien?”— Se levantó, apoyándose en su codo y me miró directamente a los ojos. –“Tienes 22 años, estás a punto de graduarte de la Universidad. No quiero arruinar tu vida. Si tú quieres vivirla, no te detendré. Sólo porque éste bebé sea tuyo, no significa significa que estás obligado a estar conmigo… con nosotros. Quiero que estés con nosotros, no me malinterpretes. Pero te dejaré ir si eso es lo que necesitas”— Supe que hablaba en serio, pero no podía dejar de sonreírle. – “¿Terminaste?”— —“Sí”

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Bien. Mi turno. Al parecer aun no te has dado cuenta de esto. –“Harper, te amo más de lo que nunca podría explicarte. Conocerte cambió mi mundo. Incluso cuando pensé que nunca serias mía, no pude continuar viviendo una vida que sabía que tu odiabas. La noche que me dijiste que me amabas fue la mejor de toda mi vida, hasta hoy. Nunca quiero dejarte ir otra vez. Quiero estar contigo por el resto de mi vida. Quiero casarme contigo algún día, Harper. Hice una pausa cuando sus grises ojos se ampliaron. –“Haría cualquier cosa por ti. No sé qué hacer para que me creas, pero pasaría la eternidad tratando de demostrártelo. —“¿Quieres casarte conmigo?— preguntó suavemente Más que respirar. “No tienes idea cuánto” —“¿No es sólo porque estoy embarazada?” La atraje de nuevo y ahora estaba recostada sobre mi pecho e incliné su cabeza para besarla suavemente. “Para nada. Tengo que admitirlo, es un poco sorprendente, pero siempre pensé en estar contigo y formar una familia. Y aun cuando es más pronto de lo que pensé, estoy increíblemente emocionado de que está sucediendo. ¿Para cuándo deberíamos esperarlo?

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—“¿Lo?” —“Sip. Va a ser un niño” Ella rió suavemente y pasó sus dedos por mi cabello. —“Para el 4 de Octubre”— Calculé rápidamente los meses y sonreí otra vez. “Así que seis meses. ¿eh? ¿Quieres tomarte el otro año libre de clases? —“No puedo volver a la escuela” Acaricié su hombro –“Claro que puedes, yo te ayudaré” —“No, no es eso. Sé que lo harías. Respiró profundamente y rodó fuera de mi, sobre la cama, tomando mi mano. “Le conté a Señor que estoy embarazada” —“¿Y?” —“El uh, no va a seguir pagando la Universidad, y dice que ya no soy bienvenida en la casa. —“Bastardo”— murmuré por lo bajo. –“¿Hablas en serio? Nos las arreglaremos. Si quieres terminar la escuela, haremos que pase. “En serio, ni siquiera quiero regresar después de este semestre. No es por eso por lo que estoy triste. Es sólo que odio como es él. Odio como me culpa por haber nacido. De nuevo la atraje más cerca de mi para pasar mi mano de arriba y abajo en su costado. Como alguien podría odiar a esta chica, especialmente su propio padre, está más allá de mí. –“No es tu culpa. Él es un idiota y está perdiéndose a una hija estupenda” —“Tenia temor de que tú me culparas también”— admitió en mi pecho – “por quedarme embarazada. Tu querías parar y yo te obligué” —“No es como si me hubieras obligado mucho. Te deseaba demasiado.” Me reí pero ella permaneció en silencio mientras trazaba patrones en mi pecho. “No te culpo Harper, nunca lo haría.” Ella se enderezó para besarme sonoramente y no quedamos ahi recostados en silencio hasta que mi hermana abrió la puerta para

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hacernos saber que ellos irían a ver una película. Cuando la puerta se cerró de nuevo, Harper no se movió, y tampoco yo. —“Harper, quiero que seas mía. Y no es sólo porque vayamos a tener un bebé, aunque te advierto, estoy a punto de contárselo a todo el mundo.” Sus ojos brillaron y le sonreí antes de besar su nariz –“Pero quiero ser capaz de abrazarte en público, quiero enseñarle a todo el mundo que no estas disponible, y que me perteneces. Que siempre me pertenecerás. ¿Terminamos ya de torturarnos el uno al otro al estar separados? —“¿Dejarás de abandonarme?” contraatacó, y rodé para descansar encima de ella, mis labios a menos de una pulgada de los suyos. —“Nunca te dejare de nuevo, cariño” “Entonces soy tuya” Se alzó para besarme y sonreí en medio de nuestro beso. Finalmente. Esta chica es mía. 153

—“BRANDON, ¡ESPERA!” El dudó por un segundo antes de continuar cerrando la puerta de su Jeep. Ambas manos se restregaron por su rostro antes de caer hacia el volante. —“Tenemos que hablar” No habíamos hablado desde la mañana en que Harper se desmayó. Todos los chicos en casa sabían que ella estaba embarazada y que estábamos juntos, pero Drew había estado bromeando acerca de “el vientre de Buddha” de Harper, y lo siguiente que supe es que Harper estaba hiperventilando. Enloquecí, tratando de averiguar lo que había pasado tan de repente y cuando miré hacia arriba, vi a Brandon caminando, alejándose de nosotros. No sé cuál fue la razón de Harper para cuando ellos terminaron y no sabía si nuestros chistes acerca de eso eran la manera en la que él se había dado cuenta. Pero le debía una explicación acerca de ello. —“No es mucho lo que te voy a decir” Él mantuvo sus ojos fijos por delante de él, con el musculo de la mandíbula temblando.

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“Harper está embarazada” Bufó. —“Ya sabía eso. Y sé que el bebé es tuyo.”— “Siento que hayas tenido que enterarte de esta manera. Tenía que haber venido contigo primero” “No era necesario, puesto que ya lo sabía. Ella me lo dijo el día que se enteró” Parpadeé rápidamente “Entonces lo supiste todo el tiempo, ¿y nunca me dijiste nada?” “No era yo el que tenía que decirte, Chase, que era tu bebé. Harper tenía que ser la que te lo dijera” “No, no eso” Sacudí mi cabeza y tomé un respiro profundo “Yo… yo odiaba que tú la tenías. Odie que la enviara lejos al principio y te dije que ella estaba disponible. Y actué como un idiota contigo por eso. Empezaba peleas contigo sólo porque quería tener una oportunidad de golpearte. Y lo supiste… ¿Por cuánto? ¿Dos meses? ¿Y nunca me dijiste nada? —“Tres meses” —“¿Qué?” Se giró para mirarme, sus ojos vidriosos. –“Lo supe por tres meses. Tan pronto como regresé de Arizona, lo supe. No podías soportar más de un día sin empezar mierda, y regresé y no me decías ni una palabra y parecía como si estuvieras muerto… y ella no podía dejar de mirar ese anillo que tú le diste. No sabía que estaba embarazada todavía, pero supe que ya la había perdido. Mis entrañas se retorcieron con culpa. –“¿Y no hiciste nada?” —“¿Que, Chase? ¿Qué podía hacer para que las cosas fueran diferentes de cómo eran? Ella estaba enamorada de ti, también. Ya te habías acostado con ella. ¡Ella ya estaba embarazada! No podía cambiar nada, joder. ¡No podía cambiar lo que ella sentía por ti! ¿Así que cual era el punto de golpearte hasta sacarte la mierda cuando no iba a cambiar nada? Lo mire mientras las lágrimas corrían por su rostro, y, por primera vez desde que todo esto empezó, me sentí enfermo. Todo lo que yo quería era ella, y

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nunca consideré como eso podría herir a mi hermano. Todo lo que me importó era como yo me sentía morir sin ella. –“Lo siento”— “Tú eras como un hermano para mi”— Antes de que pudiera responder, se giró para mirarme de nuevo. –“Pero estoy seguro que puedes entender porque estoy diciendo que eso se acabó” Tratando de tragarme el nudo en mi garganta, asentí y di un paso atrás cuando el encendió su Jeep. —“Chase”— Se aclaró la garganta y sacudió la cabeza una vez. “Esa chica significa todo para mí. Lo que significa que su bebé también. Nunca te haría lo que tú nos hiciste a Harper y a mí. Pero entiende esto. Si tú no cuidas de ellos y los aprecias… No dudaré de nuevo para golpearte hasta sacar la mierda viva de ti. ¿Me comprendes?”— —“Comprendo. Los amo, siempre los voy a cuidar” Con un rígido asentimiento, echó a andar su Jeep y se fue. 155

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Capítulo 12 Traducido SOS por ♪Abru♪ Corregido por Ana♥

—¿T

ienes todo listo para hoy —preguntó Brad mientras saltaba

encima del mostrador y ponía a Sarah en medio de sus piernas. —Segurísimo —Le di la última mordida a mi manzana y lancé el corazón a la basura. —Llamé a la concesionaria, llamé al B&B… todo debería estar listo para ir. —Harper va a amar el día de hoy, Chase —dijo Sarah con una amplia sonrisa en su rostro. —Es muy dulce de tu parte que hagas todo esto por ella. Pero va a pensar que le vas a proponer matrimonio por cómo estás planeado el día. Sonreí. —Ya sé cuándo se lo voy a proponer y no será hoy. —¿Cuándo? —Sus ojos brillaron y dio unos cuantos saltitos en la punta de sus pies. —Ya verás. —Me encogí de hombros y atrapé la botella de agua que me lanzó. —No le contaré a nadie. Es una sorpresa. —Como sea. Entonces ¿sabrán si es niño o niña hoy? —Eso creo. Lo espera para el 4 de octubre, así que hoy cumple 16 semanas, y su doctora dijo que deberíamos poder saberlo… pero yo ya lo sé. — Me corté y la sonrisa masiva que estaba mostrando cayó, mientras Brandon entraba a la cocina. —No es como si no supiera lo que está pasando —dijo, sin mirar a nadie mientras agarraba una botella de Gatorade y dos botellas de agua. —No tienen que dejar de hablar por mí. Los ojos de Brad iban de él a mí una y otra vez, y Sarah estaba cubriendo su boca sacudiendo la cabeza lentamente con sus ojos llenos

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de pena mientras miraba a Brandon. Después de que él tomó un par de barras de proteína y lo puso todo en su bolsa, él finamente nos miró, sus ojos puestos en mí. — O tal vez sí. Sin decir otra palabra, salió de la cocina y Brad bajó la cabeza. Me bajé del mostrador y lo seguí. –Hermano… —Pensé que ya habíamos decidido que no éramos eso, tampoco. Tomando su hombro, lo detuve antes de que pudiera llegar a la puerta. — Mira, ¡lo siento! Lamento haberte hecho esto. Se giró para mirarme con la ceja levantada —Lo sientes. Entonces, ¿qué?... ¿volvemos a estar bien otra vez? —No lo sé, hombre. Pero no podemos hacer esto. —¿Y por qué no podemos? Tú no podías soportar que yo tuviera un día normal con ella. ¿Te he hecho algo desde que ella y yo rompimos? —Hizo una pausa, pero no le respondí. —No. No he hecho nada. Tú lidiaste con ello siendo un estúpido, así que déjame a mí lidiar con ello a mi manera. Y mi manera no incluye actuar como si no me hubieras robado a mi chica. —¡Yo no me robé a Harper!

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Él abrió la puerta y dio un paso hacia afuera, su mano temblorosa agarrando la perilla del exterior. Cuando me miró de nuevo, sus ojos eran opacos y sin vida. –Te robaste mi mundo entero. —Chase —Me volteé para ver a Brad recargado contra la pared – necesitas darle espacio. Él tiene razón, tú fuiste el idiota más grande cuando él estaba saliendo con ella. Ahora que la tienes, no puedes actuar como si ustedes dos pudieran volver a ser de la forma como eran antes. Él necesita tiempo para superar lo que ustedes le hicieron. ¿Sabías que le contó a Derek que planeaba casarse con ella? —No —Entrecerré los ojos —¿Cuál es tu punto, Brad? —Su mejor amigo y la chica con la que se quería casar, lo apuñalaron en la espalda. Y él dio un paso atrás… así que déjale dar ese paso. Lo que tú estás haciendo es retorcer el cuchillo. Asentí y suspiré pesadamente –Joder. —Sí. Bueno, estás a punto de descubrir si tu hijo será en efecto un niño. Y planeaste un fin de semana del que estoy seguro que Sarah está en serio celosa —resoplé y él palmeó mi hombro. —Alégrate, joder, porque si Harper ve que hay algo que va mal, ella querrá saber de qué se trata, Y no puedes contarle de esta mierda, ella se odia suficiente por cómo es ya. —Lo sé —No necesitaba recordar que la mujer que va a tener a mi hijo sigue amando a alguien más.

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No me tomó mucho tiempo cambiar de humor otra vez. Ver a Harper y poder estrecharla entre mis brazos siempre hace que todo esté bien de nuevo. Y saber que estaba a punto de ver por primera vez a nuestro bebé hizo que todo lo demás solo se esfumara. Conocí a su doctora y hablé con ella de todo lo que me había perdido y que esperar, y eché a correr hacia el cuarto de ultrasonido cuando fue el turno de esa parte de la cita. Mi princesa sólo rió y apretó mi mano para mantenerme a su lado y me mantuve aferrado a ella cuando la doctora apagó las luces y el ultrasonido comenzó. Y todo lo que pude pensar fue “mierda”. El aire abandonó mi cuerpo enseguida cuando nuestro bebé apareció en la pantalla y un nudo se formó en mi garganta. Mi boca se abrió pero no salió nada, y cuando el latido de su corazón llenó el cuarto, puse todo mi esfuerzo para no venirme abajo ahí mismo. Este bebé era nuestro. Me giré para mirar a Harper y vi sus ojos brillando por encima de la oscuridad del cuarto mientras oíamos los rápidos latidos del corazón de nuestro bebé. —¡No puedo creer la perfecta posición en la que está su bebé justo ahora! Eso es irreal. —La doctora rió. —Ahora, ¿quieren saber el sexo del bebé o quieren que sea sorpresa? —Yo ya lo sé. —Mi princesa miró de nuevo la pantalla y suavemente sonrió cuando apreté su mano y reí. —Te lo dije, nena. —Susurré —Te dije que sería un niño. Los dos miramos a la Dra. Lowdry —Es un niño, ¿no es así? —Oh, él es definitivamente un niño —Ella rió de nuevo y yo miré como nuestro bebé se movía por la pantalla. Miré de nuevo a mi hermosa chica y la besé suavemente, manteniendo mis labios contra los de ella mientras le decía –Te amo tanto a ti y a nuestro hijo, Harper. Cuando me volví, vi sus ojos brillando y unas cuantas lágrimas habían caído por su rostro. Con mis pulgares, barrí el rastro de humedad fuera de sus mejillas y fui recompensado con una sonrisa que detenía el corazón. Después de que la doctora nos diera las fotografías del ultrasonido, continué mirando a nuestro hijo mientras Harper y yo salíamos del edificio. He sabido por meses que estaba enamorado de la chica que camina junto a mi, y sé que le daría todo para hacerla mía, para siempre. Pero no esperaba enamorarme de ella de nuevo o amar instantáneamente a nuestro bebé. Cuando llegamos a mi camioneta, la tomé por la cintura y la arrastré hacia a mi, mi boca estrellándose contra la de ella. Harper rió bajito y sus brazos envolvieron mi cuello mientras la hacía caminar de espaldas hasta

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que estuvo contra mi camioneta. Nuestro beso fue lento y apasionado mientras trataba de demostrarle cuan feliz ella me estaba haciendo. Rompí el beso en un arrebato y miré en sus sonrientes ojos grises —Eso fue… eso fue absolutamente asombroso —Reí y la besé intensamente una vez más. Sus manos encontraron el camino hacia mi cabello mientras ella retrocedía. –Tenerte ahí lo hizo tan especial, todo lo que podía pensar era como en las dos últimas veces deseaba tanto que lo hubieras experimentado conmigo —Los ojos de Harper se llenaron de dolor cuando susurró –Siento haberme tardado tanto en contártelo. —Nada de disculpas hoy. Te amo, y vamos a tener un hijo —Mierda, de verdad vamos a tener un hijo. Sonreí y puse uno mechones de pelo fuera de su cara —Hoy solo está permitido que sea un día de “Te amo” — Cuando ella asintió, abrí la puerta y la ayudé a entrar a la camioneta antes de correr al lado del conductor y entrar. Por la comisura de mi ojo, vi a Harper mirar las fotografías con una amplia sonrisa. Solo deseaba que el resto del día mantuviera su sonrisa así de grande. Paramos por comida mexicana, pero gracias a Dios, Harper estaba lo suficientemente distraída por la cita como para notar que apenas toqué mi almuerzo. Mis palmas estaban sudando y estaba rezando por que el resto del día no fuera demasiado ni muy apresurado para ella. No estaba mintiéndole a Sarah y a Brad. Ya tengo una idea en mente para proponerle matrimonio a la única chica en el mundo que siempre importara, y no iba a pasar hoy. Pero todo lo que tenia planeado para hoy definitivamente podría asustarla tanto como una propuesta así de pronto lo haría. Estaba tan estresado, que ni siquiera podía sostener la mano de Harper mientras conducía hacia la concesión de Ford sobre la que escuché que tenía su auto—de—en—sueños. Así que mantuve la música alta y a mi mano derecha en el volante, para no agarrar su mano. No había manera de que ella se perdiera que mi cuerpo estaba temblando si lo hacía. Tan ponto como estacioné, la cabeza de Harper dejó de moverse al compás de la música, e instantáneamente paró de cantar. —¿Qu...? Tuve que aclarar mi garganta antes de hablarle mientras me giraba hacia ella. —Entonces, he estado pensando, tú vas a necesitar tu propio auto pronto, y me enteré de que aquí trajeron una Ford Expedition. —Chase... —Yo tal vez tenga uno aquí en esta tienda. —No, no lo hiciste. —Sus ya agrandados ojos se abrieron aun más, y su mandíbula calló mientras miraba alrededor a todos los autos.

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—Dije que tal vez la tenga. No que la tengo. Ella apretó mi brazo antes de abrir su puerta y saltar de la camioneta. Solté un último aliento vacilante mientras le daba vuelta a la camioneta y la atraje a mis brazos. Masticó sus labios y miró al rededor antes de finalmente encontrarse con mis ojos. —¿Es en serio? Sonreí y presioné mis labios en su garganta. —Lo estoy. Pero podemos mirar alrededor por si te gusta otro y lo quieres. —¡Cariño! No puedo comprar un auto. Mierda, aquí vamos de nuevo. —Tal vez no, pero nosotros sí podemos. —¿Quieres dividirlo? Una corta y fuerte risa se escapó de mis labios ante su adorable y confusa expresión. —No exactamente. Okey, puedes decirme que nos estamos moviendo muy rápido, pero como planeo casarme contigo pronto, quería ponerte en mi cuenta del banco así tú tendrías acceso a mi dinero. —Chase —su cara cayó, y sentí cómo contenía mi aliento. —No necesito que hagas esto, no necesito que me compres un auto. —Lo sé, Princesa, pero quiero que tengas acceso a él. Hago una cantidad decente de dinero en la tiendo, pero Bree y yo también ganamos un montón luego de que los padres de Papá murieran. Así que tengo más que suficiente guardada para cuidar de los tres y para comprarte un carro. No es gran cosa. —Yo sé que quieres , y para ser honesta, es emocionante que quieras compartir eso conmigo. Todo lo que estoy diciendo es... Realmente, no lo necesito. Si vamos a compartir tu cuenta bancaria, entonces deberíamos compartir la mía también. —Harper, eso no es necesario. —Exhalando lentamente, la atraje a mis brazos de nuevo y pensé que oí mal cuando me dijo cuánto tenía guardado. Uh... ¿puedes repetirlo? No era tanto como yo tenía guardado para nosotros, pero yo había heredado el dinero que estaba guardado. Casi todos los proyectos de ley, exceptuando mi casa, venían de la tienda, así que raramente ponía dinero para guardar. ¿Ella había hecho todo ese dinero trabajando en la base? —¿Es en serio? ¿Todo eso sólo trabajando en la base? —Cuando ella lo confirmó con un sólo asentimiento de cabeza, silbé bajo. —Bueno, mierda bebé. Eso es genial, y si quieres agregarlo a nuestra cuenta, eso está bien. Pero preferiría no tocar ese dinero; podemos guardarlo para emergencias, y sólo dejarme a mí cuidar de ti y de nuestro bebé. Había estado esperando alguna clase de argumento en contra de mi idea, o al menos vacilación. Pero ella sólo se encogió de hombros y

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murmuró un "okey", y me besó suavemente mientras ella se metía entre mis brazos. —¿Estás lista para mirar los autos? —¡Nop! No necesito mirar. ¡De veras que quiero ese Expedition! Ella salió de mis brazos y agarró mi mano mientras empezaba a caminar en la dirección opuesta al aparcamiento. Reí y la tiré a la sala de exposición en su lugar. Harper probó la SUV y se enamoró de él, justo como esperaba que lo hiciera. Pasamos por el proceso de comprarlo, y juro que el chico que nos vendió el auto se burló cuando le dije que lo pagaría completamente en el momento. Idiota. Una vez que terminamos de hacer negocios con ese culo—terco, condujimos en distintos coches hacia el banco y empezamos el proceso mucho—más—corto de agregar a Harper a mi cuenta y poner su dinero en lo que era ahora nuestra cuenta. Ella tenía una sonrisa muy brillante y estaba rebotando, y yo me pregunté por qué en el mundo me preocupé por este día. Mi familia ya sabía lo que había planeado, pero tú podrías haber visto el alivio en los ojos de Mamá y Papá mientras Harper excitadamente les mostraba su nuevo coche y les decía todo sobre que íbamos a tener a un varón, y Mamá inmediatamente corrió a la cocina para traer el libro para escoger nombres de bebé, y empezamos a buscar allí mismo. Debemos haber encontrado tres docenas de diferentes nombres antes de cerrar el libro por la noche, y miré mientras Harper amorosamente pasó las manos por su pequeño vientre y hablaba con nuestro "Osito Gomoso", como ella lo llamaba. Dios, estaba tan enamorado de ella. Luego de cenar, empaqué mi mochila y la tiré en la camioneta antes de llamar a Brian desde la tienda. —¡Hola, hombre! Joder, te tomó una eternidad llamar, Riss estaba volviéndose loca mandándome textos cada diez minutos mientras esperaba para saber cómo había ido todo. Resoplé una risa. —Dile que malditamente se calme. Todo salió perfecto, tendremos... —inhalando profundamente, moví mi cabeza al darme cuenta de la ridícula sonrisa en mi cara. —tendremos un niño. —¿Sí? —Se rió sonoramente y le gritó las nuevas noticias a quien quiera que estuviera en la tienda. —Odio acabar con tu entusiasmo Chase. Pero he estado pensando, y decidí que estás seriamente confundido sobre quién es el padre de este bebé. Mi corazón dejó de latir, y mi sonrisa cayo rápidamente. —¿Qué mier...? —Me refiero, —me cortó con un resoplido, —todos saben que ese es mi bebé. Tú sólo estás en negación.

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Justo cuando sus palabras cobraron sentido, me reí muy fuerte. —En serio, estaba a punto de patear el trasero de alguien. —Sólo digo; incluso le dije a Riss. El bebé es mío. —De acuerdo, le diré a Princesa, también. —¡Maldita sea que lo harás! Mientras todos estemos en la misma página, estaremos bien. —Eres un verdadero idiota. —Me reí de nuevo. —Dile a Marissa que el resto del día fue bien. Harper está muy feliz, y estamos a punto de irnos a la última parte de la noche, er, del fin de semana. —Tú, suertudo bastardo. De acuerdo, pásenlo bien pero asegúrate de que la madre de mi hijo no lo haga exageradamente. Sacudí mi cabeza. —Te veo el lunes. Cortamos, y entré de nuevo en la casa y a la sala de estar, donde puse mis brazos alrededor de Princesa por detrás del sofá. Mis labios rozaron esa zona sensible detrás de la oreja antes de que susurrara —¿Puedes hacerme un favor? Su cabeza había rodado a un costado y sus brazos estaban cubiertos de piel de gallina. —Lo que quieras. —Ve y empaca una mochila para un par de noches y encuéntrame aquí abajo en diez minutos. —Ligeramente mordiendo su oreja, hablé aun más bajo. —No necesitarás mucha ropa. Sus ojos se abrieron, y se dio la vuelta para mirarme, toda expresión de pasión abandonó su rostro. —¿Estamos yendo a tu casa? Quería preguntarle por qué eso la enloquece tanto, pero decidí que no quería saber cuándo Brandon estaba en casa. No importaba si tenía o no que ver con él, me he estado asegurando de que él y Harper no se vieran más y realmente no quería discutir con ella sobre él. —Nop, pero es una sorpresa, así que no puedo decirte. Su cara se relajó, y rodó sus ojos con una clara risa. —Tú y tus sorpresas. Okey, diez minutos, y estaré allí. Mientras ella empacaba, llamé a Brad y le dije sobre la cita, el sexo del bebé, y me aseguré de que todo en la casa estaba bien. Para el momento que colgué, Princesa estaba bajando por las escaleras con una muy pequeña mochila, y no pude evitar mi sonrisa. Aparentemente, ella tomó muy seriamente mi palabra. Desde que estábamos juntos, Harper y yo no habíamos dormido juntos.... De ninguna manera. Nosotros nos habremos liado en su cama en la casa de mis padres y habremos hablado hasta que se quedó dormida, y silenciosamente me habré ido a mi propia cama. Sabía que a mis padres

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no les importaba, después de todo, ella ya estaba embarazada. Pero a pesar de que había pasado un tiempo desde su ruptura con Brandon y su diálogo sobre el bebé, estaba aterrorizado de ahuyentarla como lo he hecho todo el año escolar. Y ella no me preguntó si podía quedarme con ella, así que seguí escabulléndome a mi habitación, dejándola dormir sola. Pero este fin de semana, tenía otros planes. Sé que le dije que no trajera mucha ropa, pero eso era una broma. Todo lo que quería era dormir con ella y despertar con ella en mis brazos. Si ella seguía incómoda, podía perfectamente dormir en el suelo si eso era lo que ella necesitaba. Pero pensé que tal vez era incómodo en mi casa porque su ex estaba allí, y era incómodo en la casa de mis padres porque ellos estaban allí. Así que nos estaba llevando a un fin de semana sólo para nosotros dos. Y esperaba no arruinarlo. —Oh mi Dios. —Ella susurró, y lentamente salió de mi camioneta un poco revuelta una vez que aparqué, incapaz de sacar sus ojos de la casa restaurada victoriana en frente de nosotros. El cartel en frente de nosotros mostraba que era un hotel con desayuno incluido. —Chase, no sé cómo harás para superar este día. Descubriendo el sexo del bebé, comprándome un coche, juntando nuestras cuentas bancarias, y ¿ahora esto? —Prometo que siempre intentaré superar este día, pero sí quería que hoy sea perfecto. —Besando su frente suavemente, agarré nuestras mochilas y fuimos adentro para ingresarnos. Tan pronto como llegamos a la habitación, puse mis brazos a su alrededor y la atraje a mí, esperando a que sus ojos se encontraran y trabaran con los míos. —Sé lo que dije antes, pero eso no significa que tengamos que hacer algo este fin de semana. Todo lo que quería eran tres noches contigo; no espero nada más. —Sé que no lo hacías. —Su vos era entrecortada mientras agarraba la parte inferior de mi camiseta y la subía hasta que tuve que asumir el control y sacármela. — Pero quiero esto también, Chase. Aspiré aire a través de mis dientes cuando las yemas de sus dedos bajaron gentilmente por mi pecho y estómago hasta que llegaron a la parte delantera de mis vaqueros. Sus ojos se nublaron cuando sus dedos se metieron adentro de mi cinturilla, sólo para sacarla y llegar al fondo. Haría lo que sea para tenerla de este modo, pero tenía que saber que no se arrepentiría luego. Agarrando sus manos, la calmé y me incliné para mirarla. —¿Estás segura, Harper? Ella resopló suavemente e inclinó su cabeza hacia su redondo estómago. —¿Um? —Sólo porque tendremos un bebé no significa que tengamos que hacer algo.

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—Chase, no me refería a eso. Pero sí, estoy segura. Ahora, para de intentar pararme y déjame amarte. Sacudiendo mi cabeza, solté una corta risa y descansé mi frente sobre la suya antes de enderezarme y soltar sus manos. Sus dedos y nudillos cepillaron mi creciente erección mientras ella deshacía cada botón y sacaba mis vaqueros antes de hacer lo mismo con mis calzoncillos. Juro que gruñí en un punto. ¿Cómo era que un simple hecho como ella sacando mis pantalones volvía a mi respiración irregular? Tan pronto como pateé mis vaqueros, estaba agarrándola de la camiseta y dándole la misma tortura que ella me había dado hacía unos segundos. Mis nudillos pasaron por su pequeño estómago, y cuando las yemas de mis dedos rozaron los costados de su sostén, fui recompensado al escuchar su aliento quedar atrapado en su garganta y su cuerpo instantáneamente se cubrió de piel de gallina. Tomó todo de mí no tocarla como mi cuerpo ansiaba, pero estaba feliz de no ser el no ser el único luchando con seguir así mientras bajaba sus shorts y ropa interior de su cuerpo. Sus manos estaban cerradas en puños, y si no hubiera visto sus ojos grises fundirse en plata y sus dientes mordisquear a fondo sus labios, hubiera pensado que estaba apresurando las cosas de nuevo. Alejándome de ella, desvergonzadamente corrí mis ojos por su hermosos cuerpo, y una vez más mi cuerpo se llenó de amor cuando mis ojos vieron mi trabajo en sus labios, y en su estómago donde estaba Osito Gomoso. Ella finalizó su exploración de mí segundos antes de que yo terminara el mío en ella, y me agaché para presionar mis labios en su creciente barriga y en su tatuaje antes de agarrar sus labios con los míos. Ella gimió, y sus manos subieron a mi nuca mientras profundizaba nuestro beso. Levantándome de ella gentilmente, la llevé a la cama y la deposité en el medio antes de gatear encima de ella. Minutos como esos parecían horas — y seguían sin ser suficientes — donde nos la pasábamos tocándonos cada parte de nuestros cuerpos, y nos dábamos calientes besos y usábamos nuestras manos para memorizar el cuerpo del otro. Mientras hacía un rastro de besos con la boca abierta por su cuerpo, ella agarró mis mejillas y me rogó para no hacerla esperar más. Ella agarró mi longitud y la guió hacia donde más la quería, lloriqueando suavemente cuando me aplasté dentro suyo. Tuvo sus ojos cerrados momentáneamente y luego abiertos en un grito de asombro mientras me deslizaba de ida y vuelta. Le hice el amor lentamente, dejando que mis labios pasearan por ella en voz baja antes de hacer mi camino de regreso para adorar su cuello y pecho, y cuando su cuerpo se tensó mientras se acercaba, nos di la vuelta para que ella estuviera encima y yo pudiera bajar su cuerpo para besarla mientras ella continuaba moviéndose sobre mí. Su respiración volvió a aumentar, y ella entrelazó nuestros dedos, manteniendo nuestras manos firmemente contra

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el colchón mientras se sentaba y ponía sus caderas una y otra vez. Apreté mis dientes y quité una de mis manos de las de ella para agarrar su cadera y ayudarla con el movimiento. Gritó cuando llegó, y la seguí. —Chase, ¿dónde está la madre de mi hijo? Giré para ver a Brian y reí. —Probablemente con mi mamá y mi hermana. —Bueno, ¡trae su trasero aquí ahora mismo! Extraño a mi pequeño hombrecito. —Brian, ella estuvo aquí hace sólo unos días atrás. Me miró como si me estuviera perdiendo de algo. —Sí... ¿Y? —Y aparentemente nada. —Solté un bufido y miré de nuevo a la chica en la que estaba trabajando. —¿Lo estás haciendo bien? —¡Uh—huh! —Ella dijo finalmente y dejó salir su aliento rápido. —Si necesitas que tomemos otro descanso, házmelo saber. —Ella ya había tomado uno, y todo lo que estaba haciendo era un nombre. Fácilmente podía terminar esto en diez minutos, quince como mucho. Pero no si a mitad de camino ella decía que necesitaba un descanso, y que necesitaba diez minutos para calmarse. Le había aconsejado que no se haga su primer tatuaje en las costillas, pero la gente hace lo que quiere. —N—no. Es—estoy bien. Infiernos, no. Ella no lo estaba. Bajé mi voz mientras continuaba intentando calmarla. —Casi terminamos. Prometido. Las campanas de la puerta sonaron y miré para ver a una imitadora de Kat Von D entrar por la puerta. ¿Estás buscando que trabajemos en ti? —No. —su voz ronca me dijo con confianza, y se acercó a mi estación. —Soy Trish, y este es mi primer día. Me quedé anonado, pero seguí trabajando. —Soy Chase, es bueno conocerte. Brian está en la parte trasera, en un segundo te podrá mostrar el lugar. —Aparte de Brian, Jeff y yo, teníamos a otro artista, Frankie, pero el tío estaba usualmente tan drogado que no podía trabajar incluso si se presentaba. Jeff finalmente se deshizo de él hace unas pocas semanas, pero no nos hemos estado arreglando bien con sólo tres de nosotros, así que decidió contratar a alguien más mientras que Harper y yo estábamos en Dana Point. Él no había dicho nada sobre que esta nueva persona sea una chica, creo.

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—¡Hola, cariño! —Brian le gritó cuando la vio. —¿Trajiste tus cosas contigo hoy? —Está en camino, lo dejé en el coche de mi chica y ella tuvo que hacer un recado. Estará aquí en un minuto. —Muy bien, pues. Bueno, veo que has conocido a Chase. Chase, esta es nuestra nueva tatuadora. —No era joda. —Déjame mostrarte la tienda y llevarte a tu estación. Gracias a Dios había sacado la aguja de la chica en la que estaba trabajando, porque Trish me tocó el hombro y dijo mientras me sacudía para sacar su mano de mí —Encantada de conocerte, amigo. —Sí, igualmente. —Mierda. ¿Una nueva chica caliente trabajando aquí? Honestamente no me importaba si ella era una modelo; eso no cambiaría el hecho de que a la única persona a la que quería era a Princesa. Pero sabía de nuestras conversaciones que ella todavía no creía que ella era la única a la que quería desde que la conocí. Y yo sólo esperaba que esto no hiciera que sus dudas sobre nuestra relación crecer. Finalicé el pequeño tatuaje, lo cubrí, y la saqué por la puerta entes de que fuera adonde Brian y Trish estaban pasando el rato. Cuando me senté en el escritorio de Brain, la puerta se abrió de nuevo y una chica con aspecto de marimacho mientras que Trish corría hacia ella y la besaba profundamente . Respiré profundo y sonreí para mí mismo. Ella era gay. Gracias. A. Dios. —Eso es sexy. —Brian dijo al lado mío y miré la escena. —Brian, la otra chica se ve más como un hombre que tú. —No te pongas celosos de mi cabello, hermano. Tú sólo deseas poder tenerlo como yo lo tengo. —No te ves como Troy Polamalu. Créeme cuando digo que no—estoy— celoso. Él pateó mi pierna y se quedó en blanco cuando las chicas caminaron hacia nosotros. —Brian, Chase... esta es mi novia, Erin. Erin, estos son algunos de los chicos. Erin estableció las cosas que suponía eran los artefactos de Trish para el trabajo y nos dio un apretón de manos, más o menos. —Ustedes chicos, cuiden a mi chica por mí. —Lo haremos. —La puerta se volvió a abrir cuando entraron una pareja de la mano. Me levanté y empecé a hacer mi camino hacia ellos, volviéndome hacia Erin y Trish mientras pasaba. —Fue bueno conocerte.

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Luego de darle a la pareja unas cuantas carpetas con nuestro trabajo, Brian apareció a mi lado y susurró. —Hombre, ella se ve como Kat Von D. Mierda, es sexy. —Voy a contarle a Riss que estás loco por la nueva chica. —Tío... Riss también creerá que está caliente. Ella aprecia mi gusto en mijeres. Resoplé. —Sí, claro. —Marissa era genial, pero Brian la engañó una vez luego de que se casaron y aunque no me podía imaginar por qué ella se quedaba con su culo mentiroso, ella siempre se metía con él cada vez que él miraba a otra chica. Él estaba aterrorizado de perderla, todos lo sabíamos, así que nunca volvió a tocar a otra mujer de nuevo. Pero él tenía esa filosofía de mirar—pero—no—tocar, y sabía que algún día el problema con Riss volvería a empezar. Nos callamos cuando Erin y Trish pasaron a nuestro lado con sus brazos alrededor de la otra, y cuando llegaron a la puerta, tuvieron un beso— de—despedida muy largo. —Sigue siendo caliente. —Brian susurró y sacudí mi cabeza. —¡Hermano! —Trish me miró y se rió a través de su sonrisa. —¡Eso es! Tengo que conocerla —No lo sé. — Entrecerré mis cejas y aspiré aire a través de mis dientes. —Tú tal vez intentes quedarte con mi chica. Dios sabe que Brian reclamó al bebé como suyo. —¡El bebé es mío! —gritó en voz alta y atrapó el burrito que Jeff le lanzó. Acabábamos de abrir la tienda, y tenía clientes viniendo en menos de una hora, pero aparte de eso, estábamos sin trabajo por ese día. Como era común temprano en la tarde, Trish ya había trabajado por un par de días, y luego de que Brian y Jeff le contaran sobre sus esposas comenzaron a contarle sobre Princesa y yo, y básicamente le contaron toda nuestra historia hasta ahora. Y me refiero a todo. Pero con cuánto todos los demás chicos la querían, Trish estaba desesperada por conocer a la chica que me cambió. —¡Trae a la madre de mi hijo YA! Jeff se tragó el bocado que acababa de meter en su boca antes de agregar —Si Brian consigue este bebé, ¿puede el próximo bebé ser mío? —Tan idiotas. No sé cómo Princesa o sus esposas los soportan, chicos. — Pero saqué mi celular y la llamé, y cuando contestó no pude evitar la gran sonrisa que se extendió en mi cara por oír su vos, y Trish empezó a tomarme el pelo con Brian sobre eso. —Hola Princesa, ¿puedes venir un rato a la tienda?

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—Voy a cenar con Bree en un poco más de una hora, pero puedo ir un ratito. ¿Necesitas que lleve algo conmigo? —Sólo a ti. Brian está enojado porque no has estado al rededor. —No mencioné que estaba dándome una mirada de cachorrito mojado. Rodé mis ojos hacia él y lo empujé cuando intentó sacarme el teléfono. —Y también está la nueva artista, ella ha escuchado un montón de historias sobre ti y quiere conocerte. Se rió suave y cariñosamente. —¡Estuve allí la semana pasada! Estoy saliendo ahora mismo, te veo en unos minutos. Vocalicé a los chicos que ella venía. —Te amo. —Te amo también, Chase. Nunca podré tener suficiente de ese hermoso sonido. Trish y yo estábamos en la estación y estaba contándole cómo llegué a darle a Harper su sobrenombre, cuando mi chica llegó. Dios, ella estaba preciosa. Su estómago estaba poniéndose cada vez más grande, y lo amaba. Desde que pasamos esas noches en el hotel, dormíamos en los brazos del otro cada noche, y yo siempre le subía la remera para pasar mis manos por su redondo vientre. Para ser honesto, era la mejor parte del día. Ella ya estuvo dormida los últimos días cuando llegaba porque estuve trabajando en las noches, pero cuando llegaba ella se despertaba y hablábamos por una hora o así sobre nuestros respectivos días y nos la pasábamos disfrutando del otro cuando no había nadie más cerca. Harper, de repente, dejó de caminar, y una molesta expresión pasó por su cara. Mi ceño se arrugó un momento antes de que desapareciera y llevé mi mano hacia ella. —¡Ven aquí, bebé! —Tan pronto como estuvo lo suficientemente cerca, la atraje a mis brazos y la besé suavemente antes de girarla hacia Trish. —Harper, esta es Trish. Trish, esta es mi hermosa Harper. —Chase. —Jeff me llamó desde atrás mío, y me giré para enfrentarlo. — Un chico acaba de llamar para hacerse un tatuaje en el dedo. ¿Puedes acomodarlo para antes de tu cita ya programada? —Sí, claro, ¿cuándo estará aquí? —Él ya está en su camino, así que en un par de minutos. Hola, Harper. — Le sonrió y la sacó de mis brazos para abrazarla estrechamente. —¿Ven a mi corazón? — Brian gritó mientras caminaba de la parte trasera de la tienda, y reí cuando la abrazó bien fuerte y besó sus mejillas. Sabía que no tenía que preocuparme de Brian y Princesa. Ella lo amaba y a Marissa, pero ella respondía del mismo modo que le respondía a los demás. Además, tan pronto como Brian la soltaba, ella corría hacia mis brazos.

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—¿Dónde has estado? —Brian le preguntó he hizo un mohín miserable. —¿Estás manteniendo a mi hijo lejos de mí de nuevo? —Nunca. —bromeó. —¿Por cuál otra razón estaríamos aquí? —Así está mejor, pequeño BJ. —Uh... —Harper movió su cabeza hacia un costado. —¿BJ? —Sí, Brian Jr., así es como lo llamaremos a partir de ahora. Maldito infierno. Harper, Jeff y yo rompimos en carcajadas. —¿Le preguntaste a Marissa? Estoy bastante seguro de que no quiere otro Brian al que cuidar. —bromeé mientras atraía a Harper a mis brazos y presionaba mis labios en su cuello, mis manos pasando a través de su vientre. Mía. Brian y Jeff empezaron a discutir sobre quién tendría a nuestro próximo hijo, y amé cómo Harper interactuaba con mis amigos. Ella estaba tan relajada con estos chicos, y para ser honesto, estuve preocupado sobre ello. Sabía que ella amaba mi trabajo, pero amar lo que hago y estar bien con los chicos con los que trabajo son dos cosas completamente distintas. Así que al tener todo instantáneamente aceptándonos fue un gran alivio. El que había llamado entró en la tienda y le di un último beso a Harper antes de ir y hablar con él. El tatuaje era simple y no tomaría nada de tiempo; él sólo quería las iniciales de su mujer en el dedo anular. Giré para ver a Princesa hablando con Trish y sonreí para mí mismo, sabiendo que ella ya estaba tatuada en mí. Quería decirle, pero era como si nunca tuviera el momento oportuno para hacerle saber, y aunque ella ya sabía que la había amado todo este tiempo, no sabía cómo reaccionaría cuando se lo contara. Luego de darle al tío que llamó un libro con los diferentes diseños, volví con las chicas y Trish medio sonrió hacia mí. —Hola hombre, ¡gran chica la que tienes ahí! —Sí, ¿no es así? ¿Vas a quedarte y ver, cariño? Harper se volvió y después de darme una breve mirada, bajó la vista al suelo. —No. Necesito ir a ver a Bree. Te veré en casa. —De acuerdo, déjame llevarte a la salida. —Tan pronto como salimos, la atraje a mis brazos de nuevo. —Gracias por venir, te he extrañado. Asintiendo con la cabeza dos veces, comenzó a buscar en su bolso. ¿Qué demonios? —¿Estás bien? —No realmente. No. —Ella suspiró profundamente y finalmente me miró. —No me gusta Trish. —¿Qué? Pero Trish es genial. —Juro que si ella y su novia deberían cambiar lugares, y ella actuara como un Brian, y no se viera como una

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Chica Suicida, yo podría jurar que ella era un chico. —¿Por qué no te gusta? —Puede ser el hecho de que ella se rehusó a saludarme, o que al final ella me dijo que "cuidaría muy bien de ti" cuando yo no esté al rededor. Me reí y apreté mis brazos a su alrededor más fuerte. Esta era una de las cosas que amaba de Harper. Ella no se enojaba y no decía nada como otras chicas. Si estaba molesta, te lo decía. Y mientras que no me gustara que estuviera incómoda, no voy a mentir. Me encantaba que estuviera celosa. —Aw, Princesa, ella sólo estaba jugando contigo. No tienes que preocuparte por nada. Ella es lesbiana. —Te lo digo, no lo es. —Sí, lo es. Ella me lo dijo ayer, —De acuerdo, Chase. De veras que tengo que irme. Te amo. Te veo cuando llegues a casa. Besando sus suaves labios, me aparté un poco para encontrar su mirada. Ella todavía se veía preocupada cuando levanté una mano para acunar su mejilla. —Levanta el ánimo, cariño. También te amo. La vi alejarse y regresé a la tienda. Capturé la mirada del hombre, y me lo llevé a mi estacón, donde Trish seguía sentada. —Hermano. —Ella sonrió y sacudió la cabeza hacia la puerta. —Tu chica está definitivamente enamorada de ti. Las comisuras de mi boca se levantaron. El sentimiento era mutuo. —Soy un hombre afortunado. —Yo sólo digo, incluso embarazada, está buenísima. Brian, Jeff y el otro hombre gruñeron sus acuerdos, y los fulminé con la mirada antes de volver mi atención a Trish. —Tú ya tienes tu chica, así que mantente alejada de la mía. Ella se encogió de hombros y saltó de mi escritorio para ir a ayudar a otras personas que entraron y llamé al hombre que había estado para tatuarse las iniciales de su esposa. —Vamos a hacer esto.

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Capítulo 13 Traducido por Bety Corregido por Ana♥

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irando de mi celular VIBRANDO de mi bolsillo, comprobé los

mensajes y vi que había un texto de Trish. Reprimí un gemido y en silencio ore, mierda no estaba golpeando el ventilador en la tienda. Esta fue mi primera noche libre desde que princesa y yo habíamos solo habíamos ido de la cama—y—desayuno hace más de una semana. Y yo quería nada más que terminar con mi familia y llevarla a la cama. Trish: Hola amigo. . . gf está trabajando esta noche en el cementerio. ¿Quieres venir para cenar cuando termine? —¿Es una broma? Por supuesto que sí! Esa señora es hilarante, no había manera de que no le diéramos dinero. — Levantándose de la mesa, Breanna comenzó mostrándonos un baile que esta dama sin hogar había estado haciendo antes, cuando ella había salido con Konrad. Me reí y aproveche para enviar un texto rápido de vuelta a Trish. Chase: No puedo, lo siento. Estoy pasando tiempo con la Princesa —Chase, debes ir a buscar a esa mujer, — dijo papá en una carcajada. — Ella probablemente le enseñe a bailar por unos pocos dólares. — Solté un bufido. —Por lo menos yo no me veo como un pez moribundo cuando bailo.— Lo miré de manera significativa, y él se echó a reír al mismo tiempo, Harper se quedó sin aliento y se apoderó de mi brazo. —¿Estás bien? Me volví para mirarla, y ella estaba mirando hacia abajo, mire hacia su línea de visión, y no podía ver nada malo, mire a mis padres que estaban simplemente tan confundidos como yo. —Di algo, Chase. ¿Qué demonios? Me incliné hacia ella, tratando de mirarla a los ojos

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— Cariño, ¿qué está mal? Harper se echó a reír y me miró con rapidez antes de mirar hacia abajo otra vez — ¡Él está pateando! Él patea cada vez que hablas! Oh, Dios mío. Me puse de rodillas en el suelo, y me abrí paso entre las piernas de Harper, mientras mis manos cubrían su redondeado estómago. Mi corazón latía fuerte, y tuve que tomar dos respiraciones profundas antes de inclinarme cerca, mi nariz casi tocando su vientre. — ¿Estas pateando a mamá? — Mantuve mi voz, y dije lentamente — Vamos, osito gomoso, papá quiere sentir una patada, también. Te quiero mucho… — Un empujoncito golpeó mi mano y dispare mi cabeza atrás para mirar a mi princesa. — ¡Oh, Dios mío! — Lleve la cabeza hacia atrás a su vientre y te juro que me enamore de nuestro hijo aún más mientras yo seguía hablando con él. Cada vez, yo era recompensado con un empujón suave, y no podía dejar de reír en voz temblorosa de lo increíble que era. Mamá, papá, y Breanna todos se turnaron para sentir las patadas de GB, a la vez que hablaba en voz baja para él. Una vez que Bree se lo hizo, volví a arrodillarme delante de Harper, pero yo no lo sentí patear de nuevo. —Creo que él se dio la vuelta — susurró Harper, y me puse de pie, tirando de ella conmigo para capturar sus labios con los míos. — Eso fue increíble! — Ella se rió contra mi boca, y me sonrió. —Mis pensamientos exactamente — Sin mirar atrás a mi familia, le agarre la mano y comencé a llevarla hacia las escaleras. — Buenas noches a todos — Harper se rió y se volvió para saludar. —¡Buenas noches! Todos ellos dijeron buenas noches, pero no me detuve para nada. Tan pronto como estábamos en mi habitación, cerré la puerta con llave antes de empujar a Harper en contra de ella. — Nena… — Gruñí contra su boca, y ella se alejó, pasando su pulgar sobre mis labios. — Lo sé, Chase. Yo también te quiero, mucho. — Eso fue increíble. Gracias, Harper. Gracias por nuestro hijo, gracias por amarme

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— Siempre — susurró, y lleve su boca de nuevo a la mía, nuestros labios se movían uno contra el otro lentamente. Levantando su camisa sobre su cabeza, la tire al lado de nosotros y de inmediato fui por el sujetador. Sus manos comenzaron a desvestirme mientras le sacaba los pantalones de entrenamiento ajustados. Ella acababa de desabrochar el botón de mis pantalones y estaba yendo por mi bragueta cuando le quité las manos y nos di la vuelta, ella quedo de espaldas a la cama. Después de recostarnos, hice una ruta con mis labios a su oreja. — Déjame amarte esta noche, princesa. Sin esperar una respuesta, la bese y chupe todo el camino por su cuerpo, levantando sus piernas y dejando sus pies se plantados en la cama, y sus rodillas dobladas. Pasando los dedos a lo largo de sus pliegues húmedos, ella contuvo el aire y susurró mi nombre. Escuchar a Harper decir mi nombre de esa manera—al ver la forma en que su cabeza cae hacia atrás y su cuerpo se arquea de la cama cuando le paso la lengua por su calor, y el sentir como su cuerpo se tensa y se estremece a mi alrededor mientras se acercaba— era la perfección para mí. Y esa perfección era mía. — Vamos, osito gomoso, tienes que despertar para mí, patea para papá, amigo. Harper se rió en voz baja, y sus manos entraron en mi pelo. — Te lo estoy diciendo, cariño, está dormido. No va a despertar — Se despertará para papá, ¿no? tú no quieres que me vaya a la fiesta, tú quieres patear la mierda de la barriga de mamá mientras hablo contigo, ¿verdad? Todavía nada. Suspiré y moví mi nariz hacia atrás y adelante a través del estómago de Harper. La graduación fue el domingo, por lo que los chicos de mi casa estaban lanzando una última fiesta el viernes por la noche. . . y yo no quería ir. Empecé a trabajar mucho antes, cuando Harper y Brandon estaban saliendo, así que ni siquiera había estado en una fiesta en quién sabe cuánto tiempo, y simplemente no me interesaba. Además, mi princesa no iba, así que si no iba, definitivamente no queria ir. Ella me había estado presionando en la puerta, diciendo que necesitaba un buen fin de semana con mis amigos, y, en un último intento, le dije que si podía conseguir que GB pateara para mí, yo no tenía que ir. Sin embargo, cinco

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minutos de hablar con su hinchado estómago, y él no se había vuelto. Harper tiró de mi pelo con suavidad, y de mala gana me levante. — Ve a la fiesta, Chase. Diviértete. Me quejé, pero tome su mejillas y la besé profundamente. — Volveré más tarde esta noche. — Simplemente diviértete. Nos vemos mañana Sacudiendo la cabeza, besé su frente y abrí mi camioneta. — Te necesito en mis brazos cuando me duerma esta noche, princesa. te mandaré un mensaje cuando este en camino de vuelta aquí — Haciendo caso omiso de la necesidad de dar vuelta a mi camioneta para ir a estar con ella, pensé que al menos podía agarrar el anillo de compromiso que había comprado la semana pasada. Tenía todo lo previsto para proponérselo después de la graduación el domingo, y se sentía como que los siguientes día y medio la arrastraría. Mi princesa siempre decía que no necesitaba estar casada sólo porque estaba embarazada. Pero lo que ella no estaba recibiendo es que yo no podía esperar para casarme con ella. Yo quería estar con ella para siempre, y no veo la necesidad de esperar a empezar mi vida con ella. Acababa de mostrárselo a Sarah y Brad, antes de guardarlo en mi escritorio y bloquear mi habitación de nuevo cuando mi teléfono empezó a repicar. Trish. Suspire y abrí los textos. Casi todas las noches durante las últimas dos semanas, había tratado de que fuera a pasar el rato en su apartamento ya sea después del trabajo o durante la noche cuando no estaba en el trabajo. Él dijo que su novia siempre estaba trabajando turnos de noche, y Trish era agradable y todo, pero yo sabía que Harper no podía soportarla, así que yo seguí diciendo que no. Uno pensaría que después de dos semanas ella conseguiría la indirecta. Al parecer no. Trish: deberías hacerme compañía. Te voy a hacer la cena Chase: No puedo. Lo siento Trish: ¿vas a hacer que me pase otra noche sola? Chase: ¿Dónde está tu novia? Turno de nuevo? Trish:. . . sí

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Ckase: Lo siento amigo. Tengo una fiesta en mi casa. Nos vemos el lunes Empujando mi teléfono en el bolsillo, hice mi camino a través de la casa hacia la cocina. Drew y una chica que nunca había visto estaban haciendo disparos, me agarre una botella de agua de la nevera, trabajando duro para no mover la cabeza en todo lo que ocurría en la casa. No podía recordar lo que había encontrado entretenido en esto. Pero yo ya estaba contando los minutos hasta poder volver a casa de mis padres. Ya había estado aquí durante casi cinco horas, y pensé que si le daba otra hora, mi princesa no pensaría que la había extrañado porque ella no estaba aquí. Brandon pasó junto a mí para tomar una cerveza de la nevera, y me tense cuando se volvió y salto sobre el mostrador junto a mí. No habíamos hablado en casi un mes, pero cuando el no trato de pegarme de inmediato, empecé a relajarme un poco — ¿Qué está pasando? — No mucho — dijo con voz ronca, y bebió un largo trago. — Creo que voy a esconderme en mi habitación pronto. Esto no es tan divertido como lo que solía ser — De acuerdo. Voy a ir adonde mis padres en un momento. ¿Vas a volver a Arizona, tan pronto como el año haya terminado? — Nah. Mamá compró una casa en Carlsbad, ella y Jeremy van a mudarse dentro de una semana — Eh. — Mis cejas se alzaron. — Eso es bueno, entonces. Él asintió con la cabeza, y volvimos a caer en un silencio incómodo. Tiempo después empezó a decir algo antes de detenerse a sí mismo. Y justo cuando estaba a punto de decirle que lo escupa, preguntó con voz temblorosa: — ¿Cómo es uh—¿Cómo están Harper y el bebé? Mi pecho se tensó, y la culpa me carcomía. Cada vez que pensaba en ellos, no podía dejar de sonreír, era un hecho ya que Brian, Jeff, y Trish me bromeaban acerca de ello. Pero con Brandon, acabo de tener la necesidad de pedir disculpas. — Están muy bien. Mira hombre, yo… — No te disculpes. — Apuró su cerveza y saltó el mostrador, girando ligeramente para mirarme. — Odio lo que hiciste. Para ser honesto, no creo que yo pueda llegar a superarlo, pero yo. . . — Se detuvo y respiró

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hondo antes de mirarme a los ojos. — Yo te perdono. Yo sé que la amas, y también sé que ella nos amaba a los dos. Todo lo que quiero es que sea feliz. Y si ella es feliz contigo, entonces eso es todo lo que necesito. Lo miré fijamente durante mucho tiempo, tratando de averiguar exactamente qué decir. Pero nada parecía bien. Cuando él comenzó a alejarse, grité: — ¡Gracias, hermano!. Eso significa mucho Con una inclinación de cabeza dura, se volvió y se dirigió hacia la sala de su habitación. Yo todavía estaba allí sentado atónito cuando alguien golpeó suavemente el brazo. Mirando a mi derecha, vi a Trish, y moví mi cabeza hacia atrás, — Hey, amigo — Genial ¿qué hago aquí? No tenía ganas de estar sola, mientras que Erin había desaparecido esta noche. — Sí, claro. Las fiestas son siempre abiertos a cualquier persona. Ella miró a su alrededor antes de preguntar: — ¿Dónde está Harper? — Donde mis padres. Ella no cree que debería estar aquí, ya que está embarazada. Lo siento, sé que acabas de llegar, pero quiero volver con ella, así que me voy a ir en una hora más o menos. ¿Puedo invitarte un trago, sin embargo? — No, estoy bien. ¿Puedo tener un sorbo de su agua? Me di la vuelta sin decir palabra y me volví cuando aplausos y gritos provenían del comedor. Keg está. ¿En serio? ¿No pueden hacer esa mierda afuera? Trish me dio mi agua de nuevo, y tomé un largo trago. — Así que bueno…— ella dio un codazo a mi brazo—…Yo quería otro tat. ¿Vas a hacerlo tú también? — Claro, claro. ¿Qué quieres? — Algunas letras de una canción, justo debajo de mi seno izquierdo — Aw infierno. Harper va a flipar. — Uh, está bien. Ya veremos. — Vacié mi agua y le mostré la botella vacía. — Voy a conseguir otra, ¿seguro que no quieres uno? — Miró la botella vacía, y sus ojos brillaron hacia mí. — Sí, claro, supongo que estoy más sedienta de lo que pensaba — Tu zorra! Está teniendo un bebé! Trate de abrir los ojos, pero los párpados me pesaban. Demasiado pesado. Y mi cabeza golpeando como si tuviera una resaca. ¿Qué demonios? Yo ni siquiera bebí anoche. ¿He? — ¿Podrías darnos un tiempo a solas? — Una voz ronca, femenina preguntó. — ¡Fuera de la cama! Konrad, déjame ir, voy a matarla! Chase, idiota, despierta de una puta vez!

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¿Qué mierda? Sentí que algo se aprieta alrededor de mi cintura. Harper? Aun tratando de obligarme a abrir los ojos, me di la vuelta y apenas había abierto un poco cuando la vi. No era Harper. Mierda. Mis ojos se abrieron, y me aleje de Trish, mi cabeza golpeando en señal de protesta, y me agarré antes de que Bree empezara a gritar de nuevo. — ¿Qué diablos está pasando? — Grité, y forcé mis ojos a abrirse de nuevo para mirar a mí alrededor. Yo estaba en mi cama, en mi casa. Konrad me miró como si quisiera matarme mientras sostenía una Breanna tronzado a su pecho. — Chase, haz que se vallan por favor.— Trish gimió y envolvió un brazo alrededor de mi cintura, y me aparté. — ¿Qué demonios estás haciendo en mi cama? — Miré a mí alrededor salvajemente. — ¿Dónde está Harper? Oh, Dios mío, ¿qué demonios ha pasado? — Gemí y me agarre de nuevo la cabeza luchando para salir de debajo de la colcha y de la cama. Tropecé sobre el edredón y aterrice en el suelo, y cuando miré hacia abajo, vi que estaba solo en mis boxers. Echando un vistazo como Trish salió corriendo de la cama y se acercó a mí, vi que llevaba puesta mi camisa favorita y la ropa interior. Nada más. Oh Dios, no. No, no, no. — Cariño, ¿estás bien? — Preguntó Trish mientras ella se puso en cuclillas delante de mí. Extendió la mano hacia mí, y me aleje — Mierda, Trish! ¿Qué haces en mi cama? ¿Por qué llevas mi camisa? — Te voy a matar, puta! — Bree chilló y se sacudió con más fuerza contra Konrad. Sentía como estaba dividido el cráneo y gruñí mientras trataba de mantenerlo unido, para de alguna manera detener el dolor. — Harper, oh Dios, Harper. ¿Qué ha pasado? ¿Qué hice? Traté de recordar que iba a la cama con Trish. . . Traté de recordar ir a la cama. No puedo recordar nada más allá, otro dolor punzante me pasó por la cabeza cuando trate de pararme,— Mierda, no puedo recordar el último recuerdo sólido de anoche! — Chase — Trish se acercó a mí cuando me encontré en mi escritorio, y de nuevo la aleje manteniendo la distancia.

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— No. Me toques. — La miré, y mi respiración se hizo más áspera. ¿Cómo podría yo haber hecho algo como esto a mi princesa? — ¿Que mierda. Pasó? — Cuando no respondió de inmediato, le grite — ¿Por qué diablos estabas en mi cama? — ¿Cómo puedes hacerme esto, Chase? Vas a fingir que no significo nada para ti simplemente ¿porque tu hermana nos gritó? Me volví para ver a mi hermana llorando; las ventanas de la nariz de Konrad se ensancharon, mientras la sostenía con fuerza y continuaron disparando dagas en mi camino — ¡Perra! — Gritó Breanna, y se limpió con enojo sus ojos cuando volvió a mirar Trish. — Dile la verdad! Dile! Mis ojos se abrieron, y se volvieron a Trish mientras seguía sosteniendo la cabeza y tratando de mantener constante la respiración, así no vomitaría en todas partes. — ¿Qué, Trish? ¿Qué es la verdad?

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Ella sacudió la cabeza y se encogió de hombros. — Tu hermana es psicótica. No sé de lo que está hablando. Antes de que pudiera decir nada sobre eso, Konrad se me adelantó: — ¡Maldita puta! Di una palabra más sobre ella, y te juro por Dios, que me olvidaré de todos mis puntos de vista en golpear a una mujer. Dile que Harper estaba aquí! Que ella es la que los encontró a los dos! Caí de rodillas y empecé a respirar agitado. Oh Dios. Harper estaba aquí. Ella era la que nos encontró. Oh, Dios mío, ¿qué he hecho? — Cuanto antes esa pequeña zorra se enteró, mejor. Ella estaba arruinando la vida de Chase! — ¡Fuera! — Grité entre arcadas. — ¡Fuera de mi casa! — Chase… — Trish empezó de nuevo, pero la corte. — ¡Fuera! Después de un minuto, la puerta de mi habitación estaba cerrada, y el único sonido eran los sollozos de Bree y sus palabras repetitivas. — ¿Cómo pudiste, Chase? — No lo podía tener. Yo no le haría esto a Harper.

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— ¿Dónde está Harper? — Gemí mientras tembloroso me puse de pie y comencé a agarrar en mi ropa desechada. — Breanna, por favor, ¿dónde está Harper? — Se fue con Brandon. Todo el aire abandonó mis pulmones por las palabras de Konrad, y me tropecé tratando de entrar en mis pantalones cortos. Poco a poco, levanté mi cabeza hasta que los estaba mirando a ellos. — Q…¿qué? — Ella estaba llorando e iba a salir, por lo que Brandon se la llevó lejos de aquí. Y debes estar malditamente agradecido por ello. Quiero sacar la mierda de ti en este momento, pero Brandon parecía que estaba dispuesto a matar — Chase — lloro Bree. — ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Cómo pudiste hacerle esto a ella? Pensé que tú la amabas Me vestí y busqué mi teléfono. Tan pronto como lo encontré, traté de llamar Harper dos veces, pero fue directamente al correo de voz. — Yo no lo haría — respondí finalmente. — Bree, no lo haría. La amo, y yo nunca le haría algo como esto a ella. — ¿Entonces por qué… — No lo sé, Breanna! No recuerdo nada después de la nada después de … maldición! no me acuerdo de lo que pasó anoche!. Ni siquiera recuerdo haber bebido.— intente con el celular de Harper de nuevo dando unas palmaditas en los bolsillos hasta encontrar mis llaves. — Dices que Brandon se la llevó? ¿Él se la llevo a casa? — Konrad negó con la cabeza. — Harper dijo que no podía hacerle frente a tus padres. No sé a dónde iban — Tengo que ir a buscarla — Chase — dijo Konrad más o menos, cuando llegué a mi puerta. – No le hagas esto a ella. No le mientas. Si la amas, dejarla ir. no finjas que no ha pasado nada — ¡Yo no le haría eso a ella! — Con eso, salí de la habitación y de la casa. Tan pronto como ya estaba conduciendo, traté con Harper por última vez antes de llamar a Brandon. — Te lo advertí — gruñó en modo de saludo. — Por favor, dime que está ahí

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— Yo la tengo, pero ella necesita este tiempo para sí misma. Ella no está en el auto conmigo. — ¿Dónde estás? Tengo que hablar con ella! — Como he dicho — su voz bajó — ella necesita estar sola. Déjala en paz — Brandon… — Joder, te lo advertí! – Rompí en un sollozo, y me detuve en un estacionamiento cercano, me tire mi camioneta en el estacionamiento, y encorvado en mí mismo. — No sé lo que pasó… — ¡Tonterías! Le dijiste a Harper que te encontrara en la casa esta mañana, y luego esta chica viene saliendo? Jesús, Chase! Deberías haber visto a Harper cuando ella corrió a tu habitación y te vio. Sólo la aplastaste. 180 — Le dije.. qué? No, me desperté con los gritos de Bree! — No la mereces. Todo este tiempo, y has estado jugando. Para qué, Chase? Haz hecho nuestras vida miserable, la tenías, y ahora, lanzas todo lejos? — No, ¡no! No me acuerdo de anoche en absoluto. Brandon se mantuvo en silencio por un largo tiempo. — Te dije que la cuidaras. Que los cuidaras. — ¡Lo hago! Yo…Sinceramente, no recuerdo de anoche en absoluto! ¿Me has visto con ella? ¿Con Trish? — Me fui a dormir después de que tú y yo hablamos. — ¿Hablamos? — Busqué en mi aún palpitante cerebro. Pero nada. — Chase, ¡no te hagas el tonto! — ¡No me acuerdo de nada! — Grité y agarre el pelo con la mano que no sostenía el teléfono.

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— Te dije que mi mamá y Jeremy se mudaban aquí. hablado de ti y Harper! Jesús — dijo entre dientes. — ¿Por qué estoy incluso de acuerdo con esto? Me tomó unos minutos antes de que algo empezara a venir a mí, pero luego parpadearon imágenes por mi mente. — Tú nos perdonaste — le susurré. — Hasta hace aproximadamente una hora los perdoné a los dos. ¿Ahora? Te lo juro, Chase, si te veo en cualquier momento pronto… — Vas a sacar la mierda de mí, lo sé. Hermano, yo no le haría eso a ella. — Guárdatelo. No quiero oírlo. La quebraste. — Después de unos minutos en silencio, susurró, — Ella se merece algo mucho mejor que tú. Quería defenderme de nuevo, ¿pero cuál era el punto? Me había despertado con Trish. Negué con la cabeza, sin entender nada. Ella es gay, ella tiene una novia! Y qué diablos pasó anoche? 181 — Sé que lo merece — admití suavemente. — Durante un tiempo, pensé que te odiaba por llevártela. Ella era feliz contigo, incluso, por lo que no podía. Pero ahora, lo único que se me ocurre es destruirte por hacerle daño. Una vez más. Las lágrimas cayeron en silencio. La había destruido. Nos destruí. Y la empuje directo de vuelta en los brazos de Brandon. Él nunca le habría hecho daño, todo lo que hacía era cuidar de ella. — Por favor. . . por favor traerla de vuelta a mí. — Brandon suspiró profundamente. — Cuando esté lista para verte, lo haré. — Mantenla a salvo. — Siempre. Terminé la llamada y cerré los ojos mientras las lágrimas seguían cayendo. ¿Qué demonios he hecho? en el momento en que llegué a casa de mis padres, Harper todavía no estaba allí, y yo todavía no podía recordar todo lo de anoche. Me acordé de Zach ligando con Trish cuando regresé con botellas de agua fresca, hasta que ella lo despidió diciendo que estaba feliz con su novia. No es que él la había dejado ir tan fácilmente, pero

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cuando caminaba desde donde Trish estaba apoyado en contra de la isla y yo sentado en el mostrador a un par de metros de distancia, todo empezó a desdibujarse. Recordé vagamente una lucha de última hora en el salón de mi casa, y Derek y Brad corriendo hacia la lucha. Pero no recuerdo a ellos terminándola, y ninguna cosa después. Al entrar en la sala, encontré a Konrad y Bree en el sofá frente donde mi mamá y mi papá estaban sentados. Bree y mamá estaban llorando, y todos ellos parecían como si quisieran golpear mi culo. Conocía el sentimiento.

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Capítulo 14 Traducido por ♪Abru♪ Coregido por Ana♥

— ¿H

arper?— Bree gritó, y corrió a la puerta de entrada.

Todo el aire salió de mi cuerpo, y luché por tomar aliento. Habían pasado nueve horas desde que colgué a Brandon, aunque Bree le había estado enviando mensajes de texto la mayoría del día. Estaba aterrorizada de que Harper no viniera. Pero ella murió; ella volvería. Gracias a Dios. La bilis subió por mi garganta y la obligué a bajar mientras destellos de despertar junto a Trish volaron a través de mi mente. 183

Maldita sea. Escuché a Harper y Bree haciendo su camino a la sala de estar y, de alguna manera, levanté la cabeza para mirar mi mundo — y lo que vi me hizo querer morir. Sus ojos estaban rojos, sus mejillas manchadas, y ella se veía como si alguien le hubiera sacado el corazón. Yo. Yo hice eso. Yo fui quien puso esa expresión en su cara. Empecé a pararme, pero Papá me empujó de nuevo sentándome, y no pude evitar luchar contra él. Me sentí como si alguien me hubiera disparado en el pecho, y con el dolor atravesando mi cuerpo, no sabía cómo estaba vivo — por no hablar de respirando. Miré como Harper abrazaba a Mamá estrechamente por unos minutos, y yo quería gritarles a todos que se fueran. Yo quería ser el único que la abrazara. Necesitaba ser el que la abrazara. Sus ojos me miraron rápido cuando los otros empezaron a irse de la habitación, y en el segundo en el que todos se fueron, sentí mi dolor mezclarse con el de ella. ¿Qué he hecho? —Bebé... —No. Me. Llames. Así. —Sus ojos se entrecerraron mientras ella decía esas palabras con la mandíbula cerrada. —Harper, por favor, arruiné todo. —Me derrumbé, sin importar que las lágrimas cayeran por mi rostro. No tenía sentido intentar pararlas ahora. —

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No recuerdo nada, tienes que creerme que no te haría esto. —Mi voz se quebró de nuevo, y forcé al bulto a retroceder. La he herido tantas veces, pero todo eso fue para salvarla de mí. No ahora, sin embargo — no esta vez. No le haría eso a mi Princesa. —¿Por qué ella, Chase? ¡La única persona a la que odio! ¿Cómo pudiste hacerme esto? ¿Cómo pudiste hacerle esto a tu bebé? Retrocedí como si ella me hubiera abofeteado. —No lo hice. Me refiero — no lo sé. ¡No recuerdo nada! —Dios, ¿por qué no podía recordar el resto de la noche? —Estaba en la fiesta y la siguiente cosa que recuerdo es a mí despertando a Breanna y Konrad gritándome, y Trish estaba en la cama conmigo. Pero juro que no la toqué, yo nunca tocaría a nadie. ¡Te amo! — ¿Es que ella no lo veía? Después de todo este tiempo, ¿no podía Harper ver cuánto la amaba y todo lo que haría por ella? Una de las cejas de Harper se elevó, e incluso con la expresión de dolor en su rostro, distinguí disgusto en su mirada. —¿En serio esperas que yo crea eso? Tú sabes cómo me siento sobre ella, Chase, y entonces ¿tú la invitas a la fiesta que resulta que yo no fui invitada? Todo el mundo piensa que viniste a mí ayer por la noche, y sin embargo ¿ella sale de tu cuarto esta mañana usando tu camiseta, mientras que tú estás prácticamente desnudo en la cama? Dios, yo nunca tocaría a esa mujer — a ninguna mujer — pero especialmente no a Trish. —Yo no la invité, ella me invitó a su casa de nuevo, y yo le dije que no con la excusa de la fiesta. No sabía que ella iba a ir. —¿Por qué tenías que poner a la fiesta como excusa? ¿No soy yo suficiente excusa? ¡Deberías haberle dicho hace mucho tiempo que necesitaba parar, que tú estás en una relación y pronto serás padre, y que su flirteo contigo no está bien! En su lugar, dejaste que ella continuara coqueteando contigo e invitándote a su casa en el medio de la noche. Cuando yo estaba cerca, ella estaba colgada de tu brazo, y ¿tú crees que no voy a pensar que duermes con ella cuando no estoy cerca? —¡Yo pensaba que ella era lesbiana! Pero no dormiría con ella, bebé, ¡tienes que creerme! —¿Todavía sigue con eso? —Ella me miró expectante como si esperara otra respuesta, y se burló cuando no la consiguió. —Eso es exactamente por qué no confío en ti — no puedes contarme la verdad incluso cuando sabes que vi las fotos.

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Mi cuerpo se congeló. Fotos. ¿Había fotos? —¿Qué fotos? —Ella no contestó, sólo continuó sentada en la silla mirándome. Mi cuerpo salió disparado del sofá, y estaba gritando antes de que pudiera detenerme. — ¿Qué fotos, Harper? —Vamos, Chase, fueron tomadas y enviadas a mí desde tu teléfono. Luché para sacar mi teléfono de mi bolsillo y empecé a desplazarme por mis imágenes, y miré los mensajes de Harper cuando no vi nada nuevo. Todo lo que podía ver era lo que le había enviado esta mañana, luego de despertarme, y cosas normales antes de eso. —No veo nada. Princesa suspiró y empezó a mensajear con su celular, y juro que dejé de respirar mientras esperaba a que ella hiciera lo que sea que estaba haciendo. Su teléfono sonó repetidamente, y una vez que paró, su temblorosa mano me lo entregó. Yo no quería ver lo que había en ese teléfono... No quería, pero lo hice. Me adelanté para agarrarlo y desplacé hacia atrás y adelante las dos imágenes para asegurarme de que no estaba imaginando cosas. Mi estómago estaba apretado, y creí que iba a vomitar ahí mismo. Jadeé por aire, y mis piernas no me soportaron; el dolor de caer fue bienvenido mientras la peor de mis pesadillas se hacía realidad. —Oh Dios. No, no yo no haría eso. —Bueno, tú obviamente lo hiciste. ¡No podría! —Yo no lo recuerdo, ¡pero no te haría esto! ¡Tú sabes que te amo! —Tal vez sólo estabas así de borracho. ¿Borracho? Ella sabía mejor que nadie que no he tomado desde finales de agosto. —Yo no tomé anoche, ¡lo juro! ¡Pregúntale a Bree! —Chase. —Su voz salió suave y tan calmada que rompió aun más mi corazón —sólo, deja de mentirme. —¡No estoy mintiéndote! —Me moví más cerca suyo y puse mis manos en sus muslos, lo que hizo que ella no los agarrara fuerte. —¡Por favor, créeme! Ella sacó mis manos de ella, lo que se sintió como otro disparo en mi pecho. —Chase, si tú aun quieres estar en la vida del bebé, me encantaría. Pero no puedo continuar en esta relación. Además, ambos sabíamos que esto estaba condenado al fracaso desde el inicio. No, no, no. —¡No, no lo estaba!

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—No puedo confiar en ti, Chase. Especialmente después de esto. —Harper. Nosotros. No. Estamos. Rompiendo. ¡Iba a proponértelo luego de la graduación mañana! Ella me miró con una expresión de dolor. —Lo necesitamos. Tú obviamente quieres vivir tu vida anterior, y yo no puedo estar preocupándome sobre qué estás haciendo cuando no estoy ahí. ¡Y un mierda que lo hago! —¡No quiero mi antigua vida! ¡No quiero nada sin ti! Tú eres mi todo, Harper. Tú y nuestro bebé lo son todo para mí. —Ella estaba dejándome, mi mundo, mi corazón — estaba dejándome. Sollozos salieron de mi pecho, y mi cabeza calló mientras mi cuerpo se sacudía violentamente. —Tal vez en algún otro momento, luego de que tengas la oportunidad de pensar en lo que realmente quieres, nosotros podamos intentarlo de nuevo. Mis manos se apretaron en su camiseta, en un patético intento de mantenerla conmigo. —Princesa, por favor, por favor no hagas esto. No puedo perderte. —No tienes que hacerlo, —susurró —podemos seguir siendo amigos, puedes ir a todas las citas del médico, y yo continuaré viviendo aquí si eso es lo que quieres. Pero, Chase, tú acabas de destrozar mi corazón por lo que seguro fue una sola noche con Trish. Por esa razón, no puedo estar contigo ahora. No puedo ser la ingenua novia en casa con el bebé mientras tú estás con otra mujer. —No la habrá, sólo te quiero a ti. —Dios, si yo tuviera algún desinteresado hueso en mi cuerpo, yo la dejaría ir que alguien más le dé la vida que se merece. Ella necesitaba a alguien como Brandon, alguien que la cuidara incluso luego de que lo arruináramos. No yo. Incluso sin quererlo, todo lo que hago es lastimarla. Ella merecía mucho más que yo, pero mierda, no podía perderla. —Va a tomarme un montón de tiempo creer en ti otra vez, Chase, pero estoy dispuesta a darte la oportunidad de ganar mi confianza de nuevo. Sin embargo, vamos a empezar otra vez como amigos. —¡No quiero ser tu amigo, Harper! —Es eso o nada, Chase.

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—Cariño, lo siento tanto. Lo prometo, no te haría eso, no recuerdo nada de la noche anterior. —Incluso con esas imágenes, yo apenas podía recordar algo luego de que Trish apareciera. —Te lo dije, te daré una oportunidad si la quieres. Pero necesitaré algunos días antes de que intentemos ser amigos. Realmente — estoy sufriendo, Chase, siento como que tú sólo confirmaste todo miedo que yo alguna vez he tenido en esta relación. Y todavía no estoy segura de cómo empezar a tratar con esto. Estaba en guerra conmigo mismo — una parte de mí gritaba que la dejara ir para que sea feliz, la otra estaba muriendo con el pensamiento de no tenerla para mí mismo. Ahuequé sus mejillas y la besé profundo. — Llegaré al fondo de lo que pasó. Te amo, Harper, más de lo que puedes imaginarte. —Capturé sus labios otra vez y recé para que este no sea el último beso que compartiéramos. System of a Down sonó a todo volumen en mi teléfono, y lo ignoré sabiendo que era alguien del trabajo. Cuando vi parte del nombre, tomé la llamada, me paré y fui a la cocina mientras gritaba en el teléfono. — ¿Qué demonios me hiciste? ¿Acaso tienes una idea de lo que has hecho? —Chase, ¿cómo puedes hablarme así luego de lo que compartimos anoche? ¿Todo lo que me prometiste? —Trish preguntó, sonando herida. ¿Compartimos? ¿Prometiste? Yo no... ¡Mierda! —¡No! —No había manera en la que le hiciera eso a Harper, ninguna maldita manera. —Tú sólo acabas de arruinar mi vida, ¿entiendes eso? —Y—y—yo lo siento, Yo... —¡No te disculpes, maldita sea! Harper es la única persona a la que deberías pedirle perdón, pero entiende que si te contactas con ella, o conmigo de nuevo, ¡haré el resto de tu vida un maldito infierno! —Cha... Corté antes de que pudiera decir algo más y tiré mi iPhone contra la pared lo más fuerte que pude. La cosa se hizo añicos y Princesa gritó cuando una parte voló a su cabeza. —Oh Dios, Harper, ¡lo siento! — Caminé rápidamente a su lado y la miré mientras se redujo en la silla, su cara pálida y su cuerpo sacudiéndose. Oh mi Dios, la estaba asustando. Yo no podía hacer las cosas peor incluso si lo intentara. —Me tengo que ir, antes de que arruine esto aun más. —Pasé mis nudillos por su mandíbula, odiando cuando ella se estremeció y tratando de memorizar su rostro. — Lamento todo. No puedo decirlo lo suficiente. Lo siento tanto, tanto. Por

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favor, no termines esto. Encontraré la manera de ganar tu confianza de nuevo, sólo no hagas esto. —No hagas esto más difícil de lo que ya es, para ninguno de los dos; tú sabes cómo me siento. Vamos a darnos algunos días, y luego veremos si podemos iniciar otra vez como amigos. No importa qué pase con nosotros, Chase, te quiero en su vida. Pero yo quería estar en su vida, también. Mi mundo no significaba nada si no podía tenerlos a ambos en ella. Mi estómago se revolvió, y mi visión se volvió borrosa cuando entendí que este era él, el momento que siempre había querido encontrar, pero siempre había temido, cuando se diera cuenta de que estaba mejor sin mí. —Te amo, Princesa. —Le susurré antes de besarla una vez más y caminar hacia la puerta. Mi cuerpo se retorció brutalmente con una nueva ronda de sollozos cuando llegué a mi camioneta, y dejé caer mi cabeza sobre el volante. Esto es lo que ella necesitaba, pero no podía dejar que pasara. Era muy egoísta para dejarla irse; la necesitaba más de lo que alguna vez ella podría imaginarse. Antes de conocerla, yo pensaba que mi vida era perfecta. Pero, en realidad, no tenía sentido, y volvería a ser lo que era antes de conocerla. Cada onza de mi cuerpo gritaba que volviera a la casa de mis padres, que la metiera entre mis brazos y que la haga olvidar lo que pasó. Pero si quería volver a tenerla, necesitaba darle su espacio que yo sabía, ella necesitaba. Pasé las manos por mi cara e hice girar la llave para prender el motor, tenía que irme de ahí porque la idea de volver y besarla sin sentido sonaba mejor y seguía mejorando. Mientras conducía, me puse a pensar en todo lo que me pasó el año pasado con ella, y no pude creer que una sola chica logró cambiarme completamente. Mi pecho subía y bajaba rápido mientras pensaba en todo lo malo que le hice, deseando que no haya gastado tanto tiempo siendo un dolor en el culo, y al mismo tiempo deseando haber continuado empujándola lejos. Pero, ¿cómo continúas empujando lejos a tu razón para seguir vivo? Mi pecho se endureció mientras mi corazón y mi mente continuaban peleando para distintos lados. No sabía qué lado estaba ganando. Yo sólo sabía que la quería — y la quería para siempre. Pensamientos de mi conversación con Brandon en la mañana seguían apareciendo, y aunque quería alejarlos, sabía que él tenía razón. Sabía que él era lo mejor para ella. ¿No era yo el que siempre decía eso? ¿A ella — a todos? Brandon no le hubiera hecho esto, él no la aplastaría una y otra vez, pero no sabía si era lo suficientemente fuerza como para dejarla por su propio bien. Ella era mía — ella siempre sería mía.

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Levanté un poco mi cadera para llegar a mi teléfono en el bolsillo trasero. Cuando no lo sentí, empecé a meter la mano en todos mis bolsillos. Nada. ¿Dónde estaba mi teléfono? Necesitaba llamarla. Incluso si ella no contestaba, necesitaba decirle cuánto la amaba y que no me daría por vencido en lo nuestro, que nunca lo haría. Giré en el asiento, y de nuevo nada. Miré en el espejo retrovisor y en el parabrisas. No había autos a mi alrededor y la luz del semáforo estaba todavía en verde. Me incliné tocando el suelo, y lo busqué en el piso de mi asiento y del pasajero, pero no sentí nada. Juro que lo tenía justo — Trish.... Tiré mi teléfono contra la pared. Bueno, ¡mierda! Lo había dejado en lo de Mamá. Me senté rápidamente, y decidí que esta era una señal para volver y tomar a Harper en mis brazos y hablar sobre todo lo que pasó. Vi las luces por la esquina de mi ojo antes de escuchar la bocina. Mis ojos se dirigieron hasta ver la luz roja. Volví la cabeza justo cuando todo mi cuerpo se balanceó y el sonido del crujir del metal llenó mi mundo. Mis párpados se sentían cada vez más pesados mientras más intentaba abrirlos. Un zumbido fuerte llenaba mis oídos, y sentía un peso aplastante sobre mi pecho. Traté de levantar los brazos hasta el lugar para sacar lo que sea que tenía encima, pero no lo podía mover. Lentamente, cosas empezaron a venir a mí. El sonido de un cuerno sonando, el punzante dolor en mi cuerpo, el olor a humo, y algo que olía a sal llenando mi nariz. Mi cabeza cayó hacia adelante, y me di cuenta de que había cerrado los ojos de nuevo. Forzándolos a abrirse, vi mi camiseta azul cubierta de sangre. ¿Por qué estaba cubierto de sangre? Empecé a entrar en pánico; mi pechó se levantó y el movimiento me obligó a toser un grito de dolor, la sangre goteaba de mis labios y en mi regazo. Intenté tomar una respiración profunda, pero me hizo sentir peor, se sentía como si estuviera respirando dentro del agua. Asfixiando — me estaba asfixiando en sangre. Tosí otra vez, y más sangre salió de mis labios. De alguna manera pude levantar mi cabeza para ver una masiva parrilla donde deberían estar mi ventana y puerta. Recuerdos de una luz roja, de luces brillantes y del sonido de un cuerno. Oh Dios. Dios no, por favor no. Lágrimas se formaron deprisa, y cerré los ojos para protegerme de la parrilla borrosa y el dolor lentamente fue disminuyendo. Yo no quería que el dolor se fuera si eso significaba que no sentiría nada más. Por favor, Dios — por favor me quedaré con el dolor, sólo no me lleves. No quiero morir. No me separes de Harper y de nuestro bebé. —Tú siempre tendrás mi corazón, Chase Grayson. —¿Princesa? Dios, Harper, ¿qué he hecho? No quiero dejarte a ti ni a GB. Dios, por favor no me hagas dejarlos, haré lo que sea.

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—Algún día de estos, Princesa, te lo prometo. —Nunca estaré lo suficiente desesperado como para quererte. —Ya veremos. —Te amo, Princesa, siempre te amaré. —No. Yo tampoco te merezco. Tú necesitas a alguien que te aliente, que te proteja, y que te cuide. Alguien que entienda que nunca encontrará a alguien mejor, no importa cuánto busquen. —Chase... —La primera noche, entendí que nunca conocería a una chica como tú. Pero mereces a alguien que haya esperado por ti tanto como tú has esperado por ellos. Y no importa cuánto haya deseado ser ese chico, no puedo Harper. —Nunca te dejaré — siempre estaré contigo. —¿No es obvio? ¿No es obvio que estoy enamorada de ti? —Dilo otra vez. —Chase, te amo. —Dile a GB que lo amo... todos los días. —Nunca he estado más feliz que cuando me despierto contigo en mis brazos. Eres la única chica con la que he dormido, y quiero mantenerlo de esa manera. No eres sólo una chica, Harper, estoy enamorado de ti y no te quiero en ningún otro lugar. —Y entiende que te he amado desde el principio. —¿Por qué estás aquí? —Porque me necesitas, y si esta es mi última hora contigo, no voy a desperdiciar ningún segundo. —Lamento el tiempo que perdí, pero voy a apreciar cada momento en el que estemos juntos. —¿Estás embarazada, Princesa? —Sí. —¿Él es — él es mío?

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—Claro que es tuyo. No sabía qué era real y qué no lo era; ya no. Puedo jurar que sentía a Harper en mis brazos, que la podía oler con ese olor a vainilla. Podía oír su suave risa, la que estaba siempre reservada para la oscuridad, como si se enroscara alrededor del otro en la cama. Podía sentir sus labios en mi garganta y sus manos en mi pelo. ¡Dios, por favor, no me alejes de ella! ¿Cómo puede esto estar pasándome? Más recuerdos — Harper sosteniendo un bebé. Nuestro bebé. Un grito doloroso intentó abrirse camino fuera de mi pecho, pero todo lo que salió fue más sangre que cayó contra mi cinturón de seguridad. Intenté tomar otra profunda respiración pero no sentí el alivio que viene con ella. No había nada; esto era. Mi tiempo se estaba yendo, y yo deseaba más que nada poder tener un día más con ella. Para cuidarla y adorarla, para decirle a ella y GB un millón de veces que los amaba. Mi visión se empezó a volver borrosa, y me aferré a lo que pude para mantenerme con vida. No estaba listo para irme, no estaba listo para perderla. Intenté, inútilmente, tomar más respiraciones, pero no había aire, sólo agua. Harper en un vestido de boda, ella se veía hermosa, su sonrisa brillaba más que el sol, y ella estaba mirando justo a mi lado. Me giré, y vi un atisbo de Brandon a mi lado antes de que todo se volviera negro. —Cuida a mi familia, hermano. Por favor. —¡Chase! Ella sonaba tan cerca. —¡Chase! —Vive, Princesa, por mí. Te amo.

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